martes, 22 de abril de 2014

EL RECORRIDO DEL LABERINTO

DEDICATORIA


Dedico este libro con todo mi afecto a mi mejor amigo. Hace unos años atravesó un agujero negro y se convirtió en estrella. Consiguió transcender en vida al lograr materializar LA PIEDRA DE LOS FILÓSOFOS, me consta porque la pude ver dentro del matraz y tenerla después entre mis manos. Es el único hombre sabio y bondadoso que he conocido en mi largo deambular por este mundo.

Salve pues, al honorable:
MAESTRO DE LAS GEOMETRÍAS
UN  ALQUIMISTA ANÓNIMO
del  siglo XXI
DESCANSE EN PAZ


AGRADECIMIENTO

 También quiero agradecer a mi hija Raquel, licenciada en Pedagogía por la Universidad de Comillas de Madrid, el colosal esfuerzo realizado para conseguir una exposición didáctica y gráfica de algo tan complejo, como es explicar  el funcionamiento del aparato psíquico y conseguir que sea 
entendible, teniendo en consideración que en general se ignora su  
existencia.

Un fuerte abrazo para ti, con todo mi respeto y cariño.



ÍNDICE DE CONTENIDOS










EL RECORRIDO DEL LABERINTO




Introducción…………………….................pág. 13
Capítulo I……………………………………..pág. 14
El ser humano
     Estímulo.
     Máquina Humana.
     Respuesta.
Capítulo II……………………………………..pág. 19
Tipos de estímulos.
     Estímulo intrauterino.
     Estímulo ordinario.
     Estímulo cósmico.
Capítulo III…………………………………….pág. 33
Composición de la máquina humana.
     Cuerpo físico.
     Conciencia.
     Mente.
     Karma.
Capítulo IV…………………………………….pág. 64
Tipos de respuesta.
      Imagen.
      Rol.
      Yo.
      Conciencia de sí.
      Sí mismo.
      Respuesta visceral.
      Respuesta objetiva.
      Respuesta estructurada.
Capítulo V…………………………………… pág.79
Relación entre sentidos y tipos de memoria.
Capítulo VI……………………………………pág. 83
Relación entre niveles de conciencia y estímulos.
       Atención y niveles de conciencia.
Capítulo VII…………………………….. ……pág. 87
Proceso de sensación y proceso de pensamiento.
Capítulo VIII…………………………………..pág, 91
Relación entre sentidos y tipos de estímulos.
Capítulo IX…………………………………….pág. 93
Relación entre niveles y estados de conciencia.
Capítulo X……………………………………..pág. 101
La noción de espacio.
     Tipos de espacio (físico, virtual y real).
      La noción de tiempos de conciencia (pasado,                              
      presente y futuro).
Capítulo XI…………………………………….pág.107
Espacios y tiempos de conciencia.
Capítulo XII……………………………………pág. 109
Imágenes, espacio y tiempo.
Capítulo XIII…………………………………...pág.113
Camino del estímulo general de origen cósmico.
      Añadiendo, tipos de estimulo y tipos de sentido.
      Tipos de memoria, sensaciones y pensamientos.
      Sistema nervioso central, imágenes internas, sensaciones de respuesta e impulsos de respuesta.
      Sistema nervioso vegetativo (inserción de estímulo embrionario). SNC (sentidos externos, estímulo de la vida ordinaria) imágenes internas.
      Anclaje geométrico de la imagen.
      Percepción, apercepción, evocación y reminiscencia.
      Tiempo, espacio, voluntad, ejecución de acto,                      
      intencionalidad, motivación, hacer y decir.
Test de autoconocimiento………………….pág.133






Apocalipsis 13:18

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.



La estructura energética del ser humano está compuesta por 24 círculos y 36 meridianos que los cruzan, exactamente por 666 puntos.


INTRODUCCIÓN


Existen en la especie tres discursos bien diferenciados: El ético, el estético y el lógico. Los tres han sido manipulados y convertidos por todas las religiones y gobiernos en una serie de normas y dogmas, que nada tienen que ver con la realidad existencial de los hombres.
        Este escrito es un tratado sobre los  estímulos  que recibimos a lo largo del día y de la forma que reaccionamos a los mismos sin caer en cuenta la mayoría de las veces, de como nos afectarán en el futuro  nuestras decisiones en las relaciones personales, profesionales o en la salud.     
         Es un estudio ameno de la relación entre el cuerpo físico, la conciencia, la mente y el karma, de tal manera que el axioma hermético de: “Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba”, quedará sin duda con este libro despejado.
        Así mismo de la mano del lector recorreremos los caminos que sigue el estímulo por el laberinto de nuestro cuerpo, hasta la toma de decisiones.
        Un ejercicio didáctico de autoconocimiento remata la obra. Es un test de valoración personal que proporcionará las claves al lector en la búsqueda del YO.        
         En su mano estará utilizar en su propio beneficio los códigos secretos de esta enseñanza. 

CAPITULO I

El ser humano

Estímulo – Máquina humana – Respuesta

Es el esquema más simple del modelo psíquico:
        Algo -estímulo- llega a la máquina -cuerpo físico- y, suceda lo que suceda se dará una respuesta (ver fig. 1). 



Referido a la máquina humana, sería la incidencia de una partícula material en cualquiera de los cuatro ejes que componen la máquina humana: Eje físico, eje de conciencia, eje mental o eje kármico. Cada uno de los ejes está supeditado a una serie de leyes.


-  El cuerpo físico: Atiende a razones de armonía.
 - La conciencia: Atiende por niveles de profundidad. 
 - La mente: Se rige por leyes de proporcionalidad.
       - El karma: Atiende a razones de espacio y tiempo.

Todas estas partes están unidas y relacionadas entre sí de tal manera, que la desaparición de una de ellas implicaría la desaparición de todas. El funcionamiento de cada una de estas partes se podría explicar con el siguiente ejemplo:
*Con el concurso de estas cuatro estructuras solamente, la vida no sería posible sin el soporte del alma, del espíritu y de los cuatro elementos: Tierra, aire, fuego y agua. Todo lo que existe en el Universo tiene sal, sin esta, no existiría la vida. En este libro solo se tratan y analizan estas estructuras.
 “...Yo oigo un golpe fuerte, un vaso que cae al suelo. El hecho de oírlo es físico, pero el estímulo que provoca es mental. La reacción que tengo ante dicho estímulo forma parte de la conciencia, la cual elaboró dicha respuesta en base al karma, mi línea temporal –meridiano- y mi línea espacial –círculo-”.


Estos cuatro componentes se estructuran a través de dos espirales que se comentan a continuación: 
Primera espiral:
        La primera espiral es ascendente, gira antihoraria y contiene dos estructuras: El “cuerpo físico” y la “conciencia”. Cada una de estas estructuras está compuesta por 24 círculos* y 36 meridianos* que los cruzan. 

*círculo: Franja en el cuerpo físico por la que entra, se distribuye y salen  las energías de los meridianos que los cruzan, nutriendo un sistema físico y sus correspondencias con el resto de estructuras

* meridiano: Un meridiano es el rastro lineal y constante, que deja en su recorrido al atravesar el cuerpo físico, el flujo ininterrumpido de una energía tangible. En el cuerpo físico se pueden rastrear 6 tipos de energías simples, circulando por 36 meridianos verticales y diagonales, desde los pies hasta la cabeza y viceversa.

Segunda espiral:
        La segunda espiral  es descendente, gira horaria, y contiene también dos estructuras: La “mente” y el “karma”. Así mismo cada una de estas, está compuesta por 24 círculos y los 36 meridianos citados.
            Desde el punto de vista cósmico, lo físico se relaciona con lo kármico y la conciencia con la mente; pero la realidad es que todas las partes funcionan juntas y es la atención la que hace que se manifieste una cosa u otra, en función del estímulo (ver fig. 2).


Todo, está en todo
Es decir, que desde cualquier punto se puede ir a cualquier otro, ya que todo esta conectado entre sí a pesar de que unos estímulos tengan un camino y otros, otro muy distinto. Nuestra realidad energética es que podemos llevar, distribuir y sacar  energía de cualquier punto de las estructuras, hacia cualquier otro.

        Las decisiones que tomamos y lo que hacemos a lo largo de nuestra vida, son la respuesta que damos al mundo una vez elaborado el estímulo en  el aparato psíquico. Las respuestas son: 
- El Producto terminal de la máquina.

CAPITULO II

Tipos de estímulos

Existen tres tipos de estímulo que pueden incidir en la máquina humana (ver fig. 3):
Estímulo intrauterino - Estímulo ordinario - Estímulo cósmico.



Definición y tipos de memoria

        La memoria como definición y concepto, conviene aclararla. Una cosa es la memoria como función, que es la supra-estructura del cuerpo físico y otra, los tipos de memoria. El funcionamiento de cada una de ellas, se hace con las estructuras de memoria primaria y secundaria, pues todas las memorias movilizan sensación y pensamiento.

Memoria anecdótica:
        Es la memoria que tenemos como tiempo de pasado y llega, hasta donde lleguen nuestros recuerdos. Es la memoria que utilizamos para todo.
Memoria de tribu:
        Es la memoria del grupo humano en el que estamos insertados. Aquí se traduce todo lo que es costumbre y mentalidad, ambas palabras incorrectas, pero que nos aporta las señas de identidad básicas para pertenecer a un grupo.
Memoria de especie:
        Aquí está todo el contenido de la especie a la que uno pertenece.
Memoria universal:
        La memoria de todos los reinos: El animal, el vegetal y el mineral.
Memoria cósmica:
        Aquí se traduce la memoria espiritual, entendiendo espíritu como el manejo de estímulos intangibles.
Todas estas memorias funcionan con sensación y pensamiento, y por lo tanto, con las estructuras de memoria primaria y secundaria.

Estímulo intrauterino
        Los estímulos intrauterinos son los primeros recibidos por el ser humano. Son los estímulos de construcción de la madre hacia el hijo, delimitan la futura composición física de este, así como la posible malformación. Son el origen de la memoria primaria y por lo tanto, de las sensaciones internas. Así, la grabación primaria de sensaciones es intrauterina, siendo lo que conocemos como emoción un contenido cultural de traducción, añadido posteriormente.
Camino del estímulo intrauterino
        El estímulo intrauterino se recibe directamente en el cuerpo físico, es procesado previamente por la madre y es la fuente de información de la memoria primaria, que se pasa a definir a continuación:
       La memoria primaria es precisamente memoria de sensaciones y es por tanto,  la  memoria específica de los sentidos internos: Cenestesia y kinestesia:
        La cenestesia es sensibilidad visceral y hace referencia a la sensación interna procedente de las vísceras, que caminando vía sistema nervioso vegetativo, llevan información procedente del intracuerpo, como por ejemplo: La fiebre, el dolor, el frío, el calor, la acidez…

         La kinestesia es el sentido postural y movimientos del cuerpo, abarcando el sentido muscular, tendinoso y articular. Traduce sensaciones procedentes de los músculos por la misma vía, sistema nervioso vegetativo y es información básica para la organización del espacio.
        La sensación posterior procesada como emoción, tiene su primera grabación intrauterina, aunque después la cultura dote estas sensaciones de contenidos específicos. Esta grabación se produce en el cuerpo físico y camina por el sistema nervioso vegetativo, como información visceral de contenido cenestésico y kinestésico, que transformada por la conciencia en impulso de respuesta, impresionará el área motriz que es la única posibilidad de respuesta intrauterina.
        Es fácil comprender que la respuesta hacia el mundo por el área motriz, es la más antigua y la que mejor salida le da a la sensación interna. Son estas respuestas motrices las que tienen sentido durante la infancia, pero después se puede dar otro tipo de respuesta hacia el mundo. Es legión la gente atrapada en este simplismo que además, es el más gratificante de las respuestas a la vez que el más destructivo de la inteligencia humana (ver fig. 4).



Memoria primaria:
Estructura del cuerpo físico. Es memoria de sensaciones. Los estímulos que provienen de la madre actúan en el cuerpo físico en un nivel visceral determinado. La sensación que proviene de la víscera, es analizada por la conciencia y llevada hasta la memoria primaria, por el sistema nervioso vegetativo.

Sensación de respuesta:

Información que proporciona el sistema nervioso vegetativo y que procedente de las vísceras, llega a la conciencia para elaborar un impulso de respuesta. La sensación de respuesta es la organización que hace la conciencia de la memoria primaria o de la memoria de sensaciones procedentes de las vísceras. Esta elaboración es la que hace posible el registro interno en la conciencia, del centro de elaboración que manteniendo el marco operativo por la sensación interna, procesará posteriormente pensamientos derivados todos ellos de la sensación. Los pensamientos derivados de la sensación son: Emociones.

Impulso de respuesta:
Es la unidad de carga de conciencia hacia el área de respuesta. La unidad de carga debe ser entendida como la mínima cantidad de energía necesaria, para llevar a cabo una respuesta. Cuando la sensación de respuesta ha sido elaborada en el centro, aparece el impulso de respuesta que se direcciona hacia el área correspondiente al centro, donde se elaboró la sensación.

Estímulo ordinario
Los estímulos ordinarios son aquellos que recibimos en la vida diaria. Son los estímulos multisensoriales que se presentan en la vida y que invaden todos los sentidos a la vez, tanto los internos, como los externos. Son el origen de la memoria secundaria y por lo tanto, de la memoria de pensamientos.

Camino del estímulo ordinario
        El estímulo de la vida ordinaria es multisensorial y entra por varios sentidos  o por todos a la vez.

        El estímulo cósmico sin embargo es unisensorial y solo entra por la franja de percepción de un sentido, pero esta franja de percepción no impide que el resto de estímulos que nos llegan por el resto de sentidos, vayan también a la conciencia en el quehacer cotidiano.

        Hay que imaginarse lo que estamos diciendo. Ejemplo:

       Supongamos un individuo adulto en medio de una gran ciudad. Como nacido de madre (al menos hasta ahora), tiene una grabación de memoria primaria procedente de mamá que funciona quiera él o no, determinando nada menos que la sensación interna con la que procesa los estímulos que en ese momento -supongamos las 12 horas de un lunes-, le están llegando, y le llegan con una predominancia marcada cósmicamente. En ese momento pensemos que existe una franja activada para el oído; inconscientemente dirigirá su atención al estimulo auditivo y puede llegar a bloquear el resto de sentidos,  pero solo aparentemente, puesto que la  conciencia trabaja con todos los estímulos, se sea consciente de ellos o no.
      El resultado es el trabajo de un sentido, el activado cósmicamente en detrimento de los otros, que no por ello dejan de recibir y procesar lo que les corresponde. El trabajo equivocado de la máquina consistirá en que no consciente de la inmensa mayoría de lo que le llega, tendrá que reparar con el sueño el trabajo que no se ha realizado correctamente.

      Es el sueño el que corrige la situación de drama permanente en el que estamos obligados a vivir. Procesamos todo con una deformación procedente de la madre, que nos grabó sus fobias y sus filias, mitad de la tragedia. La otra mitad, procede del sistema en el que hemos crecido y vivimos.     Se procesará el estímulo con las sensaciones de la madre si es varón y con las del padre es hembra.

      El estímulo de la vida ordinaria, hace el recorrido por los sentidos externos y vía sistema nervioso vegetativo, llega hasta la conciencia. Se moviliza la memoria secundaria, que es la memoria de pensamientos, tanto asociativos como abstractos. Estos pensamientos por estricto sentido geométrico, son ubicados en una zona determinada del cuerpo que a su vez activa la memoria primaria, que es  memoria de sensaciones. La sensación y el pensamiento hacen juntos el recorrido generando un impulso de respuesta, que activará un área determinada en función de los contenidos (ver fig. 5).




