DEDICATORIA
Dedico este libro con todo mi afecto a mi
mejor amigo. Hace unos años atravesó un agujero negro y se convirtió en
estrella. Consiguió transcender en vida al lograr materializar LA PIEDRA DE LOS
FILÓSOFOS, me consta porque la pude ver dentro del matraz y tenerla después
entre mis manos. Es el único hombre sabio y bondadoso que he conocido en mi
largo deambular por este mundo.
Salve pues, al honorable:
MAESTRO
DE LAS GEOMETRÍAS
UN ALQUIMISTA ANÓNIMO
del siglo XXI
DESCANSE
EN PAZ
AGRADECIMIENTO
También quiero agradecer a mi hija Raquel, licenciada en
Pedagogía por la Universidad de Comillas de Madrid, el colosal esfuerzo
realizado para conseguir una exposición didáctica y gráfica de algo tan
complejo, como es explicar el
funcionamiento del aparato psíquico
y conseguir que sea
entendible, teniendo en consideración que en general se
ignora su
existencia.
Un
fuerte abrazo para ti, con todo mi respeto y cariño.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
EL RECORRIDO DEL LABERINTO
Introducción…………………….................pág. 13
Capítulo
I……………………………………..pág. 14
El ser humano
Estímulo.
Máquina Humana.
Respuesta.
Capítulo
II……………………………………..pág. 19
Tipos de estímulos.
Estímulo intrauterino.
Estímulo ordinario.
Estímulo cósmico.
Capítulo
III…………………………………….pág. 33
Composición de la
máquina humana.
Cuerpo físico.
Conciencia.
Mente.
Karma.
Capítulo IV…………………………………….pág. 64
Tipos de respuesta.
Imagen.
Rol.
Yo.
Conciencia de sí.
Sí mismo.
Respuesta visceral.
Respuesta objetiva.
Respuesta
estructurada.
Capítulo V…………………………………… pág.79
Relación entre sentidos
y tipos de memoria.
Capítulo
VI……………………………………pág. 83
Relación entre niveles
de conciencia y estímulos.
Atención y niveles de conciencia.
Capítulo VII…………………………….. ……pág. 87
Proceso de sensación
y proceso de pensamiento.
Capítulo
VIII…………………………………..pág, 91
Relación entre sentidos
y tipos de estímulos.
Capítulo
IX…………………………………….pág. 93
Relación entre niveles
y estados de conciencia.
Capítulo
X……………………………………..pág. 101
La noción de espacio.
Tipos
de espacio (físico, virtual y real).
La
noción de tiempos de conciencia (pasado,
presente y futuro).
Capítulo XI…………………………………….pág.107
Espacios
y tiempos de conciencia.
Capítulo XII……………………………………pág. 109
Imágenes,
espacio y tiempo.
Capítulo XIII…………………………………...pág.113
Camino
del estímulo general de origen cósmico.
Añadiendo,
tipos de estimulo y tipos de sentido.
Tipos de memoria, sensaciones y
pensamientos.
Sistema
nervioso central, imágenes internas, sensaciones de respuesta e impulsos de
respuesta.
Sistema
nervioso vegetativo (inserción de estímulo embrionario). SNC (sentidos
externos, estímulo de la vida ordinaria) imágenes internas.
Anclaje
geométrico de la imagen.
Percepción,
apercepción, evocación y reminiscencia.
Tiempo, espacio, voluntad, ejecución de acto,
intencionalidad, motivación, hacer y decir.
Test de autoconocimiento………………….pág.133
Apocalipsis 13:18
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número
de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y
seis.
La
estructura energética del ser humano está compuesta por 24 círculos y 36
meridianos que los cruzan, exactamente por 666 puntos.
INTRODUCCIÓN
Existen en la especie tres discursos bien
diferenciados: El ético, el estético y el lógico. Los tres han sido manipulados
y convertidos por todas las religiones y gobiernos en una serie de normas y
dogmas, que nada tienen que ver con la realidad existencial de los hombres.
Este escrito es un tratado sobre los estímulos que recibimos a lo largo del día y de la forma
que reaccionamos a los mismos sin caer en cuenta la mayoría de las veces, de
como nos afectarán en el futuro nuestras
decisiones en las relaciones personales, profesionales o en la salud.
Es un estudio ameno de la relación entre
el cuerpo físico, la conciencia, la mente y el karma, de tal manera que el
axioma hermético de: “Como es arriba es
abajo y como es abajo es arriba”, quedará sin duda con este libro
despejado.
Así mismo de la mano del lector
recorreremos los caminos que sigue el estímulo por el laberinto de nuestro
cuerpo, hasta la toma de decisiones.
Un ejercicio didáctico de
autoconocimiento remata la obra. Es un test
de valoración personal que proporcionará las claves al lector en la
búsqueda del YO.
En su mano estará utilizar en su
propio beneficio los códigos secretos de esta enseñanza.
CAPITULO I
El ser humano
Estímulo – Máquina humana –
Respuesta
Es el esquema más
simple del modelo psíquico:
Algo -estímulo- llega a la máquina -cuerpo
físico- y, suceda lo que suceda se dará una respuesta (ver fig. 1).
El
estímulo se refiere a la mínima
partícula material que incide en
algún objeto o persona. La mínima partícula material es un elemental
que tiene o atiende nociones de vibración y que en principio, no admite forma, es
dinámico y cuando admite la forma, pasa
a ser un constructor.
Referido a la máquina humana, sería la incidencia
de una partícula material en cualquiera de los cuatro ejes que componen la
máquina humana: Eje físico, eje de conciencia, eje mental o eje kármico. Cada
uno de los ejes está supeditado a una serie de leyes.
- El cuerpo físico: Atiende a razones de armonía.
- La mente: Se rige por leyes de
proporcionalidad.
- El karma: Atiende a razones de espacio y
tiempo.
Todas
estas partes están unidas y relacionadas entre sí de tal manera, que la
desaparición de una de ellas implicaría la desaparición de todas. El
funcionamiento de cada una de estas partes se podría explicar con el siguiente
ejemplo:
*Con el concurso de estas cuatro estructuras solamente, la
vida no sería posible sin el soporte del alma, del espíritu y de los cuatro
elementos: Tierra, aire, fuego y agua. Todo lo que existe en el Universo tiene
sal, sin esta, no existiría la vida. En este libro solo se tratan y analizan
estas estructuras.
“...Yo oigo un golpe fuerte, un vaso que cae
al suelo. El hecho de oírlo es físico, pero el estímulo que provoca es mental.
La reacción que tengo ante dicho estímulo forma parte de la conciencia, la cual
elaboró dicha respuesta en base al karma, mi línea temporal –meridiano- y mi
línea espacial –círculo-”.
Estos cuatro componentes se estructuran
a través de dos espirales que se comentan a continuación:
Primera
espiral:
La primera espiral es ascendente, gira
antihoraria y contiene dos estructuras: El “cuerpo físico” y la “conciencia”. Cada
una de estas estructuras está compuesta por 24 círculos* y 36 meridianos* que los
cruzan.
*círculo: Franja en el cuerpo físico por la que entra, se distribuye y salen las energías de los meridianos que los cruzan,
nutriendo un sistema físico y sus correspondencias con el resto de estructuras
* meridiano: Un meridiano es el rastro lineal y constante, que deja en
su recorrido al atravesar el cuerpo físico, el flujo ininterrumpido de una
energía tangible. En el cuerpo físico se pueden rastrear 6 tipos de energías
simples, circulando por 36 meridianos verticales y diagonales, desde los pies
hasta la cabeza y viceversa.
Segunda espiral:
La segunda espiral es
descendente, gira horaria, y contiene también dos estructuras: La “mente” y el
“karma”. Así mismo cada una de estas, está compuesta por 24 círculos y los 36
meridianos citados.
Desde el punto de vista
cósmico, lo físico se relaciona con lo
kármico y la conciencia con la mente; pero la realidad es que todas las partes funcionan juntas y es la
atención la que hace que se manifieste una cosa u otra, en función del estímulo
(ver fig. 2).