 Estimulo de la vida ordinaria
        Estimulación multisensorial que procesada por los sentidos externos, se recibe por todos los sentidos a la vez.
Memoria secundaria
        Hace referencia a la posibilidad de funcionamiento de la memoria en base al pensamiento, como anteriormente lo hacía en base a la sensación interna. El funcionamiento del proceso de pensamiento tiene como base, el anclaje geométrico de las vivencias que son almacenadas en la víscera, que corresponde a la forma que delimitan.
Anclaje visceral geométrico
         Todo estimulo tiene un nivel de proceso en el cuerpo físico que viene dado por la geometría implícita en todo estimulo, sea este de sentidos internos o externos. Las bases de las memorias tanto primaria como secundaria, están en las vísceras y en las activaciones geométricas, en base a la forma que se realice. Todo el funcionamiento de memoria tiene esta clave, el almacenamiento de datos por el anclaje geométrico de las formas, y la posterior recuperación de estas por analogía, semejanza y contraposición.


Estímulos cósmicos: Tatwas (biorritmos)
            Los estímulos cósmicos son la incidencia de las causas primarias -los elementales- sobre cualquiera de los cuatro ejes: Eje físico, eje de conciencia, eje mental y eje kármico. Estos estímulos son la incidencia en definitiva, de las partículas materiales que construyen franjas de percepción Estimulo de la vida ordinaria
        Estimulación multisensorial que procesada por los sentidos externos, se recibe por todos los sentidos a la vez.
Memoria secundaria
        Hace referencia a la posibilidad de funcionamiento de la memoria en base al pensamiento, como anteriormente lo hacía en base a la sensación interna. El funcionamiento del proceso de pensamiento tiene como base, el anclaje geométrico de las vivencias que son almacenadas en la víscera, que corresponde a la forma que delimitan.
Anclaje visceral geométrico
         Todo estimulo tiene un nivel de proceso en el cuerpo físico que viene dado por la geometría implícita en todo estimulo, sea este de sentidos internos o externos. Las bases de las memorias tanto primaria como secundaria, están en las vísceras y en las activaciones geométricas, en base a la forma que se realice. Todo el funcionamiento de memoria tiene esta clave, el almacenamiento de datos por el anclaje geométrico de las formas, y la posterior recuperación de estas por analogía, semejanza y contraposición.


Estímulos cósmicos: Tatwas (biorritmos)

            Los estímulos cósmicos son la incidencia de las causas primarias -los elementales- sobre cualquiera de los cuatro ejes: Eje físico, eje de conciencia, eje mental y eje kármico. Estos estímulos son la incidencia en definitiva, de las partículas materiales que construyen franjas de percepción específicas, sobre cada uno de los sentidos, tanto internos como externos, pero de uno en uno. Estas franjas de percepción varían a lo largo del día, son como ya hemos dicho, unisensoriales y se estructuran en 24 tipos de secuencias distintas, dando lugar a 24 tipos de días cósmicos. Estos estímulos son el origen de lo percibido y toda forma que se construya tanto interna como externamente, tiene el reconocimiento implícito de esta realidad. 


Camino del estímulo cósmico
        El estímulo que recibimos si es de origen cósmico, sigue los siguientes caminos:
        Cuando el estímulo cósmico incide en el eje físico, el recorrido de dicho estímulo pasa directamente por el cuerpo físico -el cual pertenece a la 1ª espiral-.
        Cuando el estímulo cósmico incide en el eje de la conciencia  -1ª espiral-, el recorrido del estímulo irá directamente desde la conciencia al cuerpo físico. 
        Cuando el estímulo cósmico incide en el eje mental -2ª espiral-, el recorrido del estímulo irá desde la mente a la conciencia, para posteriormente desde esta dirigirse al cuerpo físico -1ª espiral-.
        Cuando el estímulo cósmico incide en el eje kármico -2ª espiral-, el recorrido del estímulo va directamente  desde la estructura kármica al cuerpo físico.

        Cada tatwa tiene un código de sentido y por lo tanto una estructuralidad concreta, y unos códigos geométricos que van a ser la estructura más profunda de nuestro lenguaje, ya que este se estructura geométricamente en base a signos, que primero son percibidos y representados después, en la estructura mental.
        Es así el lenguaje nuestro máximo organizador de la energía, ya que las palabras y en última instancia cada una de las letras al encerrar un código geométrico, organizan todo el psiquismo de la persona a la vez que desorganizan al que las escucha. Una persona organizada no habla y una desorganizada, lo hará hasta que se organice.
        La memoria primaria, que es de sensaciones, se activa por un estímulo que puede tener cualquier origen. Esta sensación interna es la que va al centro de elaboración -los centros son siempre de  elaboración interna-. Desde el centro de elaboración es donde la sensación más el pensamiento, generan el primer impulso de respuesta que va al área correspondiente -el área lo es siempre de respuesta-, lo que sucede es que se puede dar una respuesta interna, con lo que volveremos al centro de elaboración o simplemente y en base al primer impulso, dar una respuesta externa desde el área correspondiente, al centro que ha elaborado dicha información.
       Si nada hacemos en nuestra máquina, este primer impulso de respuesta sale al mundo sin más. Sin embargo, si se lleva a cabo una tarea de reflexión, conseguiremos que el primer impulso de respuesta sea devuelto desde el área al centro, para seguir elaborando algo más sutil. Si es así, aparecerá el segundo impulso de respuesta que ya tiene un doble camino y, quizás cientos de idas y vueltas en busca de más datos, hasta conseguir la respuesta adecuada (ver fig 6).

        El primer impulso de respuesta integra la sensación interna. El segundo impulso de respuesta integra la sensación   y el pensamiento. Está aquí la clave de lo que significa reflexionar, porque si no podemos hacerlo, solo realizaremos el primer recorrido y daremos una respuesta que tiene como base solamente la sensación interna, y no el proceso de pensamiento.

Resumen:

      Tendremos que intentar imaginar los tres tipos de estímulos funcionando a la vez, sabiendo que sigan el camino que sigan, todos acabarán en el cuerpo físico; pero  no en cambio la respuesta en la que se podría lograr alguna direccionalidad. Todos los estímulos movilizan memoria primaria y secundaria.


Propuestas de trabajo

      Piensa en aquellas respuestas realizadas en tu vida diaria sin hacer una reflexión previa, de cual sería la más adecuada para esa situación, y en aquellas otras respuestas que han surgido, tras un proceso de reflexión.

      ¿Existen muchas respuestas “automáticas” en tu quehacer diario?

      Te proponemos que a partir de ahora, trates de reflexionar la respuesta que das habiendo generado el primer, segundo, tercer, cuarto... impulso de respuesta del que se ha hablado anteriormente, ante un estímulo dado y si dicha respuesta es la más idónea en función del contexto en el que te encontrabas.


CAPITULO III 

Composición de la máquina humana

La máquina, tal y como se ha comentado anteriormente, está referida al ser humano. Está compuesta como ya se ha dicho, por cuatro partes (ver fig. 7):

-El cuerpo físico: Atiende a razones de armonía.
-La conciencia: Lo hace por niveles de profundidad.
-La mente: Se rige por leyes de proporcionalidad.
-El karma: Atiende a razones de espacio y tiempo.





        El cuerpo físico es la estructura material representable por los sentidos internos y externos.
        Es la parte material de la máquina que se compone de células, tejidos, órganos, aparatos, sistemas y estructuras. La relación entre los órganos no es la establecida por la medicina oficial, que ajena a la aceptación de los modelos energéticos, solo se cuestiona la relación sobre la base del fallo y no al funcionamiento de los órganos, atendiendo a sus relaciones energéticas. Los sistemas no serán los mismos, como tampoco lo serán sus estructuras (ver fig. 8).


Células
        Mínima división operativa del cuerpo físico, dentro de la máquina humana.
Es la mínima parte compositiva de un tejido. Los agrupamientos de células dan origen a los tejidos dentro del cuerpo físico, que es una estructura de la máquina humana.

 

Tejidos
        Agrupamiento operativo de células, dando origen a alguna transformación de sustancia, o a muchas transformaciones de sustancias.
Mínima parte compositiva de un órgano, cumple una misión específica y a su vez está especializado en la transformación de una sustancia para llevar a cabo funciones dentro del órgano.

 

Órgano
        Grupo de tejidos especializado en una o muchas transformaciones de sustancias.
Un órgano es una unidad funcional que realiza transformaciones y que ocupa un espacio dentro del cuerpo físico, la noción de espacio es fundamental, porque el agrupamiento de tejidos delimita un órgano que tiene una forma concreta en oposición a otros agrupamientos que no lo hacen.

Aparato
        Grupo de órganos que realizan una misma función.
Es el agrupamiento de órganos que delimitan una serie de transformaciones para dar un producto terminal que se especifica como respuesta.

Sistema
              Agrupamiento de órganos que completan una función vital.
Es el conjunto de órganos que tienen una continuidad funcional en la elaboración de una sustancia.

 

Estructura

        Agrupamiento de sistemas por un mismo recorrido energético.
       En el cuerpo humano hay 18 estructuras que hacen posible que la energía se transmita por todos los aparatos, órganos, tejidos y células.
       Los meridianos -las líneas representadas en el plano- son 36, pero al estar unidas de dos en dos, podemos hablar de 18. Se presupone que en un espacio de dos dimensiones, hay líneas y círculos, en el espacio de tres dimensiones las líneas pasan a ser planos y los círculos pasan a ser esferas. En un espacio de “n” dimensiones, aparece como teoría la existencia de hiperpoliedros e hiperesferas que no alcanzamos a representar.

        La conciencia es una con el mundo. Es decir, funciona mientras estemos vivos.

        La conciencia es el campo donde se realizan las operaciones formales de la sensación y el pensamiento. A su vez, la conciencia tiene su propio registro de existencia como sensación interna, que se procesa por el sistema nervioso vegetativo.
        Es importante diferenciar entre la conciencia en estática, dinámica y operativa para poder entenderla.
        La conciencia en estática, es el estudio de las funciones y estructuras de la conciencia como si esta estuviera parada, es un artificio de reflexión, ya que la conciencia al estar en encadenamiento permanente con el mundo, nunca está parada. La conciencia en estado de reposo sería la conciencia trascendida: Una sensación y ningún pensamiento.
        La conciencia en dinámica, sería el rastreo de un estímulo a través de los diferentes cuerpos en movimiento. Este estímulo puede ser simple o complejo. Por ejemplo: Algo simple sería ver que el oído se conecta al centro emocional. Algo complejo sería ver como el cuerpo mental traduce las inercias sociales.
        La conciencia en operativa, sería la visión de esta en encadenamiento con el mundo, viendo como es imposible prescindir de la introyección y de la proyección, sea esta respuesta interna o externa.

        La conciencia se compone de estructuras, funciones, estados, niveles y centros, acorde con el siguiente esquema de representación (ver figura 9).




Estructura de la conciencia

Atención
            La atención es la estructura específica de la conciencia. Cuando la conciencia dirige su estructura formal hacia un  sentido, aparece la función de la atención que a su vez, transforma la percepción en apercepción.
        Todo fenómeno atencional tiene como base la conciencia. Será imposible el control y el desarrollo de esta estructura, si no se posee previamente un campo delimitado donde la atención pueda ser dirigida.
        Es esta función atencional tan fundamental, que su ausencia o alteración imposibilitan al individuo para la realización de la más mínima tarea.

       En el ser humano normal la atención salta del cuerpo físico a la conciencia y de esta a la mente, sin control alguno. Todo depende del estímulo y de donde se ubique este, al parecer, de una manera arbitraria. Pero el estímulo no es arbitrario, como tampoco lo es el que la atención sin norma alguna, se dirija a una parte de la máquina.
        Es esta fluctuación de la atención la que caracteriza el estado de dormido. Será el control de las fluctuaciones de la atención y la consolidación de la división atencional, cuando el individuo al revisar y atender al mismo tiempo al cuerpo físico, la conciencia, la mente y el karma, alcanzará el estado de despierto.

Funciones de la conciencia

Percepción  -  Apercepción  -  Evocación  -  Reminiscencia  -Vías asociativas  -  Vías abstractas.


Percepción

        A la recepción de un estímulo por cualquier sentido interno o externo, acompañado de la captación visual de las imágenes internas generadas por el cuerpo físico y por lo tanto percibidas por ese sentido, es a lo que llamo percepción.

Apercepción

        La atención como estructura dirigida por la conciencia a cualquiera de los sentidos, tiene como resultado la caída en cuenta de lo percibido, y esto es la apercepción.  La atención dirigida a la percepción, transforma esta en apercepción.

Evocación

        Cuando la conciencia pide datos específicos a la memoria sobre objeto o persona, aparece la evocación, función que tiene como base las imágenes internas dentro de lo alegórico, y de los signos dentro de lo abstracto. El recorrido lo hará por una u otra vía, según la grabación específica previamente realizada.

Reminiscencia

        Cuando la mente manda datos a la conciencia en función del estímulo recibido, y sin proceso de intención por nuestra parte, aparece la reminiscencia, función esta, que también utiliza como la atención indistintamente, el recorrido de las vías asociativas y abstractas.

Vías asociativas

Las vías asociativas son las que dan origen por analogía, semejanza y contraposición, al lenguaje catártico, transferencial, direccionado y de definiciones y conceptos.  

Estas vías asociativas son la manera específica de traducir las imágenes que el cuerpo físico genera, la conciencia organiza y la mente dibuja, expresando el mundo de lo alegórico: El símbolo, que es un signo sometido a un proceso cultural. 

    Resumen (ver fig.10)

        Los estímulos de la vida ordinaria son multisensoriales y atraviesan distintos círculos según la zona del cuerpo donde incidan. La conciencia analiza solamente la parte del cuerpo físico estimulada, y solo por extrapolación consciente, se puede hacer el recorrido del estímulo a través del resto de estructuras.
       Lo percibido de la realidad es representado a través del cuerpo físico y dibujado en el aparato mental. Se comprenderá así  lo lejos que estamos de la representación de lo primario, entendiendo como primario las causas que no admiten criterio de representación, pues son dinámicas y solo podemos hacer una representación, en base al número y la forma.
       Las causas primarias no son visibles y pertenecen al reino del espíritu, auténtico sustento de todo lo viviente. Estas causas primarias visibles en algunos estados de conciencia, son formas dinámicas que se ven de la misma manera con los ojos abiertos que con los ojos cerrados.

         Es más fácil el mundo de la evocación -simple pedida de datos de conciencia a memoria- que el mundo de la reminiscencia -memoria manda datos a la conciencia aunque esta no los pida-. Solamente señalar la importancia de estas vías, para el normal funcionamiento de la conciencia.



Estados de conciencia

Negación  -  Duda  -   Búsqueda  -  Creencia  - Experiencia  -   Certeza.
        No se deben confundir los niveles de conciencia con los estados de conciencia. En cualquier nivel se pueden dar todos los estados de conciencia (ver fig. 11).

        Todo lo que es nivel de conciencia tiene como base de su comprensión, la estructura de la atención. El manejo de esta es lo que va a marcar el funcionamiento global de los niveles. Así pues, todos los saltos que se producen en los niveles de conciencia, tienen como base los diferentes manejos de la atención y es esta función, la única que determina el nivel de conciencia con el que uno opera.


Negación:
         La negación es el hecho de decir que no a algo. Cuando la conciencia se ha cristalizado en los contenidos culturales y ya no tiene ninguna apertura a la entrada de nuevos datos, se está en negación.


Duda:

        La duda, es darle una oportunidad al proceso de aprendizaje y presupone algo de reflexión sobre lo que la cultura nos ha insertado. La duda sería la primera apertura de la conciencia a la entrada de datos y si se permite la entrada de nuevos datos, se duda de lo recibido y aparece este estado de conciencia, en el que no se puede tomar dirección.

Búsqueda

        Lo va a ser cuando previamente se ha constatado que lo que uno tiene, no sirve y por lo tanto, hay que estar atento e intentar encontrar respuestas, muchas veces sin saber ni siquiera lo que se busca. Cuando se ha encontrado un componente se pasa a creer en el, y la experiencia de la operativa con ese dato, nos dará la certeza de su validez o nos devolverá a la duda y la negación, para comenzar de nuevo con la búsqueda.



Creencia:
        Si uno o varios datos nos ofrecen operativa de futuro y podemos trazar un plan, aparece la creencia en ese dato o datos, que tienen como estructura base el pensar que nuestra vida será mejor, y podremos resolver más fácilmente la supervivencia.

Experiencia:

        Cuando la creencia se somete a operativa y gestionamos el dato que nos hizo pensar que nuestra supervivencia sería más fácil, aparece la experiencia.


Certeza:

        Si la experiencia logra el resultado de afianzar la creencia y vemos que nuestra vida es más fácil, adquirimos certeza sobre ese dato.


Niveles de conciencia

Sueño  -   Semisueño  -   Vigilia ordinaria  -  Conciencia de sí  -  Conciencia objetiva  - Conciencia cósmica.
        Cuando se produce un salto de comprensión entre la interacción de la conciencia con el mundo, se modifica el nivel de lenguaje y la comprensión del mismo. Estos saltos de comprensión se corresponden con saltos en la limpieza de la  percepción, pero nunca en la estructura de lo percibido. Se limpia la percepción pero no se modifica esta; simplemente se ve con más nitidez. Es como si a uno le limpiaran el parabrisas del coche.

        Un estado de conciencia se consolida cuando se puede mantener en el tiempo, ocurra lo que ocurra. Lo normal es que pase mucho tiempo hasta que esto se consiga y que haya muchas fluctuaciones.
        También es normal que en cualquier ser humano, convivan diferentes estados de conciencia.

        Es conveniente hacerse a la idea de que lo importante es la consolidación de un estado de conciencia.

        El nivel de conciencia que predomina en un ser humano  solamente es posible verlo, en estados de conciencia cristalizados en alteraciones mentales específicas, o en situaciones de trabajos internos muy cualificados; ya que nos encontraremos con fluctuaciones de niveles de conciencia,  en todas las personas,
        Lo fundamental de un nivel, será el manejo que se tenga del mismo. En procesos esquizofrénicos es posible encontrarse un nivel de conciencia cósmico, pero este nivel toma al individuo y lo maneja, en lugar de ser el individuo el que maneje su nivel de conciencia. Como norma general, deberían ser rechazadas todas aquellas experiencias que sobrepasen por su nivel de datos, a un individuo concreto.
        Se debe intentar entender poco a poco por muy aburrido que nos parezca, porque la enajenación que surge de un nivel de conciencia no manejado por el individuo, produce pautas  de conducta que chocan frontalmente con la cultura en la que vivimos (ver fig. 12).




Sueño: Una atención.
        El sueño es un estado de negación. En este nivel no hay ninguna posibilidad de hacer, y si nos encontramos con alguien que no tiene dudas, es que está  en estado de sueño.
    Son multitud los que no tienen dudas, fíjense en los políticos, cualquiera de ellos sabe lo que tiene que hacer y si no lo hace, es porque no le dejan. Esta gente está en sueño profundo permanente.

Semisueño: Dos atenciones.

        Atención dirigida a la conciencia, dando lugar a dos funcionamientos:
        El semisueño pasivo: Estamos en este nivel cuando las imágenes son vistas desde afuera como si estuviéramos viendo la televisión, no se participa de la secuencia, sino que la vemos.
        El semisueño activo: En este nivel nos introducimos en la secuencia de imágenes, formando parte activa de lo que ocurre.
        En ambas situaciones uno controla la atención, aunque la entrada al sueño se realiza mediante el paso obligado de lo pasivo a lo activo, para posteriormente desconectar. El semisueño y la duda, van unidos.

Vigilia: Tres atenciones.

        En estado de vigilia la atención va dirigida hacia los sentidos internos y externos. Es la primera división atencional y se está pendiente de la conciencia, de sus operaciones y del sentido que funciona o recibe el estímulo más importante en ese momento. Se fluctúa entre las imágenes internas y los estímulos externos, alternando la atención muy rápidamente entre lo uno y lo otro. En el fondo, se está cambiando la atención de percibir, por la de apercibirse y se cae en cuenta, de la lucha interna que se produce en este recorrido entre el estímulo que nos llega y las imágenes internas. Alcanzar este nivel puede llevar años de trabajo sobre uno mismo.

Conciencia de sí: Cuatro atenciones.

Cuando la atención está dirigida a los sentidos internos, a los externos y a las operaciones formales de la conciencia vía sensación o vía pensamiento, aparece la conciencia de sí.

Conciencia objetiva: Cinco atenciones.
Cuando la atención está dirigida a los sentidos internos, a los externos, a las operaciones de conciencia y a la posible respuesta, se consolida un nivel en el que la respuesta no está en función de lo propio, sino de lo que nos rodea.

Conciencia cósmica: Seis atenciones.

Cuando la atención puede estar direccionada hacia los estímulos internos, externos, a la conciencia, a la respuesta y percibir la franja específica de sentido en la que se está funcionando en ese momento, aparece la comprensión de lo que no se ve: La conciencia cósmica.

Centros de elaboración

       El que se asocien los centros como elaboración y pertenecientes a la conciencia, y las áreas como respuesta y pertenecientes a la mente, no deja de ser un artificio didáctico. 

Todo está en todo, aunque se comporte de una manera específica cada una de las partes.
        El estímulo, cualquier estímulo, recorrerá siempre el mismo camino: Impactará sobre cualquiera de los ejes y movilizará posteriormente una zona concreta del cuerpo físico.
        La conciencia elaborará la parte física y construirá una respuesta que será devuelta a cualquiera de las áreas. Lógicamente la parte más difícil será entender que ocurre en la conciencia, con la información movilizada.
El centro es elaboración, el área es respuesta. El centro es captación de datos de una parte del cuerpo; el área es recogida de datos de otra parte del cuerpo. De lo biológico a lo biológico, podría llamarse así a este viaje que iría de la víscera al músculo, pasando por el estómago.
        No resulta difícil de entender que el punto más profundo de conocimiento al que se tiene acceso dentro de la conciencia, siguiendo el recorrido de la energía por el laberinto humano y el como esta esté funcionando, pase  del estómago al intestino grueso y termine en el sistema nervioso vegetativo. Esta es la pequeña circulación de energías. La gran circulación de  energías es mucho más lapidaria.
        Somos un tubo digestivo y un poco de sensación interna. Al  pensamiento se llega tarde y mal, pareciera que con hacer una digestión permanente, tenemos más  que suficiente.
            Todo lo que un ser humano necesita para ser feliz está en su propio cuerpo, bastaría con respetar la ciclicidad de los sentidos y el respeto profundo a las franjas de percepción que marcan las inercias cósmicas. No haría falta nada más, ni  siquiera un conocimiento especial: Simplemente un orden social que lo posibilitara.
       Los centros y las áreas se denominan de la misma manera, pero no tienen el mismo contenido. El centro es  entrada de energía y el área salida de energía.

       Centros y áreas, partes y subpartes, se han dividido en seis gestiones básicas:
Instinto:
Es supervivencia individual y colectiva, organización de la pulsión. Solo aceptará desarrollos pasionales, entendiendo por pasión el deseo dilatado en el tiempo y sometido a un plan.

Sexual:
Cuando se gestionan deseos aparece esta energía, cuyo contenido de conciencia es netamente cultural, las manifestaciones más frecuentes son el erotismo y la pornografía, que son formas específicas de atraer para reproducirse.

Vegetativo:
Es conocido y cualquier tratado de anatomía del sistema nervioso, dará referencia exacta de este sistema: Sistema nervioso vegetativo.

Motriz:
Cuando la conciencia automatiza movimientos, lo hace basada en el conocimiento de la secuencia de imágenes que le llevan a un fin. Cuando hablamos de motricidad, hablamos desde este punto de vista.

Emocional:
Cuando la conciencia analiza sensaciones internas y las acepta, estas en su proceso terminal aparecen como traducción del proceso emocional en forma de palabras que se le van poniendo a las diferentes interpretaciones que hace la conciencia, de los componentes físicos traducidos.

Intelectual:
Cualquier operación formal de ordenación de elementos sígnicos o simbólicos que se lleve a cabo por la conciencia, implica la utilización de este centro.


A la estructura de la máquina humana formada por 24 círculos y 36 meridianos,  que se rige por nociones de proporción áurea, es a lo que llamamos mente.
En este modelo, lo mental ocupa una estructura que ajena al cuerpo, participa de este al envolverlo y aislarlo del mundo externo. Todo lo que nos llega tiene como filtro la mente y su estructura, y la comprensión de esta fenomenología de intangibles solo puede hacerse desde la explicación causal del porqué de las cosas.
La mente es nuestra gran antena cósmica, nuestra conexión con todo lo que existe. Conectada con el cuerpo físico, pero funcionando independiente de este, se convierte en mi cuerpo intocable.
Nada puede el cuerpo físico contra la mente. Esta recibe las inercias del absoluto y el cuerpo físico las analiza a través del fenómeno de conciencia. Podemos seguir o no el programa que la mente nos marca, pero hagamos lo que hagamos, este programa sigue.
Son los determinismos cósmicos los que fijan mediante tiempos de campo magnético, el sentido predominante en el cuerpo en cada momento y planifican así, el trabajo de toda la máquina. A estos determinismos los llamaré: Tatwas.
Serán también los tatwas los que planifiquen la salud física, psíquica y mental, siendo el análisis de los mismos lo que nos dará acceso a la analítica de las causas primarias no visibles, que se manifiestan en sus efectos, para toda aquella conciencia dispuesta a entenderlos. Al mismo tiempo la atención será la encargada del rastreo  del sentido predominante y, por lo tanto, de la adecuación al mismo, como pauta de conducta.
En esto, como en casi todo, es mejor no saber nada que saber un poco. De esta manera, se funciona mejor desde el plano de la no conciencia, que desde el plano de la conciencia en evolución.
Con el proceso mental ocurre que este funciona ajeno a la conciencia y al cuerpo físico, y funciona para todos. Y aquí, que dios reparta suerte porque se necesita simplemente para sobrevivir.


Estructuras

VOLUNTAD.
        La manifestación de los estados mentales solo sucede en la operativa, y la estructura que hace posible que nuestra gestión llegue a un fin es la voluntad, que permite la operativa continuada en el tiempo de un estado mental, no permitiendo que los demás nos desvíen del propósito trazado inicialmente. La voluntad tiene unas claves igual de cósmicas e igual de físicas, que el resto de las estructuras analizadas.

Funciones
        Las imágenes son el funcionamiento global de nuestro psiquismo. En ellas está todo lo necesario para la comprensión de las realidades más profundas de nuestra existencia y, es lo más propio, a la vez que lo más anecdótico que poseemos.
        Si se fuera capaz de cerrar de vez en cuando los ojos y no entrar en caída libre al sueño, podríamos empezar a comprender lo pobre de nuestro universo personal: Las imágenes internas que procesadas por la conciencia, son dibujadas en el aparato mental.
Funcionamos igual que en un aparato de vídeo. No podemos tener memoria de algo de lo que no tengamos imágenes. Todo el código de memoria es un código de estructuras geométricas, que conectan los circuitos de la evocación y la reminiscencia. Se podría decir que sin memoria no hay psiquismo, pero podemos añadir que sin imágenes no hay memoria.
        Hay suficiente memoria de cada sentido, pero se trate del sentido que sea, todos tienen su funcionamiento sobre la base de las imágenes internas.
        Sucede que estas imágenes se mueven a gran velocidad, que además no son estáticas sino dinámicas y que al formar la conciencia estructura con el mundo, el flujo de imágenes también es una continuidad permanente. Cualquier operación de conciencia pasa por dirigir la atención a estas imágenes. A esta mecanicidad tan simple recurrimos de continuo. Cualquier persona que quiera pensar en algo, tiene que hacerlo sobre la base de las imágenes internas.
        Respecto a los tatwas, sería como intentar hablar de lo intangible, de la percepción extraordinaria de los sentidos. Son las franjas de energías específicas de estimulación cósmica para cada uno de los sentidos. Son adecuaciones sensoriales a la realidad del absoluto y esto, que es otra evidencia el que los sentidos funcionan alternativamente, es otra cuestión absolutamente inabordable para la realidad de lo cotidiano.
        Todo el mundo tiene ejemplos de estar al lado de una radio y no oírla, simplemente porque el sentido del oído está bloqueado en ese momento.
ÁREAS DE RESPUESTA.
        Múltiples  puntos repartidos por la estructura mental  consolidan las respuestas,  tanto en el ámbito de la  sensación, como del pensamiento.
        Es importante aclarar que la división entre áreas y centros lo es solo didáctica, puesto que ambas tienen la misma composición y ambas actúan en el mismo espacio y tiempo, sucede que los centros son puntos de entradas de energías y las áreas son puntos de salida. La grabación específica de los componentes tanto en los centros como en las áreas, es una grabación que viene de la cultura en la que uno está inmerso.
        El centro y el área, son en su entrada y en su salida lo que da origen al fenómeno de los opuestos, máximo exponente en este trabajo. Vivimos en una realidad binaria en lo cósmico, que no dual, los opuestos son culturales y de ninguna manera cósmicos.
        La especialización de funciones en instinto, sexo, vegetativo, motricidad, emoción e intelecto, es la misma función que en la conciencia, y son los mismos conceptos y definiciones los que sustentan esta realidad, pero con los opuestos como operativa y composición.

Dibujo de imágenes
            La conciencia elabora y la mente dibuja. Serán pues, estas imágenes de la realidad las que nos van a dirigir la percepción y el razonamiento, de todo lo que creemos ver. Todo es ilusión, todo es lo que estas imágenes nos dicen que es. El mundo real está detrás de esta percepción y por lo  tanto, detrás de la estructura mental, más allá de los 24 círculos y los 36 meridianos.

Tatwas
        El espacio está dividido en 6 tipos de energías y al registro específico de cada una de ellas por los sentidos, es a lo que llamamos tatwa (ver figura 13).

Tatwa VISUAL:
        Energía eléctrica. Este registro específico afecta al sentido de la vista y hace que funcione esta, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área intelectual.

Tatwa AUDITIVO:
        Energía magnética. Este registro específico afecta al sentido del oído y hace que funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área emocional.

Tatwa OLFATIVO:
        Energía potencial. Este registro específico afecta al sentido del olfato y hace que funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área instintiva.

Tatwa GUSTATIVO:
        Energía química. Este registro específico afecta al sentido del gusto y hace que funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área vegetativa.

Tatwa TACTIL:
Energía Mecánica. Este registro específico afecta al sentido del tacto y hace que funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área motriz.

Tatwa CENESTÉSICO - KINESTÉSICO:
        Energía Térmica. Este registro específico afecta al sentido interno, cenestésico - kinestésico, haciendo que funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área sexual.




        A la estructura genética de la máquina humana, que viene dada por los determinismos de la familia genealógica a la que se pertenece y que se rige por nociones de espacio y de tiempo, es a lo que llamamos Karma.
        El karma nos viene dado al nacer, y su posterior modificación es una tarea prácticamente imposible o al menos muy compleja y laboriosa. Es el origen de la memoria colectiva de nuestra estirpe, o linaje familiar de nuestros antepasados (memoria de tribu y memoria de especie).


CAPITULO IV

 

Tipos de respuesta.