Todo, está en todo
Es decir, que desde cualquier punto se puede ir a cualquier otro, ya que
todo esta conectado entre sí a pesar de que unos estímulos tengan un camino y
otros, otro muy distinto. Nuestra realidad energética es que podemos llevar,
distribuir y sacar energía de cualquier punto de las estructuras,
hacia cualquier otro.
Las decisiones que tomamos y lo que
hacemos a lo largo de nuestra vida, son la respuesta que damos al mundo una vez
elaborado el estímulo en el aparato
psíquico. Las respuestas son:
- El Producto
terminal de la máquina.
CAPITULO
II
Tipos de estímulos
Existen tres tipos de
estímulo que pueden incidir en la máquina humana (ver fig. 3):
Estímulo intrauterino - Estímulo ordinario
- Estímulo cósmico.
Definición y tipos
de memoria
La memoria como definición y concepto,
conviene aclararla. Una cosa es la memoria como función, que es la supra-estructura
del cuerpo físico y otra, los tipos de memoria. El funcionamiento de cada una
de ellas, se hace con las estructuras de memoria primaria y secundaria,
pues todas las memorias movilizan sensación y pensamiento.
Memoria anecdótica:
Es la memoria que tenemos como tiempo
de pasado y llega, hasta donde lleguen nuestros recuerdos. Es la memoria que
utilizamos para todo.
Memoria de tribu:
Es la memoria del grupo humano en el
que estamos insertados. Aquí se traduce todo lo que es costumbre y mentalidad,
ambas palabras incorrectas, pero que nos aporta las señas de identidad básicas
para pertenecer a un grupo.
Memoria de especie:
Aquí
está todo el contenido de la especie a la que uno pertenece.
Memoria universal:
La memoria
de todos los reinos: El animal, el vegetal y el mineral.
Memoria cósmica:
Aquí se traduce la memoria espiritual,
entendiendo espíritu como el manejo de estímulos intangibles.
Todas estas memorias funcionan con sensación
y pensamiento, y por lo tanto, con las estructuras de memoria primaria y
secundaria.
Estímulo
intrauterino
Los estímulos intrauterinos son
los primeros recibidos por el ser humano. Son los estímulos de
construcción de la madre hacia el hijo, delimitan la futura composición física
de este, así como la posible malformación. Son el origen de la memoria primaria
y por lo tanto, de las sensaciones internas. Así, la grabación primaria de
sensaciones es intrauterina, siendo lo que conocemos como emoción un contenido
cultural de traducción, añadido posteriormente.
Camino del estímulo intrauterino
El estímulo
intrauterino se recibe directamente en el cuerpo físico, es procesado
previamente por la madre y es la fuente de información de la memoria primaria,
que se pasa a definir a continuación:
La memoria
primaria es precisamente memoria de sensaciones y es por tanto, la
memoria específica de los sentidos internos: Cenestesia y kinestesia:
La cenestesia es sensibilidad visceral y hace referencia a la sensación interna
procedente de las vísceras, que caminando vía sistema nervioso vegetativo,
llevan información procedente del intracuerpo, como por ejemplo: La fiebre, el
dolor, el frío, el calor, la acidez…
La kinestesia es el sentido postural
y movimientos del cuerpo, abarcando el sentido muscular, tendinoso y articular.
Traduce sensaciones procedentes de los músculos por la misma vía, sistema
nervioso vegetativo y es información básica para la organización del espacio.
La sensación posterior procesada como emoción, tiene su primera grabación
intrauterina, aunque después la cultura dote estas sensaciones de contenidos
específicos. Esta grabación se produce en el cuerpo físico y camina por el
sistema nervioso vegetativo, como información visceral de contenido cenestésico
y kinestésico, que transformada por la conciencia en impulso de respuesta,
impresionará el área motriz que es la única posibilidad de respuesta
intrauterina.
Es fácil comprender que la respuesta
hacia el mundo por el área motriz, es la más antigua y la que mejor salida le
da a la sensación interna. Son estas respuestas motrices las que tienen sentido
durante la infancia, pero después se puede dar otro tipo de respuesta hacia el
mundo. Es legión la gente atrapada en este simplismo que además, es el más
gratificante de las respuestas a la vez que el más destructivo de la
inteligencia humana (ver fig. 4).
Memoria
primaria:
Estructura del cuerpo físico. Es
memoria de sensaciones. Los estímulos que provienen de la madre actúan en el
cuerpo físico en un nivel visceral determinado. La sensación que proviene de la
víscera, es analizada por la conciencia y
llevada hasta la memoria primaria, por el sistema nervioso vegetativo.
Sensación de
respuesta:
Información
que proporciona el sistema nervioso vegetativo y que procedente de las
vísceras, llega a la conciencia para elaborar un impulso de respuesta. La
sensación de respuesta es la organización que hace la conciencia de la memoria
primaria o de la memoria de sensaciones procedentes de las vísceras. Esta
elaboración es la que hace posible el registro interno en la conciencia, del
centro de elaboración que manteniendo el marco operativo por la sensación
interna, procesará posteriormente pensamientos derivados todos ellos de la
sensación. Los pensamientos derivados de la sensación son: Emociones.
Impulso
de respuesta:
Es la unidad de carga de conciencia
hacia el área de respuesta. La unidad de carga debe ser entendida como la
mínima cantidad de energía necesaria, para llevar a cabo una respuesta. Cuando
la sensación de respuesta ha sido elaborada en el centro, aparece el impulso de
respuesta que se direcciona hacia el área correspondiente al centro, donde se
elaboró la sensación.
Estímulo ordinario
Los estímulos ordinarios
son aquellos que recibimos en la vida
diaria. Son los estímulos multisensoriales que se presentan
en la vida y que invaden todos los sentidos a la vez, tanto los internos, como
los externos. Son el origen de la memoria secundaria y por lo tanto, de la
memoria de pensamientos.
Camino del estímulo ordinario
El estímulo de la vida ordinaria es multisensorial
y entra por varios sentidos o por todos
a la vez.
El
estímulo cósmico sin embargo es unisensorial
y solo entra por la franja de percepción de un sentido, pero esta franja de
percepción no impide que el resto de estímulos que nos llegan por el resto de
sentidos, vayan también a la conciencia en el quehacer cotidiano.
Hay que
imaginarse lo que estamos diciendo. Ejemplo:
Supongamos un individuo adulto en medio de una
gran ciudad. Como nacido de madre (al menos hasta ahora), tiene una grabación de
memoria primaria procedente de mamá que funciona quiera él o no, determinando
nada menos que la sensación interna con la que procesa los estímulos que en ese
momento -supongamos las 12 horas de un lunes-, le están llegando, y le
llegan con una predominancia marcada cósmicamente. En ese momento pensemos que
existe una franja activada para el oído; inconscientemente dirigirá su atención
al estimulo auditivo y puede llegar a bloquear el resto de sentidos, pero solo aparentemente, puesto que la conciencia trabaja con todos los estímulos,
se sea consciente de ellos o no.
El resultado es el trabajo de un sentido,
el activado cósmicamente en detrimento de los otros, que no por ello dejan de
recibir y procesar lo que les corresponde. El trabajo equivocado de la máquina
consistirá en que no consciente de la inmensa mayoría de lo que le llega, tendrá
que reparar con el sueño el trabajo que no se ha realizado correctamente.
Es
el sueño el que corrige la situación de drama permanente en el que estamos
obligados a vivir. Procesamos todo con una deformación procedente de la madre,
que nos grabó sus fobias y sus filias, mitad de la tragedia. La otra mitad,
procede del sistema en el que hemos crecido y vivimos. Se procesará el estímulo con las
sensaciones de la madre si es varón y con las del padre es hembra.
El
estímulo de la vida ordinaria, hace el recorrido por los sentidos externos y
vía sistema nervioso vegetativo, llega hasta la conciencia. Se moviliza la
memoria secundaria, que es la memoria de pensamientos, tanto asociativos como
abstractos. Estos pensamientos por estricto sentido geométrico, son ubicados en
una zona determinada del cuerpo que a su vez activa la memoria primaria, que
es memoria de sensaciones. La sensación
y el pensamiento hacen juntos el recorrido generando un impulso de respuesta,
que activará un área determinada en función de los contenidos (ver fig. 5).