Rol + Imagen =  YO.
Rol + Imagen + Yo = CONCIENCIA DE SÍ.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí = SI MISMO.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí + Si mismo =
                                          RESPUESTA VISCERAL.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí + Si mismo + Respuesta visceral = RESPUESTA ESTRUCTURADA.


Imagen
Primera atención: Atención dirigida al cuerpo físico.
La imagen es la sumatoria de lo que vemos en el espejo, más lo que nos dicen que somos, más lo que fantaseamos. Es la mayor de las irrealidades psíquicas que manejamos
        La imagen, el proceso de apariencia es el tipo de respuesta general dentro de nuestra cultura. El culto a la imagen ha tomado cuerpo social y se puede decir que este narcisismo primario, le es suficiente al ser humano para compensar su sufrimiento en el mundo.

Narcisismo primario.

El narcisismo primario y la imagen de uno en el espejo, es toda una dialéctica interna que tiene tal poder en el individuo, que si esto no funciona, no funciona nada.
        Debemos imaginar que un buen día descubrimos a un ser humano en un espejo y establecemos una relación dialéctica con él, sin saber que somos nosotros. Sucede que en ese instante no tenemos imagen de nosotros mismos. Sí que tenemos información de lo que nos han dicho que somos, pero que en este primer momento no es procesada. Será posteriormente cuando se sobreañada al mayor de nuestros descubrimientos, la imagen reflejada en el espejo.
        Sucede que esta imagen será una construcción que, partiendo de una realidad palpable como es nuestro hecho físico, va a ser procesada por una realidad intangible como es nuestro hecho psíquico. Será en este abismo de distanciamiento donde surja la tercera fuerza: Lo que fantaseamos que es nuestra imagen. Y la fantasía reparadora será tanto mayor, cuanto más grande sea la distancia entre el hecho físico y el proceso psíquico del dato.
        Es esta construcción tan importante para el desarrollo del hecho humano, que por sí sola consigue que la película funcione o que lo tenga que hacer de otra manera.
        Para que un ser humano funcione, lo único que tiene que suceder es que sus narcisismos lo hagan y esto, es triste y aburrido. En el fondo, estar contento sin razones de ningún tipo. Para nada necesita el ser humano de los trabajos internos. Para nada de nada si los narcisismos le funcionan. Si no es así, juguetes rotos, películas que no funcionan. En el fondo, que le digan a uno lo guapo que es y que uno esté de acuerdo, es el hecho fundamental de nuestra cultura. Tan fundamental que si esto no es así, nada funciona.
        La imagen por sí sola no le basta a un centro para definir lo que va ha hacer; es decir, solo por la imagen no hay pauta de conducta sino intento de adaptación al proceso de apariencias.
        Surgen así las identificaciones que pueden ser tantas como centros. Pero tampoco esto es así, puesto que en nuestra cultura el único centro que se educa y se somete a norma, es el centro sexual. Con esta sola lectura basta para articular pauta de conducta.
        Un individuo desde que nace es articulado en la alegría -  tristeza. Todo es alegre o triste, o todo acaba en este cómputo. Por lo tanto, todo admite una sola lectura: Alegría o tristeza. Así todo es alimento del centro sexual y solo se necesitará una identificación con algún animal de la especie, para además de tener imagen, tener pauta de conducta. Sigue así la tristeza y el aburrimiento: De seis posibles funcionamientos de un ser humano, solo se utiliza uno.

Construcción de la imagen. Lo que vemos, lo que nos dicen, lo que deseamos
        Que la imagen lo es todo, ya lo hemos dicho. Pero siendo tan poco, es tanta la torpeza de los seres humanos que ni esto se consigue en vida. Cuesta sangre, sudor y lágrimas compactar una imagen y adaptar la pauta de conducta a esa imagen.
            Las contradicciones entre rol e imagen nos llevan al máximo descubrimiento social que un ser humano hace en nuestra cultura: Que las cosas, generalmente no son lo que  aparentan. Gran descubrimiento exclusivo para intelectuales arriesgados que, cuando están con alguna copilla de más, dudan de la imagen, por supuesto de la de los demás, nunca de la propia.
        Nos podemos encontrar amas de casa pintadas y ajustadas como prostitutas de la Roma antigua, al mismo tiempo que una imagen de duro y gángster, sostenida patéticamente por alguien muerto de miedo. En el despacho de al lado está ocho horas al día sentado alguien dotado para el movimiento continuo, a la vez que nos reparte el café un auténtico cerebro en movimiento precisamente dotado físicamente, para estar sentado. Señores: Pasen y vean, el circo está servido y tiene carácter permanente. Pasen y vean, porque ni ojo vio ni oído oyó, tanto desajuste estructural.
        Dos cosas definen nuestra cultura por encima de todas las demás. La primera es que se puede encontrar cualquier cosa en cualquier sitio: Todo el mundo está fuera de su lugar. La segunda que se come cualquier cosa, en cualquier lugar y con cualquier persona. El espectáculo está servido... ¡Imposible dejar espacio para el surrealismo! ¡El surrealismo somos todos nosotros!

Rol
Dos atenciones: Atención dirigida a la conciencia
        Cuando se da una respuesta al mundo en base al papel que desarrollamos, tenemos la respuesta basada en el rol. Generalmente el papel que desempeñamos en el mundo viene dado, por el oficio que tenemos.
        Si el narcisismo primario: La imagen, no funciona; aparece el secundario: El rol que desempeñamos  en el mundo, para compensar siempre el primario roto. Sólo desarrollamos un rol si este narcisismo de la imagen no funciona.

Narcisismo secundario
        La imagen funciona de afuera hacia adentro. El rol recorre el camino opuesto: de dentro hacia afuera. Dicho así puede parecer simple, pero ampliado supone que la imagen nos construye internamente, mientras que el rol lo hace externamente. En los procesos de imagen lo social deja un amplio margen a la decisión individual; pero no es este margen tan amplio en el rol.
        Sucede que los procesos de aprendizaje cuestan dinero y este es limitado. La inmensa mayoría de la gente no puede elegir, porque no es elegir optar dentro lo posible. Se elige cuando vistas todas las posibilidades se puede optar desde un discurso no mediatizado, por la situación social.
        Aquí, como en todo lo demás, funciona un curioso sistema de convencimientos en el que todo el mundo piensa que elige, cuando es todo lo contrario lo que sucede. Solo los tejidos sociales que tienen un patrimonio asentado pueden elegir; los demás optamos dentro de lo posible. Así una vez más la ciudadanía está intentando andar, cuando hay gente que corre desde hace generaciones.
            No planteamos lo justo de esta situación; solamente diremos que participamos de un modelo de realidad en el que la lectura del músculo, es mucho más amplia que la lectura del tejido nervioso. Se necesita mucho músculo en comparación con la neurona y, guste o no, esto es lo que pensamos.
        La neurona se las arreglará como sea para que el músculo siga funcionando y no sé si se entiende esta alegoría, pero el mundo no es lo que nosotros creemos, sino lo que el propio mundo necesita y esto nos es ajeno por su hiperdeterminismo.

Tres atenciones: Atención dirigida a la mente. Primera división atencional
        Al trabajo de adecuación del rol a la imagen es a lo que llamamos YO. Es así, la sumatoria del rol y la imagen.
        La sumatoria de ROL e IMAGEN constituye el YO. Yo soy mi rol y mi imagen, y tanto mejor me funcionarán las cosas cuanto mejor adapte lo uno a lo otro. Si soy ama de casa y me visto de prostituta, mandaré al mundo un mensaje confuso que me creará problemas sociales.

Sumatoria de rol e imagen
        El Yo, eso que todos somos  -porque yo soy yo, y esto no es discutible- es algo que nadie se cuestiona. Todos tenemos imagen. En última instancia la no-imagen sería otra manera de tenerla. Todos tenemos imagen, pero pocos conseguimos compactarla.
 Una imagen concreta es algo que requiere dedicación. Cuesta muchísimo cuidar la imagen, y esto significa tiempo y dedicación.
        Uno es reconocido por su proceso de apariencia y si se es decente, mejor es aparentarlo. Si uno no tiene suficiente vocación por la imagen o simplemente no sabe arreglárselas, le queda lo otro; el rol, para ser asumido socialmente. En función del rol, uno es ubicado en un sector social y nadie recela de él.
        Si no se tiene ningún rol las cosas se ponen difíciles, porque todo el sistema de relaciones sociales está montado en función del reconocimiento social que presupone el rol.
        No existe posibilidad social fuera del desarrollo del Yo. Cualquier otra forma de articulación de respuesta es susceptible de que uno sea cuestionado  y, ¡cuidado!, que el cuestionamiento puede ser dentro de la legalidad vigente y aplicarse criterios sumamente restrictivos de la persona y de sus libertades. Dentro de este apartado los seres humanos se han inventado una ciencia que llaman psiquiatría, que defiende el funcionamiento de los dormidos y que asegura tener el control de la normalidad, aunque  no pueda definirla.
        Nuestra cultura es tan grosera en sus contradicciones que ha trazado parámetros de las alteraciones psíquicas, sin tener los parámetros de la normalidad, previamente definidos. Esto, que debería bastar para que un ser humano se acercara con la más tremenda de las humildades a cualquier manifestación humana, es pasto de lo contrario. Si se plantea algo que no se entiende se reacciona con ira y, sin más, uno es castigado por este asunto.

Cuatro atenciones: Segunda división atencional.
        A la sumatoria del Rol, de la Imagen y del Yo, es a lo que llamamos CONCIENCIA DE SÍ. Por un lado se atiende al Yo y por el otro a la conciencia.
        El ROL, más la IMAGEN, más el YO, es la CONCIENCIA DE SÍ. Esta respuesta ya no se encuadra dentro de las posibilidades de nuestra cultura, puesto que exige el desdoblamiento de la atención dirigiéndola al cuerpo físico y al campo donde uno realiza las operaciones. Aquí ya se es capaz de reflexionar.

Sumatoria del Yo y la conciencia
        Solo se pueden entender los parámetros de la conciencia por aquel ser que la posea. La conciencia es un campo que uno delimita por su propio trabajo interno y del cual se tiene un registro físico, tan neto que no ofrece dudas para el que es el feliz poseedor de semejante avance de la especie.
        Solo el que tiene conciencia puede entender la noción de conciencia de sí. Atención permanente dividida y consolidada. Ocurra lo que ocurra uno ya no se pierde de vista y, tiene permanente el recuerdo de sí.
            Si este estado permanece el tiempo necesario aparecerá el siguiente salto de comprensión que consiste, en que uno puede diferenciar lo que le pertenece y lo que le es ajeno a su fenómeno de conciencia. Es el punto de partida para entender  que la propia respuesta al mundo, está articulada sobre parámetros que uno no ha decidido, pero sobre los cuales uno ha sido construido.
        Aquí empieza la posibilidad de cuestionarse la propia pauta de conducta, al mismo tiempo que se abre la posibilidad de actuar sobre los propios encadenamientos de actos, para modificar aquellos que nos crean sufrimiento.
        No es lo mismo tener conciencia, que tener conciencia de sí. No es lo mismo tener un campo donde uno realiza operaciones formales dirigiendo la atención hacia ese punto y retirándola de los demás, que tener este campo y no perder de vista los parámetros anteriores.
        Lo primero, la atención dirigida hacia un punto determinado no es dividir la conciencia, sino dirigirla en bloque fluctuando por los cuatro ejes de una manera permanente; esto es lo que ocurre en el dormido y esto, es lo que le hace creer que está despierto.
        Si se le razona al individuo, dirigirá la atención hacia sus razonamientos y concluirá que él tiene esa función establecida, sin tomar conciencia de lo que en ese acto ha perdido. Si se le razona que ha dejado en su abstracción la atención del propio cuerpo olvidada, en ese momento dirigirá la atención hacia el cuerpo y afirmara que no es así.

Cinco atenciones: Triple división atencional.
        A la sumatoria del yo y la conciencia de sí, es a lo que llamamos: Si mismo. Por un lado se atiende al rol, más la imagen y por el otro a la conciencia, empezando a diferenciar en base al reconocimiento, lo que nos pertenece y aquello como componente que nos es ajeno. Se atiende a la operación formal que realiza la conciencia con los datos.
        El SÍ MISMO exige la diferenciación de lo que esta dentro de uno y lo que nos es ajeno. Actitud que  todo el mundo cree tener clara pero que nadie sabe en que consiste. El sí mismo es una respuesta en la que la conciencia de sí consolidada, reflexiona antes de hacer, porque descartado lo que sucede y lo que ocurre, el sí mismo se dirige a lo que acontece libre de los determinismos personales y sociales. Este tipo de respuesta es la que en nuestra cultura se hace creer al individuo que tiene. Se le hace creer que él decide y que él es el dueño de sus actos, cuando la realidad es todo lo contrario. Pero esta creencia está tan arraigada que no se puede ni discutir.

Sumatoria del Yo, la Conciencia y la Conciencia de sí
        La conciencia de sí consolidada, da paso al sí-mismo. Ya dijimos que exige una triple división atencional. Aquí la atención no solo estará pendiente del cuerpo físico; también lo hará de las operaciones formales de la conciencia, pero además condicionará la respuesta al ámbito donde esta se produce. La atención aquí está dirigida hacia afuera y por lo tanto, uno es consciente de lo que ocurre dentro y, de lo que está sucediendo afuera.
        Las anteriores respuestas estaban mediatizadas por las propias alegorías, por los propios contenidos. Aquí comienza el posible fenómeno de la objetividad, puesto que a la hora de dar respuesta ya no importa lo que uno elabora, sino lo que está sucediendo.
        El trabajo aquí sería sobre la propia importancia personal, sobre el propio prestigio. La recompensa es obvia: La toma de conciencia de que lo que uno opina no le interesa ni a uno mismo.

Cinco atenciones: Cuatro divisiones atencionales.
        A la sumatoria del yo, la conciencia de sí, y el sí mismo, es a lo que llamamos respuesta visceral, que consiste básicamente en la caída en cuenta del nivel visceral operativo de las imágenes de la conciencia. Así ubicamos por primera vez lo que decimos, en una parte del cuerpo y tomamos conciencia de la importancia del intracuerpo en las mecánicas de respuesta.
        La RESPUESTA VISCERAL estaría en el terreno de lo impensable. Consistiría en la matización de la parte del cuerpo con la que se está trabajando en el momento de la respuesta. Exige la aprehensión de la sensación interna y, por lo tanto, el control de las propias emociones. Aquí la atención ya tiene una triple división atencional consolidada: Se atiende al cuerpo físico, se matiza el contenido de conciencia y se sabe el ámbito, donde se está operando internamente. Cuerpo físico, conciencia y mente estarían aquí presentes en la toma de decisiones.
         Esta triple división atencional daría la entrada al terreno de lo que sería un ser humano. A partir de aquí es posible el análisis de la propia pauta de conducta y la corrección de esta, en la dirección que interese. Ya se podría representar cualquier papel, y no el estricto que nos adjudicaron. Lo que realmente caracteriza a nuestra especie, es que podemos representar cualquier papel, cuando el león solo puede hacer de león.