Estimulación multisensorial que procesada por los sentidos externos, se
recibe por todos los sentidos a la vez.
Memoria secundaria
Hace referencia a la posibilidad de funcionamiento de la memoria en base
al pensamiento, como anteriormente lo hacía en base a la sensación interna. El
funcionamiento del proceso de pensamiento tiene como base, el anclaje
geométrico de las vivencias que son almacenadas en la víscera, que corresponde
a la forma que delimitan.
Anclaje visceral geométrico
Todo
estimulo tiene un nivel de proceso en el cuerpo físico que viene dado por la
geometría implícita en todo estimulo, sea este de sentidos internos o externos.
Las bases de las memorias tanto primaria como secundaria, están en las vísceras
y en las activaciones geométricas, en base a la forma que se realice. Todo el
funcionamiento de memoria tiene esta clave, el almacenamiento de datos por el
anclaje geométrico de las formas, y la posterior recuperación de estas por
analogía, semejanza y contraposición.
Estímulos cósmicos: Tatwas (biorritmos)
Los estímulos cósmicos son la incidencia
de las causas primarias -los elementales-
sobre cualquiera de los cuatro ejes:
Eje físico, eje de conciencia, eje mental y eje kármico. Estos estímulos son la
incidencia en definitiva, de las partículas materiales que construyen franjas
de percepción Estimulo de la vida ordinaria
Estimulación multisensorial que procesada por los sentidos externos, se
recibe por todos los sentidos a la vez.
Memoria secundaria
Hace referencia a la posibilidad de funcionamiento de la memoria en base
al pensamiento, como anteriormente lo hacía en base a la sensación interna. El
funcionamiento del proceso de pensamiento tiene como base, el anclaje
geométrico de las vivencias que son almacenadas en la víscera, que corresponde
a la forma que delimitan.
Anclaje visceral geométrico
Todo
estimulo tiene un nivel de proceso en el cuerpo físico que viene dado por la
geometría implícita en todo estimulo, sea este de sentidos internos o externos.
Las bases de las memorias tanto primaria como secundaria, están en las vísceras
y en las activaciones geométricas, en base a la forma que se realice. Todo el
funcionamiento de memoria tiene esta clave, el almacenamiento de datos por el
anclaje geométrico de las formas, y la posterior recuperación de estas por
analogía, semejanza y contraposición.
Estímulos cósmicos: Tatwas (biorritmos)
Los estímulos cósmicos son la incidencia
de las causas primarias -los elementales-
sobre cualquiera de los cuatro ejes:
Eje físico, eje de conciencia, eje mental y eje kármico. Estos estímulos son la
incidencia en definitiva, de las partículas materiales que construyen franjas
de percepción específicas, sobre cada uno de los sentidos, tanto
internos como externos, pero de uno en
uno. Estas franjas de percepción varían a lo largo del día, son como ya hemos dicho, unisensoriales y se
estructuran en 24 tipos de secuencias distintas, dando lugar a 24 tipos de días
cósmicos. Estos estímulos son el origen de lo percibido y toda forma que
se construya tanto interna como externamente, tiene el reconocimiento implícito
de esta realidad.
Camino del estímulo cósmico
El estímulo que recibimos si es de
origen cósmico, sigue los siguientes caminos:
Cuando el estímulo cósmico incide en el eje
físico, el recorrido de dicho estímulo pasa
directamente por el cuerpo físico -el cual pertenece a la 1ª espiral-.
Cuando
el estímulo cósmico incide en el eje de la conciencia -1ª espiral-, el recorrido del estímulo irá
directamente desde la conciencia al cuerpo físico.
Cuando
el estímulo cósmico incide en el eje mental -2ª espiral-, el recorrido del
estímulo irá desde la mente a la conciencia, para posteriormente desde esta
dirigirse al cuerpo físico -1ª espiral-.
Cuando
el estímulo cósmico incide en el
eje kármico -2ª espiral-, el recorrido del estímulo va
directamente desde la estructura kármica al cuerpo físico.
Es así el lenguaje nuestro máximo
organizador de la energía, ya que las palabras y en última instancia cada una
de las letras al encerrar un código geométrico, organizan todo el psiquismo de
la persona a la vez que desorganizan al que las escucha. Una persona organizada
no habla y una desorganizada, lo hará hasta que se organice.
La memoria primaria, que es de
sensaciones, se activa por un estímulo que puede tener cualquier origen. Esta
sensación interna es la que va al centro de elaboración -los centros son siempre
de elaboración interna-. Desde el centro
de elaboración es donde la sensación más el pensamiento, generan el primer
impulso de respuesta que va al área correspondiente -el área lo es siempre de
respuesta-, lo que sucede es que se puede dar una respuesta interna, con lo que
volveremos al centro de elaboración o simplemente y en base al primer impulso,
dar una respuesta externa desde el área correspondiente, al centro que ha elaborado
dicha información.
Si nada hacemos en nuestra máquina, este primer impulso de respuesta
sale al mundo sin más. Sin embargo, si se lleva a cabo una tarea de reflexión, conseguiremos que el primer
impulso de respuesta sea devuelto desde el área al centro, para seguir
elaborando algo más sutil. Si es así, aparecerá el segundo impulso de respuesta
que ya tiene un doble camino y, quizás cientos de idas y vueltas en busca de
más datos, hasta conseguir la respuesta adecuada (ver fig 6).
El primer impulso de respuesta integra la
sensación interna. El segundo impulso de respuesta integra la sensación y el pensamiento. Está aquí la clave de lo que significa reflexionar, porque si no
podemos hacerlo, solo realizaremos el primer recorrido y daremos una respuesta
que tiene como base solamente la sensación interna, y no el proceso de
pensamiento.
Resumen:
Tendremos
que intentar imaginar los tres tipos de estímulos funcionando a la vez,
sabiendo que sigan el camino que sigan, todos acabarán en el cuerpo físico;
pero no en cambio la respuesta en la que
se podría lograr alguna direccionalidad. Todos los estímulos movilizan memoria
primaria y secundaria.
Propuestas de trabajo
Piensa
en aquellas respuestas realizadas en tu vida diaria sin hacer una reflexión
previa, de cual sería la más adecuada para esa situación, y en aquellas otras respuestas
que han surgido, tras un proceso de reflexión.
¿Existen muchas respuestas “automáticas”
en tu quehacer diario?
Te proponemos que a partir de ahora, trates de reflexionar la respuesta
que das habiendo generado el primer, segundo, tercer, cuarto... impulso de
respuesta del que se ha hablado anteriormente, ante un estímulo dado y si dicha
respuesta es la más idónea en función del contexto en el que te encontrabas.
CAPITULO III
Composición de la máquina humana
La máquina, tal y como se ha comentado anteriormente, está referida al ser humano. Está compuesta como ya se ha dicho, por cuatro partes (ver fig. 7):
-El cuerpo
físico: Atiende a razones
de armonía.
-La conciencia:
Lo hace por niveles de profundidad.
-La mente:
Se rige por leyes de proporcionalidad.
-El karma:
Atiende a razones de espacio y tiempo.
El cuerpo físico es la estructura
material representable por los sentidos internos y externos.
Es la parte material de la máquina que se compone de células, tejidos, órganos, aparatos, sistemas y estructuras. La relación entre los órganos no es la
establecida por la medicina oficial, que ajena a la aceptación de los modelos
energéticos, solo se cuestiona la relación sobre la base del fallo y no al
funcionamiento de los órganos, atendiendo a sus relaciones energéticas. Los
sistemas no serán los mismos, como tampoco lo serán sus estructuras (ver fig. 8).
Células
Mínima división operativa del
cuerpo físico, dentro de la
máquina humana.
Es la mínima parte
compositiva de un tejido. Los agrupamientos de células dan origen a los tejidos
dentro del cuerpo físico, que es una estructura de la máquina humana.
Tejidos
Agrupamiento operativo de células, dando origen a
alguna transformación de sustancia, o a muchas transformaciones de sustancias.
Mínima parte
compositiva de un órgano, cumple una misión específica y a su vez está
especializado en la transformación de una sustancia para llevar a cabo
funciones dentro del órgano.
Órgano
Grupo de tejidos especializado en una o muchas
transformaciones de sustancias.
Un órgano es una
unidad funcional que realiza transformaciones y que ocupa un espacio dentro del
cuerpo físico, la noción de espacio es fundamental, porque el agrupamiento de
tejidos delimita un órgano que tiene una forma concreta en oposición a otros
agrupamientos que no lo hacen.
Aparato
Grupo de órganos que realizan una misma función.
Es el agrupamiento de
órganos que delimitan una serie de transformaciones para dar un producto
terminal que se especifica como respuesta.
Sistema
Agrupamiento de órganos que completan una función vital.
Es el conjunto de
órganos que tienen una continuidad funcional en la elaboración de una
sustancia.
Estructura
Agrupamiento de sistemas por un mismo recorrido energético.
En el cuerpo humano hay 18 estructuras
que hacen posible que la energía se transmita por todos los aparatos, órganos,
tejidos y células.
Los
meridianos -las líneas representadas en el plano- son 36, pero al estar unidas
de dos en dos, podemos hablar de 18. Se presupone que en un espacio de dos
dimensiones, hay líneas y círculos, en el espacio de tres dimensiones las
líneas pasan a ser planos y los círculos pasan a ser esferas. En un espacio de
“n” dimensiones, aparece como teoría la existencia de hiperpoliedros e
hiperesferas que no alcanzamos a representar.
La
conciencia es una con el mundo. Es decir, funciona mientras estemos vivos.
La conciencia es el campo donde se realizan las operaciones formales de
la sensación y el pensamiento. A su vez, la conciencia tiene su propio registro
de existencia como sensación interna, que se procesa por el sistema nervioso
vegetativo.
Es importante diferenciar entre la
conciencia en estática, dinámica y operativa para poder entenderla.
La
conciencia en estática, es el estudio de las funciones y estructuras de la
conciencia como si esta estuviera parada, es un artificio de reflexión, ya que
la conciencia al estar en encadenamiento permanente con el mundo, nunca está
parada. La conciencia en estado de reposo sería la conciencia trascendida: Una sensación y ningún pensamiento.
La conciencia en dinámica, sería el rastreo de
un estímulo a través de los diferentes cuerpos en movimiento. Este estímulo puede
ser simple o complejo. Por ejemplo: Algo simple sería ver que el oído se
conecta al centro emocional. Algo complejo sería ver como el cuerpo mental
traduce las inercias sociales.
La conciencia en operativa, sería la visión de esta
en encadenamiento con el mundo, viendo como es imposible prescindir de la
introyección y de la proyección, sea esta respuesta interna o externa.
La conciencia se compone de estructuras, funciones, estados, niveles y
centros, acorde con el siguiente esquema de representación (ver figura 9).
Estructura de la conciencia
Atención
La atención es la
estructura específica de la conciencia. Cuando
la conciencia dirige su estructura
formal hacia un sentido, aparece la función de
la atención que a su vez, transforma la percepción en apercepción.
Todo fenómeno atencional tiene como base
la conciencia. Será imposible el control y el desarrollo de esta estructura, si
no se posee previamente un campo delimitado donde la atención pueda ser
dirigida.
Es esta función atencional tan
fundamental, que su ausencia o alteración imposibilitan al individuo para la
realización de la más mínima tarea.
En el ser humano normal la atención
salta del cuerpo físico a la conciencia y de esta a la mente, sin control
alguno. Todo depende del estímulo y de donde se ubique este, al parecer, de una
manera arbitraria. Pero el estímulo no es arbitrario, como tampoco lo es el que
la atención sin norma alguna, se dirija a una parte de la máquina.
Es esta fluctuación de la atención la
que caracteriza el estado de dormido. Será el control de las fluctuaciones de
la atención y la consolidación de la división atencional, cuando el individuo
al revisar y atender al mismo tiempo al cuerpo físico, la conciencia, la mente
y el karma, alcanzará el estado de
despierto.
Funciones de la conciencia
Percepción - Apercepción - Evocación - Reminiscencia -Vías asociativas - Vías
abstractas.
Percepción
A la recepción de un estímulo por
cualquier sentido interno o externo, acompañado de la captación visual de las
imágenes internas generadas por el cuerpo físico y por lo tanto percibidas por
ese sentido, es a lo que llamo percepción.
Apercepción
La atención como estructura dirigida
por la conciencia a cualquiera de los sentidos, tiene como resultado la caída
en cuenta de lo percibido, y esto es la apercepción.
La
atención dirigida a la percepción, transforma esta en apercepción.
Evocación
Cuando la conciencia pide
datos específicos a la memoria sobre objeto o persona, aparece la evocación, función que tiene como base
las imágenes internas dentro de lo alegórico, y de los signos dentro de lo
abstracto. El recorrido lo hará por una u otra vía, según la grabación
específica previamente realizada.
Reminiscencia
Cuando la mente manda datos a la
conciencia en función del estímulo recibido, y sin proceso de intención por
nuestra parte, aparece la reminiscencia,
función esta, que también utiliza como la atención indistintamente, el
recorrido de las vías asociativas y abstractas.
Vías asociativas
Las vías asociativas son las que dan origen por
analogía, semejanza y contraposición, al lenguaje catártico, transferencial,
direccionado y de definiciones y conceptos.
Estas vías asociativas son
la manera específica de traducir las imágenes que el cuerpo físico genera, la
conciencia organiza y la mente dibuja, expresando el mundo de lo alegórico: El
símbolo, que es un signo sometido a un proceso cultural.
Resumen (ver fig.10)
Los estímulos de la vida ordinaria son
multisensoriales y atraviesan distintos círculos según la zona del cuerpo donde
incidan. La conciencia analiza solamente
la parte del cuerpo físico estimulada, y solo por extrapolación consciente,
se puede hacer el recorrido del estímulo a través del resto de estructuras.
Lo percibido de la realidad es representado
a través del cuerpo físico y dibujado en el aparato mental. Se comprenderá así lo lejos que estamos de la representación de
lo primario, entendiendo como primario las causas que no admiten criterio de
representación, pues son dinámicas y solo podemos hacer una representación, en
base al número y la forma.
Las causas primarias no son visibles y
pertenecen al reino del espíritu, auténtico sustento de todo lo viviente. Estas
causas primarias visibles en algunos estados de conciencia, son formas
dinámicas que se ven de la misma manera con los ojos abiertos que con los ojos cerrados.
Es más fácil el mundo de la evocación -simple pedida de datos de conciencia a
memoria- que el mundo de la reminiscencia -memoria manda datos a la conciencia aunque esta
no los pida-. Solamente señalar la importancia de estas vías, para el
normal funcionamiento de la conciencia.
Estados de conciencia
Negación - Duda - Búsqueda
- Creencia - Experiencia
- Certeza.
No se deben confundir los niveles de conciencia con los estados de conciencia. En cualquier
nivel se pueden dar todos los estados de conciencia (ver fig. 11).
Todo
lo que es nivel de conciencia tiene como base de su comprensión, la estructura
de la atención. El manejo de esta es lo que va a marcar el funcionamiento
global de los niveles. Así pues, todos los saltos que se producen en los
niveles de conciencia, tienen como base los diferentes manejos de la atención y
es esta función, la única que determina el nivel de conciencia con el que uno
opera.
Negación:
La negación es el hecho de
decir que no a algo. Cuando la conciencia se ha cristalizado en los contenidos
culturales y ya no tiene ninguna apertura a la entrada de nuevos datos, se está
en negación.
Duda:
La
duda, es darle una oportunidad al proceso de aprendizaje
y
presupone algo de reflexión sobre lo que la cultura nos ha insertado. La duda
sería la primera apertura de la conciencia a la entrada de datos y si se
permite la entrada de nuevos datos, se duda de lo recibido y aparece este
estado de conciencia, en el que no se puede tomar dirección.