La respuesta visceral
        Si el problema hasta aquí era de videncia, de captación de las imágenes internas y de su posible interpretación, a partir de ahora el problema es de sensitividad, de interpretación de las propias sensaciones, principio y fin del saber lo que está ocurriendo.
        La vía de la sensación es la vía que termina en las emociones y son estas en principio, nuestro apoyo más directo en el trayecto de la sensación. Ocurre que las emociones están dotadas de contenidos específicos dentro de la cultura en la que uno está inmerso.
        Las falsas emociones han llenado tanta literatura que no podemos más que añadir, que nunca una emoción es falsa; lo que puede ser falso es el contenido con el que se procesa esa emoción, lo que cambia radicalmente el objeto de estudio.
            Si en una situación en la que me tengo que reír, me dan son ganas de llorar, yo tengo la razón,  no la cultura con sus contenidos mentirosos. Si en una situación en la que la norma social me dice lo que tengo que sentir y resulta que no lo  siento, nada podré hacer en esta vida porque las cosas sean de esa manera, y a esto es a lo que llamo: Respuesta Visceral.
        Todas las emociones son falsas, porque el proceso de sensación solo surge cuando nos atrapamos en los contenidos viscerales que se han movilizado. Todas las emociones son falsas, porque las cosas son lo que son, pero no tienen porque atascar la energía y dar paso a un proceso de sensación que dilata en el tiempo los contenidos, para darnos tiempo a analizarlos.
        Si aceptamos que hay falsas emociones, aceptamos que las hay verdaderas, y no es el problema saber si una sensación es una emoción falsa o verdadera, sino porqué las culturas han transformado las sensaciones internas en emociones, dotadas de un contenido específico.
        No son las ideas las que hacen peligrosa una cultura, sino la manera específica de procesar la sensación interna ligada a unos determinados contenidos. Es la víscera la que articula sensación y esta ni es falsa ni es verdadera: Es sensación  interna. Son las culturas las que han llenado de auténtico terrorismo emocional, lo más inteligente que tiene el ser humano.
        De la sensación interna a la emoción, hay mucho camino; el camino que ha recorrido una cultura para consolidarse con sus valores, sus categorías y sus logros. Lo real es la sensación interna, lo cultural es la emoción y esta debe ser aprendida e interpretada.
            Cuando un ser humano toma distancia de sus propias emociones e intenta centrarse en su sensación interna, está  dentro de la respuesta visceral. Aquí la emoción circunstancial y propiciada por el ámbito, ya no influye en el fenómeno de respuesta. Ya no existe ese doble camino a la conciencia para que el impulso de respuesta se desplace a un área, sino que la sensación primaria es procesada con sus datos y se dirige el impulso de respuesta directamente al área que corresponde, para dar respuesta.
        Conseguir en vida desasirse del proceso cultural con el que uno ha sido manipulado desde el nacimiento, sería un logro de tal magnitud que es impensable el conseguirlo. Sería algo así, como no tener sensaciones internas procesadas como: Miedo, emoción, angustia y ansiedad.

Seis atenciones: Cuatro divisiones atencionales.
        Cuando la atención es capaz de informarnos de lo interno y de lo externo pudiendo direccionar la posible respuesta a lo que nos rodea en cada momento, sin tener en cuenta la propia sensación o el propio pensamiento, surge la respuesta objetiva.
        La respuesta objetiva tiene las cuatro divisiones atencionales consolidadas. Aquí se amplía el campo no solo al control de lo que uno siente, sino también a lo que uno piensa, que sea lo que sea carece de la más mínima importancia. La aprehensión de la realidad exige de un posicionamiento en lo neutro y aquí ya está trascendido lo que uno es, y lo que uno cree. Ambas cosas dentro de esta respuesta, serían puras anécdotas.
        Dentro de las posibilidades del ser humano está la objetividad, pero esta no puede ser aislada del método. Cuando hablamos del método hacemos referencia a las metodologías del pensamiento, a la existencia de máquinas que posibilitan mediante disciplina, la organización del proceso del pensamiento.
        Ya sé que todo el mundo piensa, pero para el común de los mortales pensar es pedir datos de memoria y asociarlos en un encadenamiento aparentemente aleatorio. Aquí estamos hablando de la organización de esos datos en función del método, y de toma de decisión en función de esos resultados.
        La cosa sería fácil si supiéramos que variables intervienen en un problema, pero sucede que la ausencia de método es la que propicia que se trabaje con unas variables que se modifican según las circunstancias,  y así nos va.
        Para tener una metodología del pensamiento es necesario conocer previamente, la estructura compositiva de las cosas y de las personas. Es necesario por tanto, tener un modelo de realidad que abarque los tres reinos: Mineral, vegetal y animal que defina la realidad como forma, materia, energía e idea, a la vez que pueda extrapolarse el conocimiento de los modelos físico, psíquico, mental y kármico.

Respuesta estructurada

Seis atenciones: Cinco divisiones atencionales.
            Cuando estamos en posesión de un método capaz de analizar lo que nos rodea, y gestionar a través de la conciencia, de lo físico, lo psíquico y lo mental, podemos optar  a la respuesta estructurada que apoyándose en el método, puede dar respuestas ajenas a nuestra propia operativa. Es imposible alcanzar este nivel de respuesta sin un modelo de realidad cósmico, psíquico y físico, y sin un método que estudie y relacione: Objetos y personas.
        La respuesta estructurada va un poco más allá de la objetividad, ya que en esta, solo se tiene en cuenta la propia vivencia. Si somos capaces de dar una respuesta estructurada, solo podremos hacerlo mediante un método de pensamiento que nos estructure la posibilidad hacia el otro. Aquí uno está trascendido y ejecutaría actos que tienen su interés puesto en el otro; esto sería tan difícil como escalar el Everest con una hemiplejia. Si el propio interés es trascendido y se consigue ejecutar un acto en el que el primer beneficiado no sea uno mismo, es que no estamos en este mundo sino en uno que yo no conozco. Esta respuesta sería la trascendencia en vida, incompatible con el proceso de vida tal como lo conocemos.

La respuesta cósmica
Estructurar una respuesta es pensar en los datos que componen el problema, y someterlos a leyes de ámbito universal.
        Dentro de las posibles respuestas estructuradas estaría la respuesta cósmica como aquella respuesta que tiene en cuenta, una cosmogénesis o un conocimiento de las inercias cósmicas y que en función de este conocimiento, se condicione la posible operativa en un campo donde el espacio y los tiempos de conciencia, están trascendidos.
        El tiempo no existe, es más, solo existe lo que nosotros condicionamos para que exista. Solo existe lo que es percibido, por lo tanto es nuestra definición de intereses la que determina lo que existe. En este tipo de respuesta lo que existe está determinado previamente, y se condiciona lo que se responde a lo que previamente se ha determinado que existe.

CAPITULO V

 

Relación entre sentidos y tipos de memoria

        La memoria primaria es recuerdo de sensaciones, y la memoria secundaria lo es de pensamientos. Ambas memorias tienen sus códigos mentales y sus almacenamientos  geométricos. Son estas geometrías las que participando estructuralmente del cuerpo físico, se organizan como imágenes en la conciencia: El lenguaje hablado o escrito que hace posible su trasmisión, no es más que el juego de las vías asociativas y abstractas sobre este código geométrico. El mejor organizador de la energía es sin duda el lenguaje y este, es el único valor que aquí se le reconoce.
        La sensación interna es memoria primaria. Solo hay una sensación interna que da lugar a las más variadas traducciones, según el lugar donde se ubique la sensación de hambre o de miedo. La única diferencia que tienes es el contenido formal con el que se procesa dicha sensación en el tiempo. Si tenemos hambre y nos dan un gran susto, el hambre se convierte en miedo. Los resultados de traducción de la sensación interna, son circunstanciales y dependerán del ámbito en el que estemos y del momento.
            Esta noción de centro de gravedad no puede ser entendida sin aceptar de antemano, que todos los seres humanos recibimos al nacer seis  trozos de tarta, cada trozo de una tarta diferente. Ocurre que el volumen total que recibimos es el mismo para todos, pero los tamaños de cada trozo son diferentes según un determinismo cósmico. De tal  manera, que si el mayor trozo de la tarta corresponde en un individuo al sexo, toda la traducción interna de sensación será deseo sexual y se trasformará en ganas de comer, si el centro de gravedad es vegetativo.
        La sensación de respuesta es memoria primaria. El primer impulso de respuesta procedente del centro de elaboración y por tanto de la conciencia, también lo es. El segundo impulso de respuesta es memoria secundaria y es el que se dirige al área. En este caso ya no hay sensación interna a procesar, pues una vez dada la respuesta la sensación se ha transformado en emoción, y será emocional por tanto, la decisión de respuesta que tomemos en ese momento. Es muy gracioso que toda respuesta tenga un código emocional que está en función, de la misma respuesta y no en base a la sensación interna. Será este segundo impulso de respuesta el que nos permitirá integrar en la decisión final que tomemos, las matizaciones culturales y por lo tanto distorsione en la respuesta la autentica sensación interna, por la supravaloración de los contenidos emocionales y de pensamiento de cada una de las culturas en las que estamos inmersos.
        La memoria primaria -ya lo hemos dicho- es memoria  de sensaciones e integra los sentidos internos: Cenestesia y kinestesia. La memoria secundaria es memoria de pensamientos e integra los sentidos externos: Vista, oido, olfato, gusto y tacto (ver figura 14)


CAPITULO VI

 

Relación entre niveles de conciencia y estímulos.

        El estímulo intrauterino se corresponde con los niveles de sueño y semisueño. El estímulo de la vida ordinaria corresponde a la vigilia y a la conciencia de sí. El estímulo cósmico será la conciencia objetiva y la conciencia cósmica (ver fig. 15).
        No es fácil la consolidación de un estado de conciencia.


Relación entre atención y niveles de conciencia

        La atención dirigida al cuerpo físico corresponde al nivel de sueño. La brutalidad y enajenación que se produce cuando un individuo es su cuerpo y nada más, solo es comparable a las bestias.
         Extrañará que digamos que la atención dirigida a la conciencia es semisueño, pero se comprenderá fácilmente que la atención dirigida a la conciencia, implica que esta se centre en las imágenes internas que se producen en un continuo estímulo con el mundo, impidiendo que la atención trabaje con otro tipo de estímulo que no sea el que procede del intracuerpo.
        La atención dirigida a la mente, es atención con nivel de vigilia ordinario y por lo tanto, se está pendiente de lo que ocurre a nuestro alrededor. Este sería el caso del ser social que pendiente de los ritos y ceremonias parece que ni siente ni padece. Todo lo que le ocurre, es perfectamente asimilado como si de un recogedor de todo tipo de sustancias se tratara.
        Si uno en vida es capaz de hacer un primer desdoblamiento atencional, surgirá la atención dirigida al cuerpo físico y también a la conciencia. Esto que es el principio del despertar, es una situación que por su rareza es digna de tenerse en cuenta; alguien atento a su cuerpo y a lo que su conciencia elabora. Las matizaciones sucesivas de lo que uno elabora incluido lo que uno siente, llevará a la conciencia de sí, es decir; a la sumatoria del yo y la conciencia. Este sería un ser de índole extraordinaria y muy difícil de encontrar en el mundo… ¡Alguien dotado de decisión propia que se ha tomado nada menos, que el permiso para pensar! Este individuo es peligroso para el orden social y, generalmente es perseguido y fusilado en casi todas las culturas.
            Si se puede establecer una triple división atencional y se consigue atender a la conciencia, al cuerpo físico y a la mente, estaremos en el tipo de hombre que ya puede manejar  sus contenidos y dar una respuesta al mundo que tenga como base, lo que ocurre a su alrededor más lo que ha reflexionado sobre los datos que le llegan. Aquí empiezan las garantías de una conciencia objetiva que puede en un momento dado, prescindir de lo propio y optar por el método en la toma de decisiones.
        Cuatro divisiones atencionales marcarían el mínimo de una conciencia cósmica, en la que la estructura del absoluto ya no es ajena, y donde las decisiones tienen como base el sentido específico con el que se opera: La acomodación a las leyes cósmicas por encima de las leyes humanas (ver fig. 16).



CAPITULO VII



Proceso de sensación y proceso de pensamiento


        Dentro de nosotros hay sensaciones y pensamientos, se podría decir que la historia de la humanidad consiste en adecuar los unos a los otros. Los procesos de sensación se acaban traduciendo como emociones. Los procesos de pensamiento como ideas.
        Podemos dividir  al ser humano en seis nociones fundamentales: Instinto, sexo, vegetativo, motricidad, emoción e intelecto y así, podremos trazar el camino de lo primero a lo segundo, es decir, de la sensación al pensamiento.

La sensación:

        Nace en el instinto, sigue por el centro vegetativo y acaba en el centro emocional. Si hay dificultades aparece como sistema de alarma, la tan conocida angustia.

El pensamiento:
        Nace en el sexo, sigue por la motricidad y acaba en el intelecto. Si hay dificultades se traduce como ansiedad.
        Tiene razón el que dice que la angustia es una sensación y la ansiedad un pensamiento.
        Ocurre en nuestra operativa que la sensación y el pensamiento no pueden andar por separado y aparece una segunda manera de manifestarse la energía. Así, a la sensación: Instinto, le acompaña el pensamiento: Motricidad. Al pensamiento: Sexo, le acompaña la sensación: Emocional y por último a la sensación: Vegetativa, se le suma el pensamiento: Intelecto.
        Entender estos dos caminos de manifestación de la energía es entender mucho y, si se es capaz de llevarlo a la práctica diaria, se convierte en una buena guía de la pauta de conducta.
        Al final de la primera parte se incluye un esquema            -pequeño análisis-, del recorrido que hacen las energías por el laberinto  de nuestro psiquismo en estática. Lo primero que se recibe en la estructura mental es el estímulo cósmico: tatwas. Desde la mente el estímulo se desplaza  al cuerpo físico y en este, se moviliza la memoria primaria -memoria de sensaciones- y al ser procesada esta memoria por la conciencia, se trasforma en impulso de respuesta. Es este impulso el que moviliza la memoria secundaria o memoria de pensamientos, que recoge nuevos datos de la estructura física y que devueltos a la conciencia, darán origen al impulso secundario, que trasladado al área correspondiente, dará la respuesta definitiva hacia el mundo.
            El impulso de respuesta es pensamiento. La sensación de respuesta es emoción. La sensación es más rápida que el pensamiento, pero sin el campo de la sensación son imposibles los pensamientos. Si somos capaces de pensar es por que somos capaces de mantener una sensación dilatada en el tiempo, un clima que hace posible que se mantenga la  operativa. De aquí a razonar que todo lo que pensamos tiene como base un proceso emocional, no hay ninguna distancia.
        También se podría decir, que se piensa porque hay dificultades emocionales lo suficientemente intensas, como para mantener un clima o una pasión.

CAPITULO VIII

Relación entre sentidos y tipos de estímulo

        En el estímulo intrauterino solo se pueden activar los sentidos internos: Cenestésico y kinestésico.
Los estímulos de la vida ordinaria son multisensoriales; llegan por todos los sentidos  a la vez.
Los estímulos cósmicos -tatwas- son unisensoriales y solo afectan a un sentido determinado con una ciclicidad que tiene su origen, en un determinismo cósmico específico.
Existen veinticuatro tipos de días distintos, cada uno de ellos con un ciclo sensitivo diferente. La máxima complejidad corresponde a uno de estos veinticuatro días, con  treinta y seis ciclos de cambios sensitivos y la mínima, a un día de diez ciclos de cambios sensitivos.
        El tatwa del olfato activa el centro instintivo -energía potencial-. El tatwa auditivo activa el centro emocional             -energía magnética-. El gusto activa el centro vegetativo         --energía química. El tacto activa el área motriz -energía mecánica-. La vista activa el centro intelectual -energía eléctrica-. Por último hay un tatwa específico para el centro sexual, que se nutre de la sensación interna: Cenestesia y kinestesia -energía térmica-.
            No podemos sino repetir la importancia de este concepto: Es en los sentidos donde se organiza la vida y todo lo que impida el recorrido natural energético por estos, será trabajo  equivocado de uno hacia su propia máquina y, pronto o tarde, se manifestará en el cuerpo físico como enfermedad o sufrimiento .
        De esta noción simple de respeto a la propia condición humana, se puede comprender lo que significa el fenómeno de la productividad, auténtico terrorismo contra la especie, dentro del quehacer humano.
        Si se deja libre de contenidos y por lo tanto, de estructuras de obligación a la conciencia, esta no se pierde en un abismo insondable, sino que organiza su quehacer alrededor de la linealidad del absoluto. Nada más apartado de la esencia del quehacer humano que las organizaciones actuales, basadas en criterios productivos que en nada ayudan al individuo (ver figura 17).