Búsqueda
Lo va a ser cuando
previamente se ha constatado que lo que uno tiene, no sirve y por lo tanto, hay
que estar atento e intentar encontrar respuestas, muchas veces sin saber ni
siquiera lo que se busca. Cuando se ha
encontrado un componente se pasa a creer en el, y la experiencia de la
operativa con ese dato, nos dará la certeza de su validez o nos devolverá a la
duda y la negación, para comenzar de nuevo con la búsqueda.
Creencia:
Si uno o varios datos nos ofrecen operativa de futuro y podemos trazar
un plan, aparece la creencia en ese dato o datos, que tienen como estructura
base el pensar que nuestra vida será mejor, y podremos resolver más fácilmente
la supervivencia.
Experiencia:
Cuando la creencia se somete a
operativa y gestionamos el dato que nos hizo pensar que nuestra supervivencia
sería más fácil, aparece la experiencia.
Certeza:
Si la experiencia logra el resultado de
afianzar la creencia y vemos que nuestra vida es más fácil, adquirimos certeza
sobre ese dato.
Niveles de conciencia
Sueño - Semisueño - Vigilia ordinaria -
Conciencia de sí - Conciencia objetiva - Conciencia cósmica.
Cuando se produce un salto de comprensión entre la interacción de la
conciencia con el mundo, se modifica el nivel de lenguaje y la comprensión del
mismo. Estos saltos de comprensión se corresponden con saltos en la limpieza de
la percepción, pero
nunca en la estructura de lo percibido. Se limpia la percepción pero no se
modifica esta; simplemente se ve con más nitidez. Es como si a uno le limpiaran
el parabrisas del coche.
Un estado de conciencia se
consolida cuando se puede mantener en el tiempo, ocurra lo que ocurra. Lo normal es que
pase mucho tiempo hasta que esto se consiga y que haya muchas fluctuaciones.
También es normal que en cualquier ser
humano, convivan diferentes estados de conciencia.
Es conveniente hacerse a la idea de que lo importante es la
consolidación de un estado de conciencia.
El nivel de conciencia que predomina en un ser humano solamente es posible verlo, en estados de
conciencia cristalizados en alteraciones mentales específicas, o en situaciones
de trabajos internos muy cualificados; ya que nos encontraremos con fluctuaciones
de niveles de conciencia, en todas las
personas,
Lo fundamental de un nivel, será el manejo
que se tenga del mismo. En
procesos esquizofrénicos es posible encontrarse un nivel de conciencia cósmico,
pero este nivel toma al individuo y lo maneja, en lugar de ser el individuo el
que maneje su nivel de conciencia. Como norma general, deberían ser rechazadas todas aquellas experiencias que sobrepasen por su
nivel de datos, a un individuo concreto.
Se debe intentar entender
poco a poco por muy aburrido que nos parezca, porque la enajenación que surge
de un nivel de conciencia no manejado por el individuo, produce pautas de conducta que chocan frontalmente con la cultura
en la que vivimos (ver fig. 12).
Sueño: Una atención.
El sueño es un estado de negación.
En este nivel no hay ninguna posibilidad de hacer, y si nos encontramos con
alguien que no tiene dudas, es que está
en estado de sueño.
Son multitud los que no tienen dudas, fíjense en los políticos,
cualquiera de ellos sabe lo que tiene que hacer y si no lo hace, es porque no le dejan.
Esta gente está en sueño profundo permanente.
Semisueño: Dos atenciones.
Atención dirigida a la conciencia, dando lugar a dos funcionamientos:
El
semisueño pasivo:
Estamos en este nivel cuando las imágenes son vistas desde afuera como si
estuviéramos viendo la televisión, no se participa de la secuencia, sino que la
vemos.
El semisueño activo: En este nivel nos
introducimos en la secuencia de imágenes, formando parte activa de lo que
ocurre.
En ambas situaciones uno controla la
atención, aunque la entrada al sueño se realiza mediante el paso obligado de lo
pasivo a lo activo, para posteriormente desconectar. El semisueño y la duda, van unidos.
Vigilia: Tres atenciones.
Conciencia de sí: Cuatro atenciones.
Cuando
la atención está dirigida a los sentidos internos, a los externos y a las
operaciones formales de la conciencia vía sensación o vía pensamiento, aparece
la conciencia de sí.
Conciencia objetiva: Cinco
atenciones.
Cuando la atención está dirigida a los
sentidos internos, a los externos, a las operaciones de conciencia y a la
posible respuesta, se consolida un nivel en el que la respuesta no está en
función de lo propio, sino de lo que nos rodea.
Conciencia cósmica: Seis atenciones.
Cuando
la atención puede estar direccionada hacia los estímulos internos, externos, a
la conciencia, a la respuesta y percibir la franja específica de sentido en la
que se está funcionando en ese momento, aparece la comprensión de lo que no se
ve: La conciencia cósmica.
Centros de elaboración
Todo está en todo,
aunque se comporte de una manera específica cada una de las partes.
El estímulo, cualquier estímulo, recorrerá
siempre el mismo camino: Impactará sobre cualquiera de los ejes y movilizará
posteriormente una zona concreta del cuerpo físico.
La
conciencia elaborará la parte física y construirá una respuesta que será
devuelta a cualquiera de las áreas. Lógicamente la parte más difícil será
entender que ocurre en la conciencia, con la información movilizada.
El centro es elaboración, el área es respuesta. El centro es
captación de datos de una parte del cuerpo; el área es recogida de datos de
otra parte del cuerpo. De lo biológico a lo biológico, podría llamarse así a
este viaje que iría de la víscera al músculo, pasando por el estómago.
No resulta difícil de entender que el
punto más profundo de conocimiento al que se tiene acceso dentro de la conciencia,
siguiendo el recorrido de la energía por el laberinto humano y el como esta esté
funcionando, pase del estómago al
intestino grueso y termine en el sistema nervioso vegetativo. Esta es la
pequeña circulación de energías. La gran circulación de energías es mucho más lapidaria.
Somos un tubo digestivo y un poco de
sensación interna. Al pensamiento se
llega tarde y mal, pareciera que con hacer una digestión permanente, tenemos más que suficiente.
Todo lo que un ser
humano necesita para ser feliz está en su propio cuerpo, bastaría con respetar
la ciclicidad de los sentidos y el respeto profundo a las franjas de percepción
que marcan las inercias cósmicas. No haría falta nada más, ni siquiera un conocimiento
especial: Simplemente un orden social que
lo posibilitara.
Los centros y las áreas se denominan de
la misma manera, pero no tienen el mismo contenido. El centro es entrada de energía y el área salida de
energía.
Centros y áreas, partes y subpartes, se han dividido en seis
gestiones básicas:
Instinto:
Es supervivencia individual y colectiva,
organización de la pulsión. Solo aceptará desarrollos pasionales, entendiendo
por pasión el deseo dilatado en el tiempo y sometido a un plan.
Sexual:
Cuando se gestionan deseos aparece esta
energía, cuyo contenido de conciencia es netamente cultural, las
manifestaciones más frecuentes son el erotismo y la pornografía, que son formas
específicas de atraer para reproducirse.
Vegetativo:
Es conocido y cualquier tratado de anatomía
del sistema nervioso, dará referencia exacta de este sistema: Sistema nervioso
vegetativo.
Motriz:
Cuando
la conciencia automatiza movimientos, lo hace basada en el conocimiento de la
secuencia de imágenes que le llevan a un fin. Cuando hablamos de motricidad,
hablamos desde este punto de vista.
Emocional:
Cuando la conciencia analiza sensaciones
internas y las acepta, estas en su proceso terminal aparecen como traducción
del proceso emocional en forma de palabras que se le van poniendo a las
diferentes interpretaciones que hace la conciencia, de los componentes físicos
traducidos.
Intelectual:
Cualquier operación formal de ordenación de
elementos sígnicos o simbólicos que se lleve a cabo por la conciencia, implica
la utilización de este centro.
A la estructura de la máquina
humana formada por 24 círculos y 36 meridianos,
que se rige por nociones de proporción áurea, es a lo que llamamos
mente.
En este modelo, lo mental ocupa una estructura que ajena al cuerpo,
participa de este al envolverlo y aislarlo del mundo externo. Todo lo que nos
llega tiene como filtro la mente y su estructura, y la comprensión de esta
fenomenología de intangibles solo
puede hacerse desde la explicación causal del porqué de las cosas.
La mente es nuestra
gran antena cósmica, nuestra conexión con todo lo que existe. Conectada con el
cuerpo físico, pero funcionando independiente de este, se convierte en mi
cuerpo intocable.
Nada puede el cuerpo
físico contra la mente. Esta recibe las inercias del absoluto y el cuerpo
físico las analiza a través del fenómeno de conciencia. Podemos seguir o no el
programa que la mente nos marca, pero hagamos lo que hagamos, este programa
sigue.
Son los determinismos
cósmicos los que fijan mediante tiempos de campo magnético, el sentido
predominante en el cuerpo en cada momento y planifican así, el trabajo de toda
la máquina. A estos determinismos los llamaré: Tatwas.
Serán también los
tatwas los que planifiquen la salud física, psíquica y mental, siendo el análisis
de los mismos lo que nos dará acceso a la analítica de las causas primarias no
visibles, que se manifiestan en sus efectos, para toda aquella conciencia
dispuesta a entenderlos. Al mismo tiempo la atención será la encargada del
rastreo del sentido predominante y, por
lo tanto, de la adecuación al mismo, como pauta de conducta.
En esto, como en casi
todo, es mejor no saber nada que saber un poco. De esta manera, se funciona
mejor desde el plano de la no conciencia, que desde el plano de la conciencia
en evolución.
Con el proceso mental
ocurre que este funciona ajeno a la conciencia y al cuerpo físico, y funciona
para todos. Y aquí, que dios reparta suerte porque se necesita simplemente para
sobrevivir.
Estructuras
VOLUNTAD.
La manifestación de los estados mentales
solo sucede en la operativa, y la estructura que hace posible que nuestra
gestión llegue a un fin es la voluntad, que permite la operativa continuada en
el tiempo de un estado mental, no permitiendo que los demás nos desvíen del
propósito trazado inicialmente. La voluntad tiene unas claves igual de cósmicas
e igual de físicas, que el resto de las estructuras analizadas.
Funciones
Las imágenes son el funcionamiento
global de nuestro psiquismo. En ellas está todo lo necesario para la comprensión
de las realidades más profundas de nuestra existencia y, es lo más propio, a la
vez que lo más anecdótico que poseemos.
Si se fuera capaz de cerrar de vez en
cuando los ojos y no entrar en caída libre al sueño, podríamos empezar a
comprender lo pobre de nuestro universo personal: Las imágenes internas que
procesadas por la conciencia, son dibujadas en el aparato mental.
Funcionamos igual que
en un aparato de vídeo. No podemos tener memoria de algo de lo que no tengamos
imágenes. Todo el código de memoria es un código de estructuras geométricas,
que conectan los circuitos de la evocación y la reminiscencia. Se podría decir
que sin memoria no hay psiquismo, pero podemos añadir que sin imágenes no hay
memoria.
Hay suficiente memoria de cada sentido,
pero se trate del sentido que sea, todos tienen su funcionamiento sobre la base
de las imágenes internas.
Sucede que estas imágenes se mueven a
gran velocidad, que además no son estáticas sino dinámicas y que al formar la
conciencia estructura con el mundo, el flujo de imágenes también es una
continuidad permanente. Cualquier operación de conciencia pasa por dirigir la
atención a estas imágenes. A esta mecanicidad tan simple recurrimos de
continuo. Cualquier persona que quiera pensar en algo, tiene que hacerlo sobre
la base de las imágenes internas.
Respecto a los tatwas, sería como
intentar hablar de lo intangible, de la percepción extraordinaria de los
sentidos. Son las franjas de energías específicas de estimulación cósmica para
cada uno de los sentidos. Son adecuaciones sensoriales a la realidad del
absoluto y esto, que es otra evidencia el que los sentidos funcionan
alternativamente, es otra cuestión absolutamente inabordable para la realidad
de lo cotidiano.
Todo el mundo tiene ejemplos de estar al
lado de una radio y no oírla, simplemente porque el sentido del oído está
bloqueado en ese momento.
ÁREAS DE RESPUESTA.
Múltiples puntos repartidos por la estructura
mental consolidan las respuestas, tanto en el ámbito de la sensación, como del pensamiento.
Es importante aclarar que la división
entre áreas y centros lo es solo didáctica, puesto que ambas tienen la misma
composición y ambas actúan en el mismo espacio y tiempo, sucede que los centros
son puntos de entradas de energías y las áreas son puntos de salida. La
grabación específica de los componentes tanto en los centros como en las áreas,
es una grabación que viene de la cultura en la que uno está inmerso.
El centro y el área, son en su entrada y
en su salida lo que da origen al fenómeno de los opuestos, máximo exponente en
este trabajo. Vivimos en una realidad binaria en lo cósmico, que no dual, los
opuestos son culturales y de ninguna manera cósmicos.
La especialización de funciones en
instinto, sexo, vegetativo, motricidad, emoción e intelecto, es la misma
función que en la conciencia, y son los mismos conceptos y definiciones los que
sustentan esta realidad, pero con los opuestos como operativa y composición.
Dibujo de imágenes
La conciencia elabora y la mente dibuja. Serán pues, estas imágenes de la
realidad las que nos van a dirigir la percepción y el razonamiento, de todo lo
que creemos ver. Todo es ilusión, todo es lo que estas imágenes nos
dicen que es. El mundo real está detrás de esta percepción y por lo tanto, detrás de la
estructura mental, más allá de los 24 círculos y los 36 meridianos.
Tatwas
El espacio está dividido en 6 tipos de energías y al
registro específico de cada una de ellas por los sentidos, es a lo que llamamos
tatwa (ver figura 13).
Tatwa VISUAL:
Energía eléctrica. Este registro
específico afecta al sentido de la vista y hace que funcione esta, en prioridad
al resto de los sentidos. Alimento
específico del centro y área intelectual.
Tatwa AUDITIVO:
Energía magnética. Este registro
específico afecta al sentido del oído y hace que funcione este, en prioridad al
resto de los sentidos. Alimento
específico del centro y área emocional.
Tatwa OLFATIVO:
Energía potencial. Este registro
específico afecta al sentido del olfato y hace que funcione este, en prioridad
al resto de los sentidos. Alimento
específico del centro y área instintiva.
Tatwa GUSTATIVO:
Energía química. Este registro
específico afecta al sentido del gusto y hace que funcione este, en prioridad
al resto de los sentidos. Alimento
específico del centro y área vegetativa.
Tatwa TACTIL:
Energía Mecánica.
Este registro específico afecta al sentido del tacto y hace que funcione este,
en prioridad al resto de los sentidos. Alimento
específico del centro y área motriz.
Tatwa CENESTÉSICO - KINESTÉSICO:
Energía Térmica. Este registro
específico afecta al sentido interno, cenestésico - kinestésico, haciendo que
funcione este, en prioridad al resto de los sentidos. Alimento específico del centro y área sexual.
A la estructura genética de la máquina humana, que viene dada
por los determinismos de la familia genealógica a la que se pertenece y que se
rige por nociones de espacio y de tiempo, es a lo que llamamos Karma.
El karma nos viene dado al nacer, y su
posterior modificación es una tarea prácticamente imposible o al menos muy
compleja y laboriosa. Es el origen de la memoria colectiva de nuestra estirpe,
o linaje familiar de nuestros antepasados (memoria de tribu y memoria de
especie).
CAPITULO IV
Tipos de respuesta.
Rol + Imagen = YO.
Rol + Imagen + Yo = CONCIENCIA DE SÍ.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí = SI
MISMO.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí + Si
mismo =
RESPUESTA VISCERAL.
Rol + Imagen + Yo + Conciencia de sí + Si
mismo + Respuesta visceral = RESPUESTA ESTRUCTURADA.
Imagen
Primera atención: Atención dirigida al cuerpo físico.