CAPITULO IX


Relación entre niveles y estados de conciencia.


Los niveles de conciencia son:

Sueño, semisueño, vigilia, conciencia de sí, conciencia  objetiva y conciencia cósmica.

Los estados de conciencia son:

Negación, duda, búsqueda, creencia, experiencia y certeza.

No confundir niveles y estados de conciencia.

El sueño da un estado de negación.
Aquí no hay posibilidad. Si encontramos un ser humano que carece de dudas, es que está en el estado de sueño. Cualquier político sabe lo que hay que hacer y si no lo hace, es porque no le dejan. Esta gente está en un sueño profundo y permanente.
        El sueño y la negación están en el área y el centro instintivo. La sensación y el impulso están en el centro. La respuesta está en el área.
El semisueño y la duda van unidos
Es el principio del despertarse: La duda. Aquí el centro y área sexual lo son todo, y si anteriormente las mecánicas  pasionales eran la evidencia, aquí son los deseos y su estructura formal: Pensar continuamente en lo que no se tiene, y no aprovechar aquello que se nos ha dado. Dentro del deseo, la seducción y el ser querido, serían las pautas a desarrollar y el auténtico viacrucis de millones de personas.
        Conviene aclarar aquí la diferencia entre solución y compensación. Solución será aquello que depende de uno mismo; compensación lo que depende de los demás. Decimos esto porque son legión las personas que buscan solución en el ser querido y esto, no depende de uno. Por lo tanto, será como mucho y si se consigue, compensación, pero nunca solución.
        No deberíamos optar más que a aquello que depende de nosotros mismos, pero sucedería entonces que tendríamos un largo camino de renuncias en el medio social; además la renuncia se convierte en impotencia, y esta es más difícil de tolerar que la misma renuncia. Si siguiéramos este camino quizás tendríamos que optar, por estar sentados la mayor parte del tiempo y esto sería incompatible con el hecho social de ser importante. Se es importante cuando no se tiene tiempo libre. Si se opta por auténticas soluciones es poco lo que podemos hacer. Pero… ¿Dónde está escrito que tengamos que hacer algo? Lo que más le asusta a un gobierno de cualquier país, es que sus ciudadanos no hagan nada.
        En nuestras culturas europeas el deseo individual  lo es todo, hasta el punto de que no sabemos diferenciar entre deseo y necesidad. Los deseos individuales han pasado a ser necesidades… ¡Y así nos va!
Vigilia y búsqueda

        La vigilia ordinaria son ya un estado excepcional. Poca es la gente que busca, y poca la gente que se mantiene despierta el tiempo suficiente para estar alerta. En nuestras culturas, al menos en la española, solo están despiertos los delincuentes y los marginados. Por ejemplo: Los homosexuales, la alerta permanente que mantienen en un medio hostil, les mantiene en búsqueda. El resto, ya encontró en la comodidad y la complacencia su medio de vida.
        En el estado de vigilia se altera la percepción, pero no en el orden de percibir algo nuevo, sino en que uno puede mantener la atención dirigida a un sentido. Aquí comienza la apercepción y algo que parece fácil, transforma el universo de lo percibido: Todo se ve de otra manera.
        La búsqueda permanente es un estado de alteración continuado. Es muy difícil mantener este estado, porque el resto de los que te rodean optó por la comodidad de los contenidos culturales. Todo el mundo parece tener su sitio, menos uno, que lo anda buscando. Sucede que el proceso de apariencias consolidó en los que te rodean el trabajo de aparentar lo que no se posee: Una situación de creencia previamente sometida a experiencia.
        El estado de vigilia y la búsqueda se asocian al centro y área vegetativa. En el fondo la identificación de sustancias tanto internas como externas es lo que nos hará sabios, o nos llevará a la enajenación permanente.
            El problema de la identificación de sustancias es serio, ya que estas se identifican por sensación interna que es previa a la posible alteración física que generan, y se necesita de una  gran limpieza psíquica para poder decir simplemente lo que uno puede o no puede comer. Las ideas como los alimentos, tienen una realidad física. Depende de lo que pensamos el que podamos seguir adelante o no. Al mismo tiempo un ser humano piensa según lo que come, y esta realidad tan absoluta, es totalmente ajena a nuestra cultura.
       
La conciencia de sí, liga con la creencia.

        Creer en algo es una estructura complejísima que se mantiene en pie solo por la voluntad, que es irracional. Una creencia no se puede discutir: Es algo que computa nuestra pauta de conducta y que hace posible que los planes se lleven a cabo. Solo cuando estos fracasan, se hace lectura de falsa creencia. Una idea en la que se cree se puede variar, mientras no genere dinero. Es como una forma determinada de ser: Se puede cambiar mientras no genere dinero, si lo da, ya es inamovible.
        La conciencia de sí y la creencia, tienen su correspondiente lectura en el centro y área motriz. Sin duda son las creencias las que dotan al individuo de movilidad. Es imposible moverse por algo en lo que uno no cree, y no importa el nivel de racionalización de una creencia; simplemente movilizan y esta solo se somete a razonamiento de nuevo, en caso de fracaso.
        El sí mismo se asocia a la experiencia y ambos, al área y centro emocional.
            Realmente lo que hace que un ser humano pueda  manejarse, es el control específico que pueda ejercer sobre sus estados emocionales. Se debe pensar que esto no tiene  nada de sencillo puesto que generalmente nos manejamos por climas y pasiones.
        El clima sometido a un plan es lo fundamental a entender, y lo que nadie puede desenredar. Quedarse sin pasiones es como quedarse sin nada que hacer en este mundo, y es un estado al que no se llega por propia voluntad, sino por una multiplicidad de factores que no dependen de uno. Si esto se consigue se pasa a la interpretación de estados climáticos y al entendimiento de situaciones que tienen como base, pequeños proyectos vitales que de ninguna manera se dilatan en el tiempo, como los procesos pasionales.
        Se debe entender que si uno se maneja pasionalmente, el futuro es lo que interesa y los planes a futuro lo son todo. Evidentemente solo el fracaso absoluto de todo lo que uno es y hace, nos podrá sacar de este estado de huída permanente hacia delante.
        Entendemos que nadie es capaz de planificar sus propios fracasos y que solo es posible esto, desde la confusión llevada al límite de lo irracional. Sin embargo, puedo asegurar que esto sucede y que además, es posible retomarse desde esta situación de fracaso total. Si esto surge, en algún momento aparecerá el posible fenómeno de aclaración del pasado a través de situaciones climáticas ya comentadas, estas son el arrastre de emociones que uno maneja mal. Poco después deberemos entrar en el presente y en la vivencia de las situaciones emocionales que constantemente, nos propicia el simple hecho de estar vivos.
            Se desprende de este pequeño análisis que nadie vive emocionalmente, sino que se funciona pasionalmente con climas fijos, que posibilitan la acción de futuro. Entrar en el campo de las emociones, es desprenderse en un larguísimo camino del pasado y del futuro,  y esto es tan difícil como que un camello pase por el ojo de una aguja.
        Aquí, como en apartados anteriores, nada se saca de la discusión con los dormidos que continuamente utilizan las emociones del momento, para afianzarse en sus convicciones pasionales. Si uno se molesta en preguntar, todo el mundo sabe y maneja bien sus emociones; nadie está descolocado en este mundo. Solo cuando la acumulación de errores hace que un ser humano de las familias de los dormidos se desborde o se descontrole, pasará a cuestionarse su manejo. Pero tranquilos, que durara lo que dure su catarsis emocional y saldrá más afianzado que nunca de sus propias convicciones y errores. Solo si el desajuste es lo suficientemente intenso, se producirá una crisis permanente que también la tienen resuelta: Al manicomio y nada más.

Conciencia objetiva.

El sí mismo sería la entrada firme a la conciencia objetiva y el principio de una posible utilización del centro intelectual. Piénsese que todos los centros tienen parte intelectual y, por lo tanto, todo el mundo piensa. El instintivo, el sexual o el motriz, piensan. Ocurre que sólo piensan dentro de su centro y así, todo lo que se produce es producto rastreable dentro de ese centro.

            Para que un ser humano llegue a utilizar la cabeza, tiene que ocurrir un auténtico milagro energético, no exento de problemas múltiples de salud. El camino  hacia la cabeza es  un camino de calamidades, que solo se pueden aceptar desde la más absoluta  indefensión hacia todo lo que le ocurra a uno.

Conciencia cósmica.

        La conciencia objetiva y la cósmica, solo pueden ser entendidas a partir de la aclaración del centro emocional, y esto solo puede estar conectado con estados de certeza donde la creencia por experiencia, ya no puede ser sometida al proceso de duda. Aquí ya no se discute, ni se afirma, ni se niega. La paradoja está trascendida y el proceso de contradicciones también. No hay sufrimiento, pero tampoco hay proceso de vida, entendida esta como preocupación por lo que ocurre alrededor de uno.
        Los procesos de sufrimiento tienen como base, la indestructible creencia en los procesos de placer. Y sabemos que por nada del mundo alguien cuestionaría la existencia del placer, por mucho que diga que piensa y cree, que el sufrimiento no existe (ver figura 18).



CAPITULO X

 

La noción de espacio


        Al eje físico le pertenece un espacio físico: Es el que ocupa nuestro volumen en el espacio. Ocurre que nuestro volumen es una representación al igual que nuestro esquema corporal. Hemos tomado noción de ello a través de un sinfín de sensaciones y hemos concluido que en base a esas sensaciones, nuestro cuerpo físico existe.
        No podemos dudar del fenómeno de percepción, pero ocurre que esta se estructura como el neutro fabricado por la conciencia después del análisis de dos movimientos, de dos energías rastreables desde el punto estricto de la geometría euclidiana. Dos energías que se mueven constantemente y que delimitan, en su percepción, un objeto o persona representada bajo estrictos parámetros culturales. Ocurre dentro de esta fenomenología que representamos la existencia de un hecho corporal como representamos todo lo demás; es decir, el espacio físico existe en la medida en que existe el fenómeno de conciencia pura representación dentro de un campo que nos es conocido y que a su vez, mantiene unos límites que se han fijado dentro de los parámetros biológicos. Se puede concluir que el espacio físico es un espacio imaginario dentro de una biología alucinatoria.
            El eje psíquico añade un nuevo parámetro a la percepción estructurada del espacio y es el asumir que lo percibido es una estructura de los tiempos de conciencia. Así, pasado, presente y futuro, condicionan otro eje inexistente que es la pobre concepción que tenemos del fenómeno tiempo. Cada vez que representamos algo nos reímos del tiempo real y lo paramos en el presente. Así nos quedamos complacidos de nuestra propia originalidad. Esta consiste en la fijación de una imagen mediante el fenómeno de la contemplación y, como podemos fijarla por tiempo indefinido en función de nuestras necesidades, el convencimiento de lo representado es de carácter absoluto. El espacio psíquico es tiempo psíquico y no puede ser separado el uno de lo otro. El espacio psíquico es así un espacio virtual, que se acomoda a nuestra representación cultural.
        El eje mental es el espacio real puesto que es nuestra estructura en contacto con lo que existe. Y lo que existe es el espíritu: Millones de formas en continuo movimiento que son la explicación causal de todo lo que existe. Estas formas pertenecen a un espacio que es la negación del mismo, puesto que no puede ser fijado por los tiempos  de conciencia y son el sostén de todo lo que existe, puesto que nosotros mismos las consumimos para poder seguir vivos. En este espacio la realidad es lo contrario al hecho de la representación, puesto que se ha trascendido el sentido de la vista y se ve con el ojo del espíritu. Localizarlo es muy sencillo; simplemente hay que percibir de la misma manera con los ojos abiertos que con los ojos cerrados.
        El espacio es un compuesto de tres condiciones: Por un lado lo que representamos; por otro, los tiempos de conciencia y, en tercer lugar la traducción del hecho mental como espacio espiritual. 
Será el espacio mental el que preste su adimensionalidad teórica al fenómeno del desplazamiento por campos que en principio, pueden no ser de nuestra propia estructura.
        Será el campo mental el espacio real donde podemos llevar a cabo un hecho de vida del que no podemos estar seguros, ni siquiera en su dimensión física.
        Puede ser todo una escenografía, donde los primeros representados seamos nosotros mismos y donde la comedia de la vida, alcance su broma más gloriosa: La no-existencia de nada.

ESPACIO:
Supraestructura de la conciencia. Lectura que los sentidos hacen de la materia.

ESPACIO FISICO:
Espacio imaginario construido en base a la biología. Cuando la conciencia hace la lectura biológica del eje físico, construye un espacio imaginario en base al esquema corporal.

ESPACIO PSÍQUICO:
Espacio virtual deformable según el tipo de operación. Cuando la conciencia realiza operaciones y concreta objetos, los representa dentro de un espacio virtual que se adapta al tipo de escenografía representada, tan imaginario cómo el anterior se diferencia en base a la no concreción de limites, como ocurría con el espacio corporal.

ESPACIO MENTAL:
Negación del espacio en base a la lectura de la otra realidad, la espiritual. La conciencia no puede fijar operativa dentro del movimiento perpetuo, pues las cosas aparecen en el orden en que se las necesita. El espacio no escapa a esta ley, y la noción de espacio mental es la negación del mismo, porque el vacío existente fuerza a una lectura continuada de la forma, sin poder concretar si se hace desde dentro o desde fuera de esta. Somos contenido y continente y ambas cosas se manifiestan a la vez.

        Nuestra cultura necesita de los tiempos de conciencia más que de los números, porque sin estos tiempos y sobre todo sin la existencia de un pasado sufriente o placentero, el futuro no existe. Este parámetro cultural es insalvable desde la estructura del acto tal como lo conocemos y, sobre todo desde el proceso de pensamiento y de las secuencias lógicas, tal como la cultura nos las ha estructurado.
        Parece como si el proceso de pensamiento tuviera que encadenar sus organizaciones a fin de conseguir algo, cuando la realidad es que la conciencia lo que necesita es ver el camino recorrido desde que se empieza algo hasta que se acaba. Pero después prescinde del resultado porqué éste ya no le interesa. En otras palabras, la conciencia necesita en ciertos momentos hacer, pero sin orden alguno y sin la consecución teórica de un fin. Todo el hecho de los tiempos de conciencia aparece, cuando al individuo se le fuerza para llevar a cabo tareas que no tienen ningún sentido.
         El futuro existe en la misma medida que existe un pasado sufriente. Ya hemos dicho que esto, en nuestra cultura es la garantía de los procesos de producción. Por lo tanto, ¿Cómo no tener un futuro compensatorio de todo lo que nos han hecho? La lectura del presente está mediatizada por estos dos tiempos y aún así, casi todo el mundo consigue que el presente esté ahí, y adecuada mediante un auténtico milagro operativo su respuesta a este hecho. Después ocurre lo que ocurre: Que se ejecutan actos en el presente que tienen como base el pasado y como estructura permanente el futuro, y esto no es así.
        Que pasado, presente y futuro sean uno y la misma cosa... ¡Casi nada! Es decir, que el presente, el acto que se ejecuta en el presente carezca de esta estructura y tenga sentido en sí mismo.
Tiempos de conciencia:
Supraestructura de la conciencia. La pulsión es la mínima unidad de carga para organizar la supervivencia, es esta organización la que hace posible la aparición en base a la operativa de los tiempos de pasado presente y futuro. El pasado es acumulación de datos en base a memoria, el presente es recepción de estímulos y el futuro, es la adecuación de estas dos cuestiones anteriores para poder sobrevivir.