La imagen es la sumatoria de lo que vemos en el espejo, más lo que nos
dicen que somos, más lo que fantaseamos. Es la mayor de las irrealidades
psíquicas que manejamos
La imagen, el proceso de apariencia es
el tipo de respuesta general dentro de nuestra cultura. El culto a la imagen ha
tomado cuerpo social y se puede decir que este narcisismo primario, le es
suficiente al ser humano para compensar su sufrimiento en el mundo.
Narcisismo
primario.
El narcisismo primario y la imagen de uno en
el espejo, es toda una dialéctica interna que tiene tal poder en el individuo, que si esto no
funciona, no funciona nada.
Debemos imaginar que un buen día
descubrimos a un ser humano en un espejo y establecemos una relación dialéctica
con él, sin saber que somos nosotros. Sucede que en ese instante no tenemos
imagen de nosotros mismos. Sí que tenemos información de lo que nos han dicho
que somos, pero que en este primer momento no es procesada. Será posteriormente
cuando se sobreañada al mayor de nuestros descubrimientos, la imagen reflejada
en el espejo.
Sucede que esta imagen será una
construcción que, partiendo de una realidad palpable como es nuestro hecho
físico, va a ser procesada por una realidad intangible como es nuestro hecho
psíquico. Será en este abismo de distanciamiento donde surja la tercera fuerza:
Lo que fantaseamos que es nuestra imagen.
Y la fantasía reparadora será tanto mayor, cuanto más grande sea la distancia
entre el hecho físico y el proceso psíquico del dato.
Es esta construcción tan importante para
el desarrollo del hecho humano, que por sí sola consigue que la película
funcione o que lo tenga que hacer de otra manera.
Para que un ser humano funcione, lo
único que tiene que suceder es que sus narcisismos lo hagan y esto, es triste y
aburrido. En el fondo, estar contento sin razones de ningún tipo. Para nada
necesita el ser humano de los trabajos internos. Para nada de nada si los
narcisismos le funcionan. Si no es así, juguetes rotos, películas que no
funcionan. En el fondo, que le digan a uno lo guapo que es y que uno esté de
acuerdo, es el hecho fundamental de nuestra cultura. Tan fundamental que si
esto no es así, nada funciona.
La imagen por sí sola no le basta a un
centro para definir lo que va ha hacer; es decir, solo por la imagen no hay
pauta de conducta sino intento de adaptación al proceso de apariencias.
Surgen así las identificaciones que
pueden ser tantas como centros. Pero tampoco esto es así, puesto que en nuestra
cultura el único centro que se educa y se somete a norma, es el centro sexual.
Con esta sola lectura basta para articular pauta de conducta.
Un individuo desde que nace es
articulado en la alegría - tristeza. Todo es alegre o triste, o todo
acaba en este cómputo. Por lo tanto, todo admite una sola lectura: Alegría o tristeza. Así todo es alimento
del centro sexual y solo se necesitará una identificación con algún animal de
la especie, para además de tener imagen, tener pauta de conducta. Sigue así la
tristeza y el aburrimiento: De seis posibles funcionamientos de un ser humano,
solo se utiliza uno.
Construcción de la imagen. Lo que vemos, lo que nos dicen, lo que
deseamos
Que la imagen lo es todo, ya lo hemos
dicho. Pero siendo tan poco, es tanta la torpeza de los seres humanos que ni
esto se consigue en vida. Cuesta sangre, sudor y lágrimas compactar una imagen
y adaptar la pauta de conducta a esa imagen.
Las contradicciones
entre rol e imagen nos llevan al máximo descubrimiento social que un ser humano
hace en nuestra cultura: Que las cosas, generalmente no son lo que aparentan. Gran
descubrimiento exclusivo para intelectuales arriesgados que, cuando están con
alguna copilla de más, dudan de la imagen, por supuesto de la de los demás,
nunca de la propia.
Nos podemos encontrar amas de casa
pintadas y ajustadas como prostitutas de la Roma antigua, al mismo tiempo que
una imagen de duro y gángster, sostenida patéticamente por alguien muerto de miedo.
En el despacho de al lado está ocho horas al día sentado alguien dotado para el
movimiento continuo, a la vez que nos reparte el café un auténtico cerebro en
movimiento precisamente dotado físicamente, para estar sentado. Señores: Pasen
y vean, el circo está servido y tiene carácter permanente. Pasen y vean, porque
ni ojo vio ni oído oyó, tanto desajuste estructural.
Dos cosas definen nuestra cultura por
encima de todas las demás. La primera es que se puede encontrar cualquier cosa
en cualquier sitio: Todo el mundo está fuera de su lugar. La segunda que se
come cualquier cosa, en cualquier lugar y con cualquier persona. El espectáculo
está servido... ¡Imposible dejar espacio para el surrealismo! ¡El surrealismo
somos todos nosotros!
Rol
Dos atenciones: Atención dirigida a la conciencia
Cuando se da una respuesta al mundo en
base al papel que desarrollamos, tenemos la respuesta basada en el rol.
Generalmente el papel que desempeñamos en el mundo viene dado, por el oficio
que tenemos.
Si el narcisismo primario: La imagen, no
funciona; aparece el secundario: El rol que desempeñamos en el mundo, para compensar siempre el
primario roto. Sólo desarrollamos un rol si este narcisismo de la imagen no
funciona.
Narcisismo secundario
La imagen funciona de afuera hacia adentro.
El rol recorre el camino opuesto: de dentro hacia afuera. Dicho así puede
parecer simple, pero ampliado supone que la imagen nos construye internamente,
mientras que el rol lo hace externamente. En los procesos de imagen lo social
deja un amplio margen a la decisión individual; pero no es este margen tan
amplio en el rol.
Sucede que los procesos de aprendizaje
cuestan dinero y este es limitado. La inmensa mayoría de la gente no puede
elegir, porque no es elegir optar dentro lo posible. Se elige cuando vistas
todas las posibilidades se puede optar desde un discurso no mediatizado, por la
situación social.
Aquí, como en todo lo demás, funciona un
curioso sistema de convencimientos en el que todo el mundo piensa que elige,
cuando es todo lo contrario lo que sucede. Solo los tejidos sociales que tienen
un patrimonio asentado pueden elegir; los demás optamos dentro de lo posible.
Así una vez más la ciudadanía está intentando andar, cuando hay gente que corre
desde hace generaciones.
No planteamos lo justo
de esta situación; solamente diremos que participamos de un modelo de realidad
en el que la lectura del músculo, es mucho más amplia que la lectura del tejido nervioso.
Se necesita mucho músculo en comparación con la neurona y, guste o no, esto es
lo que pensamos.
La neurona se las arreglará como sea
para que el músculo siga funcionando y no sé si se entiende esta alegoría, pero
el mundo no es lo que nosotros creemos, sino lo que el propio mundo necesita y
esto nos es ajeno por su hiperdeterminismo.
Tres atenciones: Atención dirigida a la mente. Primera división atencional
Al trabajo de adecuación del rol a la
imagen es a lo que llamamos YO. Es así, la sumatoria del rol y la imagen.
La sumatoria de ROL e IMAGEN constituye
el YO. Yo soy mi rol y mi imagen, y tanto mejor me funcionarán las cosas cuanto
mejor adapte lo uno a lo otro. Si soy ama de casa y me visto de prostituta,
mandaré al mundo un mensaje confuso que me creará problemas sociales.
Sumatoria de rol e imagen
El Yo, eso que todos somos -porque yo soy yo, y esto no es discutible-
es algo que nadie se cuestiona. Todos
tenemos imagen. En última instancia la no-imagen sería otra manera de tenerla.
Todos tenemos imagen, pero pocos conseguimos compactarla.
Una imagen concreta
es algo que requiere dedicación. Cuesta muchísimo cuidar la imagen, y esto
significa tiempo y dedicación.
Uno es reconocido por su proceso de
apariencia y si se es decente, mejor es aparentarlo. Si uno no tiene suficiente
vocación por la imagen o simplemente no sabe arreglárselas, le queda lo otro;
el rol, para ser asumido socialmente. En función del rol, uno es ubicado en un
sector social y nadie recela de él.