PASADO:
Acumulación de datos en base a memoria de las experiencias. En la ejecución de actos, existe una organización de las imágenes internas para poder llegar a realizar algo. Esta organización es operativa en cuanto al logro externo y se lleva a cabo en base a los datos de experiencia. Cuando la memoria tiene que realizar algo conocido, aparece el tiempo de pasado.
PRESENTE:
Cuando la conciencia está sin operativa de imágenes y sin proceso de motivación ni de interés, aparece el presente, la atención dirigida a aquello que nos esta ocurriendo. Este tiempo deja de existir en cuanto intentamos alguna realización de cara a objeto o de cara a persona. Si la atención no esta dirigida a nada en concreto y la conciencia esta en reposo operativo, aparece el presente.

FUTURO:
Si organizamos las imágenes internas de cara al logro, lo hacemos basándonos en los datos de pasado y por lo tanto, planificamos secuencias de movimientos que tienen como fin la organización de la supervivencia. En la medida  que nos podamos adecuar a esta realidad de las imágenes, estaremos en el futuro. La existencia de futuro tiene como base la operativa interna de la conciencia, pues si no hay operativa de conciencia no hay futuro, ni tiempo, ni espacio. La incertidumbre de un manejo sin tiempo y sin espacio, genera la aparición del futuro como estrategia hacia el miedo básico de no saber lo que nos va a ocurrir, en el fondo, el miedo de los miedos: El miedo a la muerte.

CAPITULO XI



Espacios y tiempos de conciencia

        La posible respuesta de presente está en el espacio físico y no puede ser de otra manera. Son las necesidades las que nos ubican en el presente y las que mediatizan los tiempos de conciencia.
        El espacio virtual que se fabrica en la conciencia es el tiempo de pasado. La conciencia funciona mientras lo hace el pasado. Cuando este está aclarado lo está el fenómeno de conciencia. Así es fácil saber si alguien ha trabajado adecuadamente su pasado: Si le funciona el fenómeno de conciencia, no lo ha hecho bien. Sucede que si los tiempos están trascendidos también lo está el fenómeno de conciencia.
        Si se transciende el fenómeno de conciencia se ha trascendido la operativa que lleva las secuencias hacia un fin, y por lo tanto se entra en otra ejecución de acto (ver fig. 19)


CAPITULO XII

 

Imágenes, espacio y tiempo

        Todas las claves del psiquismo humano están escondidas en las imágenes que nuestra conciencia fabrica y que nuestra mente dibuja.
        Todo lo que un ser humano necesita saber de sí mismo, de los demás y del medio que le rodea, está en estas imágenes que son las que dirigen nuestra pauta de conducta, el origen y fin de todas las vivencias emocionales y el rastreo de todas las sustancias.
        Todos los espacios que conocemos y todas las relaciones que hacemos entre espacios y tiempos de conciencia, están ahí. Los espacios que nuestra conciencia analiza son los espacios del intracuerpo. Lo que dentro de esta escenografía se mueve, son nuestras propias dificultades y las sustancias que en ese momento, se están procesando.
        El psiquismo es hormona y sistema nervioso vegetativo. Una dificultad psíquica es el procesamiento de un tejido dentro de parámetros de falta del mismo.
        La alegoría lo es todo. Lo otro, la posibilidad de describir las cosas con un lenguaje que se aproxime a lo que es, está por inventarse.
            Cuando hablamos de anclaje visceral geométrico, estamos haciendo referencia a un concepto complejo que engloba por una parte, nociones de memoria; por otra, espacios físicos que están en función de las vísceras huecas y macizas, y en último lugar a la geometría estricta con que la memoria recaba y almacena datos que llamados desde lo físico, pertenecen en realidad al campo mental.
        Que las vísceras huecas prestan sus espacios para que las vísceras macizas estructuren sus contenidos, es para  mí otra realidad desprendida de la interpretación de las imágenes internas.
        Una imagen interna está estructurada entre vísceras y son sus contenidos de una terrible dinámica. Quizás el oficio interno de una persona pueda testearse de esta manera tan sencilla. Cuesta trabajo parar una imagen, puesto que esto equivale a parar el mundo. Cuesta trabajo y tiene sus riesgos físicos. Se debe pensar que el cuerpo es más sabio que uno, y por lo tanto, este actúa correctamente. Si no se sabe nada puede surgir el accidente si se intentan maniobras de las que no se tenga absoluta certeza.
        Estas imágenes son las que dirigen la respuesta y hacemos hincapié en un tipo específico de imágenes internas: Son las imágenes de la felicidad. Estas imágenes son auténticas síntesis de cada centro que planifican toda el área de conducta, y todos tenemos miles de imágenes insertadas de como conseguir la felicidad. En nuestra cultura cuando un individuo está mal, todo lo que hay como recurso y solución, empeora su situación. De tal forma esto es así, que los nuevos problemas creados por la supuesta solución son tan abrumadores, que hacen que se nos olvide el problema inicial.
            Son estas imágenes de la felicidad las que engendran un desajuste enorme entre lo que deseamos y lo que conseguimos y es este desajuste el que consigue que la  espacios físicos que están en función de las vísceras huecas y macizas, y en último lugar a la geometría estricta con que la memoria recaba y almacena datos que llamados desde lo físico, pertenecen en realidad al campo mental.
        Que las vísceras huecas prestan sus espacios para que las vísceras macizas estructuren sus contenidos, es para  mí otra realidad desprendida de la interpretación de las imágenes internas.
        Una imagen interna está estructurada entre vísceras y son sus contenidos de una terrible dinámica. Quizás el oficio interno de una persona pueda testearse de esta manera tan sencilla. Cuesta trabajo parar una imagen, puesto que esto equivale a parar el mundo. Cuesta trabajo y tiene sus riesgos físicos. Se debe pensar que el cuerpo es más sabio que uno, y por lo tanto, este actúa correctamente. Si no se sabe nada puede surgir el accidente si se intentan maniobras de las que no se tenga absoluta certeza.
        Estas imágenes son las que dirigen la respuesta y hacemos hincapié en un tipo específico de imágenes internas: Son las imágenes de la felicidad. Estas imágenes son auténticas síntesis de cada centro que planifican toda el área de conducta, y todos tenemos miles de imágenes insertadas de como conseguir la felicidad. En nuestra cultura cuando un individuo está mal, todo lo que hay como recurso y solución, empeora su situación. De tal forma esto es así, que los nuevos problemas creados por la supuesta solución son tan abrumadores, que hacen que se nos olvide el problema inicial.
                  Son estas imágenes de la felicidad las que engendran un desajuste enorme entre lo que deseamos y lo que conseguimos y es este desajuste el que consigue que la propia lectura siempre sea en pérdida, siendo por tanto la resultante: La ira.
        Necesidad y deseo: Aquí está la cuestión. Aquí está la gran fábrica de la frustración. Es tal el nivel de confusión entre estas dos grandes palabras, que nada puede hacerse para aclararlo. Y no puede hacerse nada porque las auténticas necesidades de un ser humano ya no son: Comer, vestir, respirar y vivir en algún techo. Las auténticas necesidades de un ser humano se desprenden del funcionamiento de su conciencia, de la ciclicidad y respeto a sus sentidos, y esto está en flagrante contradicción con los procesos productivos.
        Solo nos queda la técnica como esperanza. La técnica y la neutralidad de las máquinas para que algún día el ser humano esté más cercano a esas inercias del absoluto, que a nadie esperan. Simplemente las cosas en esta sociedad son así, y así seguirán siendo.

CAPITULO XIII



Camino del estímulo de origen cósmico.

        El espacio es la lectura que los sentidos hacen de la materia. Es la mejor definición que se puede dar y añadimos que todo estímulo, es la incidencia de materia en el aparato mental.
        El estímulo cósmico entra como materia por el cuerpo mental, que activa a la vez la parte correspondiente del cuerpo físico, con la que está conectada. Desde esta parte del cuerpo físico, la información circula vía sistema nervioso vegetativo hasta la cabeza se envían los datos a la conciencia y esta envía los datos traducidos de nuevo a la mente, donde se procesarán los mismos en imágenes que se construyen en base a la memoria liberada por ese estímulo. La información es llevada a través del sistema nervioso vegetativo a la cabeza donde es procesada. Es sensación interna y por lo tanto memoria primaria  -memoria de sensaciones-.
        Esta sensación interna primaria es la que hace posible el análisis de las imágenes internas procedentes de la memoria primaria –sensaciones-. La conciencia de este modo fabrica un impulso de respuesta que va a dirigirse a un centro de elaboración, movilizando memoria secundaria y otras imágenes procedentes de una multiplicidad de puntos repartidos por toda la estructura física, que son los que constituyen el centro.
            La memoria secundaria utilizará de nuevo el sistema nervioso vegetativo para una segunda información de la  memoria secundaria o memoria de pensamientos, que son los que hacen posible la síntesis y el impulso de respuesta secundario dirigido esta vez, al área de respuesta donde se dará la posible respuesta externa o el reciclamiento nuevamente, hacia la memoria de sensaciones para comenzar de nuevo el proceso de búsqueda, esta vez de una mejor síntesis y por lo tanto una respuesta más adecuada al medio que nos rodea.
        Lógicamente en los centros de respuesta intervienen los niveles y los estados de conciencia de una manera decisiva, puesto que estos niveles de conciencia determinan nada menos que el centro de gravedad del individuo  o lo que es lo mismo, el centro específico hacia donde es dirigido el impulso de respuesta.
        Ya conocemos las conexiones específicas entre niveles y estados de conciencia. Sucederá que el estado de conciencia actuará sobre el área y sobre la posible síntesis a la que se ha llegado.
        Se debe entender que esto es un ejercicio didáctico del aparato psíquico en estática, que es lo único que aquí analizamos, lo que es compositivo en lo físico de nuestro aparato psíquico, y que para nada entramos, en la dinámica de conciencia, es decir, en las posibilidades que tiene la conciencia de manejar la energía, ni en la operativa, que sería el como funcionan estas dos partes con la inserción cultural del medio en el que hemos sido construidos.
        Recalcar simplemente que aquí por primera vez se ha distinguido entre la sensación interna primaria, el impulso primario de la sensación interna  y el impulso secundario.

        El estímulo intrauterino siendo el camino más sencillo, es el más difícil de rastrear, simplemente se puede intentar razonarlo. El estímulo intrauterino proviene obviamente de la madre, pues es esta la que nos transmite lo que le llega con sus propias deformaciones. Si estas son lo suficientemente intensas, surgirá la malformación o incluso la muerte.
        El hecho del desarrollo intrauterino es un hecho planificado por la madre y llevado a buen puerto o no, según se desarrollen las circunstancias.
        Se puede creer en un montón de cosas, pero el hecho del embarazo y el hecho complejo del desarrollo embrionario, están en función de la madre. Es esta la que permite  que las cosas sean de una manera o de otra.
        La planificación de este hecho es de origen psíquico y repetimos, el posible fin también lo es. Este es el poder que las inmortaliza.
        El estímulo intrauterino proviene de la madre y es procesado como sensación interna. Este estímulo es el que construye la memoria primaria y la sensación de respuesta primaria. Se convierte así en nuestro impulso primario que se dirige al área motriz y vegetativa, únicas posibilidades de respuesta interna.
            El estímulo de la vida ordinaria es multisensorial; nos llega por todos los sentidos a la vez. No es procesado como el estímulo cósmico en el  aparato mental, sino que se inserta en este ya activado por lo cósmico, y lo hace seleccionando la parte prioritaria de estos estímulos. Por decirlo de otra manera: El estímulo cósmico delimita cual es el sentido predominante y es al que se dirige la atención con más fuerza. Pero no por ello dejan de recibirse los otros estímulos de la vida ordinaria por el resto de los sentidos; la segunda atención trabajará con ellos.
        Todos los estímulos de la vida ordinaria son procesados por la conciencia aunque nosotros con nuestra primera atención, solo seamos conscientes de unos pocos de ellos.
        Sobre el estímulo intrauterino se insertan los estímulos de la vida ordinaria que al no ser procesados en su totalidad, hacen que la segunda atención sea más poderosa que la primera  y que sea esta, la que realmente decida en casi todas las cuestiones. La segunda atención que es la que se dirigiría al fenómeno de conciencia está ocupada en su totalidad por los estímulos no procesados de la vida ordinaria, y será esta segunda atención en base a datos que son ajenos a la estructura de la conciencia, la que guíe nuestros pasos en la vida. Simplemente terrorífico.

            Como todo lo dicho es poco, nos queda el estímulo cósmico. Este se inserta sobre el aparato mental y es muy difícil prestar atención a las franjas del sentido que este estímulo abre, en una ciclicidad sin fin. Pero es sobre esta franja sobre la que se establece con un criterio de prioridad la percepción del estímulo de la vida ordinaria. Todos los demás estímulos, que son muchísimos más, no son procesados más que por la segunda atención que nos ocupará todo el fenómeno de conciencia. Es por esto que la conciencia no existe hasta que la liberamos de una gran multiplicidad de estímulos, mediante el aumento correspondiente del campo de percepción. Aquí las divisiones atencionales lo son todo, hasta tal punto que serán necesarias tantas como sentidos, para que el campo de la conciencia haga su aparición. Es en esta tesitura donde la grabación embriológica juega la sensación de respuesta primaria y el correspondiente impulso que dirigido hacia el centro, elaborará con el estímulo ordinario la sensación secundaria y el impulso secundario que se devolverá al área correspondiente del aparato mental,  para dar respuesta al mundo o dejarla dentro, y comenzar de nuevo el recorrido por el laberinto.

        Lo hemos dicho: La memoria primaria es memoria de sensaciones y por lo tanto, depende de la grabación materna del período embrionario o de la estimulación intrauterina.
        Esta memoria será la que funcione en la elaboración de la sensación de respuesta y del impulso primario que se dirige hacia el centro.
        La elaboración del centro ya es memoria secundaria y por lo tanto memoria de pensamientos, grabación de los procesos abstractos que tienen como base la sígnica. Aquí se elabora la sensación de respuesta secundaria y el impulso que se dirige hacia el área, o sea nuevamente hacia el proceso mental donde se dará respuesta interna o externa.
            Independiente de este recorrido está la vía energética de la sensación y del pensamiento. La sensación, cualquier sensación, moviliza los centros: Instintivo, vegetativo y emocional, es decir, cualquier impulso que sea sensación y tanto si esta es primaria como secundaria, sigue el camino de estos centros. Se caerá en cuenta de que la comprensión y el 
   manejo de las emociones serán trascendentes en este recorrido.
        No hay pensamiento sin sensación que lo haga posible. La sensación trasformada en emoción, será el campo donde el pensamiento opere, de tal manera que si nos manejamos bien emocionalmente, simplemente no pensamos…, no es necesario para nada. Es lo que le ocurre al niño, que no piensa, tampoco lo necesita. La vía del pensamiento aparece en el momento en que manejamos mal la emoción y aparecen los climas y las pasiones, para darnos tiempo a reparar el desaguisado.
        El pensamiento se mueve por los centros sexual, motriz e intelectual de tal forma que cuanto más pensamos más energía utilizamos del sexo. Es por esto que en lo único que pensamos, es en el sexo como principio y fin.

        Las sensaciones hacen su recorrido por el sistema nervioso vegetativo, por el cual  camina la información visceral. Es esta información la gran clave de las imágenes internas, pues sin esta información no existiría el fenómeno de conciencia. No existirían secuencias de imágenes y, por lo tanto, el hecho de conciencia no sería un hecho biológico.
            Todo lo que pensamos tiene su raíz, al igual que todo lo que sentimos, en la más estricta de las biologías: El pensamiento más profundo y la grosería más insospechada 
           es hija directa de la traducción de todo lo que el cuerpo es. Y esto es tan así, que da risa y produce vergüenza ajena el ver al personal encantado de las grandezas a las que han llegado, por vía del pensamiento.
        Si esto nos parece poco, todo lo que es fabricado por el hombre tiene la misma raíz que lo anterior pero ocurre, que  proyectado al mundo de otra manera.
        Para decir algo, tenemos que ordenar lo biológico en una determinada dirección. Para fabricar algo, tenemos que ordenar también lo biológico, pero sin fenómeno de entendimiento. Se puede, al igual que se habla sin saber lo que se dice, fabricar algo sin conocer el orden ni que sistema o tejido de nuestro cuerpo reproduce.
        ¿Debemos ordenar la sensación? o ¿Esta está más ordenada de lo que nos podemos imaginar? ¿Debemos ordenar el pensamiento? o ¿Este está más cerca de la realidad de lo que nosotros creemos? Honestamente pienso que el estímulo, tanto en sensación interna como en pensamiento, no es caótico, sino que lleva a un fin. Es el lenguaje adquirido el que obliga a la energía en unas secuencias, que solo sirven al orden establecido y no a nuestro proceso de conciencia.
        Es la adquisición del lenguaje la que nos lleva a un discurso enajenante y, es el lenguaje el que mejor dirige los contenidos de la conciencia en una determinada función. De esta manera tan simple, los discursos adquiridos serán la mayor trampa interpretativa de la cultura. Las palabras, dotadas de una carga determinada y por lo tanto de un contenido emocional, planifican de por vida la secuencia energética de la cultura en la que se está inmerso.
Todos los saltos de comprensión que da la conciencia, son saltos en la comprensión del lenguaje y son saltos dolorosos, porque la comprensión de lo que se dice nos introduce en un mundo bárbaro de intenciones inconfesables, en un mundo que de ninguna manera es viable, ni escuchable.
        Cuando un individuo sabe lo que dice es fácil que opte por no decir nada y, sobre todo optará por dejar el mayor de los suplicios, que es escuchar a otro.
        Es el lenguaje el que todo lo explica y es el lenguaje la expresión más alejada de lo que ocurre. Todo lo que el lenguaje manifiesta es verdad, pero es una verdad cósmica que traslada el fenómeno de comprensión al signo y al código energético que este encierra. La voluntad del lenguaje es una voluntad cósmica que sirve a su dios: El universo, y que se aparta de lo que dice que es. Nada puede explicarse a través del lenguaje; nada excepto la expresión de lo que no es. Lo que desde luego no es el lenguaje, es explicación de las cosas.
        Tampoco el lenguaje nos va acercar a la realidad de la sensación interna o del proceso de pensamiento, pero no podemos hacer otra cosa que a través de esta herramienta, intentar desvelar todo lo que no es.
        La conciencia es biología y esta se manifiesta a través de las imágenes internas. El código energético profundo y cósmico de esta realidad física, es un lenguaje universal que encierra la comprensión de la gran magnitud y envergadura, de nuestro fenómeno de conciencia.
        Este esquema da fin al estudio del psiquismo en estática, pues no podemos entender algo que está en continuo movimiento si antes no intentamos pararlo. El psiquismo en estática es una aprehensión difícil, la más difícil de todas. Sería algo así como diseccionar un galgo en plena carrera. Solo el accidente puede parar el mundo, y el trabajo continuado sobre la conciencia podrá dotarnos de la suficiente ralentízación de las funciones, como para que estas sean entendidas.
        El contenido de la conciencia hace tanto ruido que es imposible no atenderlo. Hay necesariamente que bajar el ruido, que disminuir las tensiones psíquicas a fin de que se manifiesten los encuadres de dichas funciones.
        Habrá que estar muy libre de contenidos para que hartos de ver lo que el cuadro contiene, nos fijemos en el marco sin el cual el cuadro no sería posible. La mayor de las obras de arte es posible porque existe algo donde insertarla. No hay cuadro sin lienzo, ni contenidos sin conciencia. No hay fenómeno energético, sin las grandes estructuras que le dan soporte.
        Tarea dura y difícil esta de ver las partes del motor de un coche cuando está funcionando. Es un estudio que no tiene ningún sentido... Acaso cuando el coche se pare, nos plantearemos el problema de como funciona.
        Evidentemente una vez que se nace ya no hay estimulo de la madre, pero si persistencia de la grabación que funciona permanentemente.
        El impulso primario de respuesta procede de la sensación interna y para diferenciarla del segundo análisis de la conciencia la llamo sensación primaria, dando la denominación de secundaria a la segunda elaboración de la conciencia en base a la memoria secundaria.

        Un estímulo llega al aparato mental, de la estructura mental  pasa al cuerpo físico y se moviliza una parte concreta del mismo, que llevada a la conciencia por el sistema nervioso vegetativo, son los datos con los que esta dibuja en el aparato mental, las traídas y llevadas imágenes internas.
        Memoria moviliza en base a estas imágenes todos los contenidos que responden a esta geometría y con ello, se pone en marcha no solo lo abstracto que sería la sígnica, sino también lo asociativo. Estas mecánicas secundarias tendrán como base de su operativa, el lenguaje escrito y el lenguaje hablado.
        No me canso de repetir que todo lo que la conciencia hace, lo hace en base a estas imágenes que son el auténtico conocimiento de uno mismo.
         Mientras un individuo no entre en contacto con estas imágenes y trabaje su respuesta en base a ellas, nada puede entender de todo lo que aquí se está diciendo. No podemos hablar de nada de lo que no tengamos imagen.
        Todo el lenguaje hablado lo es, porque existe una representación previa de lo que se habla. Ocurre que estas funciones están tan automatizadas y tienen un nivel de complejidad tan alto, que nada se puede hacer sin una lentificación previa de los aspectos dinámicos de estas imágenes.
        Una vez que la conciencia ha identificado la imagen operando con la sensación primaria, lanzará un impulso de respuesta primario a un centro que procesará todo lo relacionado con las múltiples imágenes que se tienen de cualquier acontecimiento, hecho, objeto o persona. Todo lo que guarde una relación asociativa, analogía, contraposición o semejanza, y todo lo que se derive de la estructuralidad geométrica de la imagen física, será procesado como asociativo y producirá una primera síntesis.
        Se operará sobre estos contenidos con la sensación secundaria de respuesta. Esta segunda sensación ineludíblemente es climática, y se fabrica el segundo impulso de respuesta teniendo como base lo abstracto, el código de lenguaje y todo lo cósmico que este encierra. Así este impulso secundario se dirige al área de respuesta, donde  se optará por empezar de nuevo o por dar respuesta proyectada al mundo.
            Se comprenderá con esta complejidad que es la mayor matización de la especie; que si se habla de la lluvia, el que le contesten a uno con el último fallecido en accidente es lo  normal, porque nadie o casi nadie puede elaborar esta segunda ida a la conciencia y pasar de lo asociativo a lo abstracto... pasar del lenguaje catártico y transferencial al lenguaje experiencial de conceptos y definiciones donde, trascendida la propia anécdota se habla con universales, con mecánicas de síntesis donde lo propio está evidentemente abandonado.
        Se debe intentar entender que una imagen construida con parámetros físicos moviliza toda una legión de imágenes y que además, lo hacen por dos vías: Las asociativas y las abstractas. La posible respuesta estará siempre en base a la posible capacidad de síntesis de cada individuo, en el fondo y la forma, y en principio, a su estado de conciencia y al nivel de la misma. Por supuesto la posible respuesta no tiene solo estos parámetros, pero por ahora solo introducimos las imágenes  junto a los conceptos de centro y área, añadiendo los niveles y los estados de conciencia que además, ya dijimos cómo iban entrelazados entre ellos.
        Lo asociativo nos dará la amplitud de la elaboración y lo abstracto, la posibilidad de síntesis. Una mecánica de síntesis es la posibilidad de funcionar en base a temas prescindiendo de los argumentos. Téngase en cuenta que un mismo tema se puede cursar con cientos de argumentos, y que será la caída en cuenta, lo que nos lleve a perdernos eternamente en los argumentos.
            Es en lo anecdótico donde esta cultura consigue que cada individuo se sienta único. Son millones los argumentos insertados en cada individuo en los temas más candentes de la cultura. Son millones las anécdotas que cada individuo puede contar de sí mismo y, es por lo tanto y debido a la  enorme cantidad de contenidos de cada tema, el que no se pueda establecer la más mínima síntesis y se opte continuamente en implementar dentro de la anécdota.

        Ya se ha dicho lo necesario sobre estas funciones, ya sabemos que lo que hace que un individuo se aperciba de las cosas es el manejo que tenga de la atención, función de la conciencia.
        También hemos dicho que el camino de memoria a conciencia es inverso para la evocación y la reminiscencia, y que esta segunda función está en manos de un sentido al que en ese momento no se dirige la atención, de una manera predominante.
        Supongamos que estamos utilizando el oído cuando deberíamos utilizar la vista. La máquina se sobrecarga por el mal funcionamiento y es seguro que aparezca la reminiscencia, para corregir el fenómeno alterado de conciencia; en el fondo, para poner los contenidos liberados en el sitio que les corresponde.
Esta reminiscencia es vivida por el individuo como semisueño activo. Estas mecánicas de ensoñación son una verdadera salida para el individuo que, de esta manera, corrige sin dormir del todo, lo que se hace mal. También son fuente inagotable de términos que no corresponden, como el de la famosa imaginación o la fantasía.

        Hemos hablado anteriormente de los tiempos de conciencia, de los espacios y de como los unos y los otros estaban relacionados. La voluntad es la gran función de la mente. Esta función solo se visualiza cuando se pone en marcha el análisis de la pauta de conducta.
        El desarrollo de la voluntad es irracional. La voluntad no admite más criterio en su desarrollo que la intencionalidad dentro de la ejecución de un acto. Será el proceso de intención el que desarrolle la voluntad y no supuestos desarrollos de esta, en función de razonamientos más o menos sutiles.
        Cuando se ejecuta un acto se encadena este dentro de una cadena atemporal que somos incapaces de delimitar. No sabemos en que lugar se inserta un acto y tampoco sabemos una vez ejecutado, donde se dirige. Actuamos así en cadenas de actos que nos enajenan y que nos asombran en sus resultados.
        Pensamos y creemos que la mayor de las locuras establecidas es la de aquel ser humano que sabe lo que hay que hacer. Estamos rodeados de auténticos aventureros, desaprensivos de oficio, que son capaces con la mayor desfachatez de decirnos lo que tenemos que hacer.
            Todo acto que se ejecuta en el mundo tiene intencionalidad y motivación. No podemos pensar en la ejecución de un acto privado de la intencionalidad general, aunque aceptamos el análisis de lo que dicen: Que esta  intencionalidad puede no estar definida por el que lleva a cabo el acto. Es más fácil definir la motivación, porque esta es hija del deseo y por lo tanto más fácil de rastrear.
        No podemos aceptar la noción del inconsciente, porque nos llevaría a un proceso de no-responsabilidad dentro de lo que se ejecuta. Optamos mejor por el desdoblamiento atencional que es, en su teoría y práctica, más coherente con el hecho humano.
        El que un ser humano no reconozca la intencionalidad de sus actos, no implica que esta no exista y todavía menos, exime de la responsabilidad al ejecutarlo.
        Es un flaco servicio la justificación que ha llevado a cabo dentro de nuestra cultura  la noción del inconsciente, que equivaldría a la no conciencia, a la ausencia de esta, cuando es imposible prescindir de la conciencia para llevar a cabo la organización a veces complejísima, de la ejecución de un acto.
        Noción muy distinta es aceptar que el individuo no presta atención a aquello que hace y que no puede tomar su conciencia por objeto de estudio, porque esto le apartaría de los intereses del eje físico, único existente en nuestra cultura. De aquí a aceptar la noción del inconsciente, media el abismo instituido y los intereses de la moral dominante.

            Si no somos conscientes, no somos responsables, y si no somos responsables podemos hacer lo que nos de la gana. Flaco servicio el que el psicoanálisis le ha hecho al individuo al introducirlo de lleno en la magia del proceso de intenciones. Como mis intereses son inconscientes, ya no tengo de que  preocuparme, aunque la resultante de mis actos esté ahí presente y sea impresentable.
        Decir es una forma de hacer, y decir y hacer en la misma dirección sería la ausencia de contradicción. Si sentimos, hacemos y decimos en al misma dirección, nuestro proceso individual está consumado.
        Esto además es independiente de lo que uno haga. Es igual lo que uno haga y del logro con el que se lleve a cabo el proceso de adecuación de lo que sentimos, pensamos y hacemos.
TIEMPO: Al igual que existen tres tipos de espacio, existen tres tipos de tiempo. El tiempo cósmico, el psíquico y el físico. También podemos llamarlos relojes biológicos. Al registro por la conciencia de los cambios biológicos físicos inducidos en cualquiera de los tres ejes, es a lo que llamamos tiempo. El tiempo mental podría definirse como los cambios que se registran en un orden determinado en la recepción de los tatwas. El tiempo psíquico, es el registro por la conciencia de la velocidad con la que se realizan los procesos internos relacionados con las  imágenes, estas completamente dependientes de una característica de la parte motriz del centro vegetativo, que es el que determina la velocidad del proceso interno. El tiempo físico, es el cerebelo y su alternancia de funciones en los tiempos de conciencia. Es esta estructura -el cerebelo- el verdadero reloj biológico de la especie, por entenderlo de alguna manera, seria el reloj que marca las operaciones a realizar y el orden de estas.

EJECUCION DE ACTO: Hace referencia a la utilización de los tiempos de conciencia en el encadenamiento de imágenes que hacen posible la ordenación de una secuencia para llevar a cabo algo. Al enfrentamiento externo con las estructuras de lo que sucede, lo que ocurre y lo que acontece lo llamamos: Ejecución de acto. La secuencia ordenada de imágenes para llevar a cabo el logro, está sometida a estas tres secuencias operativas.
INTENCIONALIDAD GENERAL: Al concepto de supervivencia llevado a la ejecución de acto, es a lo que llamamos intencionalidad. Todo acto que se ejecuta en el mundo tiene como base la gestión de supervivencia y esta a su vez, es individual o colectiva. La gestión de supervivencia colectiva es reproducción biológica o ideológica.
MOTIVACIÓN: Al proceso de gestión de deseos lo llamamos motivación. Cuando se ejecutan actos en el mundo no podemos acabar de creernos que la intención y la motivación sean tan pobres, pero vivimos un periodo obsesivo respecto a la supervivencia y a la reproducción, y no podemos salir de estas dos gestiones tan sencillas. Excepcionalmente se ejecutan secuencias de actos en el mundo, que no tienen como base esta relación de motivación e intencionalidad general.
HACER: A la estructura formal de lo que sucede y ocurre, lo llamamos hacer. La estructura de lo que acontece es una secuencia atemporal de la que no podemos fijar sus variables. Sobre la estructura de lo que se inserta, lo que ocurre y lo que sucede, solo caemos en cuenta de lo que acontece cuando somos frenados en nuestra motivación e intención por accidente, tomando esto como lo imprevisto, sin que necesariamente tenga que ser trágico. A la proyección continuada de lo alegórico al medio que nos rodea, también lo llamamos hacer.
DECIR: Hacemos referencia al lenguaje como máxima estructura del decir. Cuando hacemos utilización del lenguaje tanto hablado como escrito, utilizamos las siguientes posibilidades: El lenguaje catártico, el transferencial, el direccionado, y el de definiciones y conceptos.


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