Si no se tiene ningún rol las cosas se
ponen difíciles, porque todo el sistema de relaciones sociales está montado en
función del reconocimiento social que presupone el rol.
No existe posibilidad social fuera del
desarrollo del Yo. Cualquier otra forma de articulación de respuesta es
susceptible de que uno sea cuestionado
y, ¡cuidado!, que el cuestionamiento puede ser dentro de la legalidad
vigente y aplicarse criterios sumamente restrictivos de la persona y de sus
libertades. Dentro de este apartado los seres humanos se han inventado una
ciencia que llaman psiquiatría, que defiende el funcionamiento de los dormidos
y que asegura tener el control de la normalidad, aunque no pueda definirla.
Nuestra cultura es tan grosera en sus
contradicciones que ha trazado parámetros de las alteraciones psíquicas, sin
tener los parámetros de la normalidad, previamente definidos. Esto, que debería
bastar para que un ser humano se acercara con la más tremenda de las humildades
a cualquier manifestación humana, es pasto de lo contrario. Si se plantea algo
que no se entiende se reacciona con ira y, sin más, uno es castigado por este
asunto.
Cuatro atenciones: Segunda división atencional.
A la sumatoria del Rol, de la Imagen y
del Yo, es a lo que llamamos CONCIENCIA DE SÍ. Por un lado se atiende al Yo y
por el otro a la conciencia.
El ROL, más la IMAGEN, más el YO, es la
CONCIENCIA DE SÍ. Esta respuesta ya no se encuadra dentro de las posibilidades
de nuestra cultura, puesto que exige el desdoblamiento de la atención dirigiéndola
al cuerpo físico y al campo donde uno realiza las operaciones. Aquí ya se es
capaz de reflexionar.
Sumatoria del Yo y la conciencia
Solo se pueden entender los parámetros
de la conciencia por aquel ser que la posea. La conciencia es un campo que uno delimita
por su propio trabajo interno y del cual se tiene un registro físico, tan neto
que no ofrece dudas para el que es el feliz poseedor de semejante avance de la
especie.
Solo el que tiene conciencia puede
entender la noción de conciencia de sí. Atención permanente dividida y
consolidada. Ocurra lo que ocurra uno ya no se pierde de vista y, tiene
permanente el recuerdo de sí.
Si este estado
permanece el tiempo necesario aparecerá el siguiente salto de comprensión que
consiste, en que uno puede diferenciar lo que le pertenece y lo que le es ajeno
a su fenómeno de conciencia. Es el punto de partida para entender que la propia
respuesta al mundo, está articulada sobre parámetros que uno no ha decidido,
pero sobre los cuales uno ha sido construido.
Aquí empieza la posibilidad de
cuestionarse la propia pauta de conducta, al mismo tiempo que se abre la
posibilidad de actuar sobre los propios encadenamientos de actos, para
modificar aquellos que nos crean sufrimiento.
No es lo mismo tener conciencia, que tener
conciencia de sí. No es lo mismo tener un campo donde uno realiza operaciones
formales dirigiendo la atención hacia ese punto y retirándola de los demás, que
tener este campo y no perder de vista los parámetros anteriores.
Lo primero, la atención dirigida hacia
un punto determinado no es dividir la conciencia, sino dirigirla en bloque
fluctuando por los cuatro ejes de una manera permanente; esto es lo que ocurre
en el dormido y esto, es lo que le hace creer que está despierto.
Si se le razona al individuo, dirigirá
la atención hacia sus razonamientos y concluirá que él tiene esa función
establecida, sin tomar conciencia de lo que en ese acto ha perdido. Si se le
razona que ha dejado en su abstracción la atención del propio cuerpo olvidada,
en ese momento dirigirá la atención hacia el cuerpo y afirmara que no es así.
Cinco atenciones: Triple división atencional.
A la sumatoria del yo y la conciencia de
sí, es a lo que llamamos: Si mismo.
Por un lado se atiende al rol, más la imagen y por el otro a la conciencia,
empezando a diferenciar en base al reconocimiento, lo que nos pertenece y
aquello como componente que nos es ajeno. Se atiende a la operación formal que
realiza la conciencia con los datos.
El SÍ MISMO exige la diferenciación de
lo que esta dentro de uno y lo que nos es ajeno. Actitud que todo el mundo cree tener clara pero que nadie
sabe en que consiste. El sí mismo es una respuesta en la que la conciencia de
sí consolidada, reflexiona antes de hacer, porque descartado lo que sucede y lo
que ocurre, el sí mismo se dirige a lo que acontece libre de los determinismos
personales y sociales. Este tipo de respuesta es la que en nuestra cultura se
hace creer al individuo que tiene. Se le hace creer que él decide y que él es
el dueño de sus actos, cuando la realidad es todo lo contrario. Pero esta
creencia está tan arraigada que no se puede ni discutir.
Sumatoria del Yo, la Conciencia y la Conciencia de sí
La conciencia de sí consolidada, da paso
al sí-mismo. Ya dijimos que exige una triple división atencional. Aquí la
atención no solo estará pendiente del cuerpo físico; también lo hará de las
operaciones formales de la conciencia, pero además condicionará la respuesta al
ámbito donde esta se produce. La atención aquí está dirigida hacia afuera y por
lo tanto, uno es consciente de lo que ocurre dentro y, de lo que está
sucediendo afuera.
Las anteriores respuestas estaban
mediatizadas por las propias alegorías, por los propios contenidos. Aquí
comienza el posible fenómeno de la objetividad, puesto que a la hora de dar
respuesta ya no importa lo que uno elabora, sino lo que está sucediendo.
El trabajo aquí sería sobre la propia
importancia personal, sobre el propio prestigio. La recompensa es obvia: La
toma de conciencia de que lo que uno opina no le interesa ni a uno mismo.
Cinco atenciones: Cuatro divisiones atencionales.
A la sumatoria del yo, la conciencia de
sí, y el sí mismo, es a lo que llamamos respuesta visceral, que consiste
básicamente en la caída en cuenta del nivel visceral operativo de las imágenes
de la conciencia. Así ubicamos por primera vez lo que decimos, en una parte del
cuerpo y tomamos conciencia de la importancia del intracuerpo en las mecánicas
de respuesta.
La RESPUESTA VISCERAL estaría en el
terreno de lo impensable. Consistiría en la matización de la parte del cuerpo
con la que se está trabajando en el momento de la respuesta. Exige la
aprehensión de la sensación interna y, por lo tanto, el control de las propias
emociones. Aquí la atención ya tiene una triple división atencional
consolidada: Se atiende al cuerpo físico, se matiza el contenido de conciencia
y se sabe el ámbito, donde se está operando internamente. Cuerpo físico,
conciencia y mente estarían aquí presentes en la toma de decisiones.
La respuesta visceral
Si el problema hasta aquí era de
videncia, de captación de las imágenes internas y de su posible interpretación,
a partir de ahora el problema es de sensitividad, de interpretación de las
propias sensaciones, principio y fin del saber lo que está ocurriendo.
La vía de la sensación es la vía que
termina en las emociones y son estas en principio, nuestro apoyo más directo en
el trayecto de la sensación. Ocurre que las emociones están dotadas de
contenidos específicos dentro de la cultura en la que uno está inmerso.
Las falsas emociones han llenado tanta
literatura que no podemos más que añadir, que nunca una emoción es falsa; lo
que puede ser falso es el contenido con el que se procesa esa emoción, lo que
cambia radicalmente el objeto de estudio.
Si en una situación en
la que me tengo que reír, me dan son ganas de llorar, yo tengo la razón, no la cultura con sus contenidos mentirosos.
Si en una situación en la que la norma social me dice lo que tengo que sentir y
resulta que no lo siento, nada podré
hacer en esta vida porque las cosas sean de esa manera, y a esto es a lo que
llamo: Respuesta Visceral.
Todas las emociones son falsas, porque
el proceso de sensación solo surge cuando nos atrapamos en los contenidos
viscerales que se han movilizado. Todas las emociones son falsas, porque las
cosas son lo que son, pero no tienen porque atascar la energía y dar paso a un
proceso de sensación que dilata en el tiempo los contenidos, para darnos tiempo
a analizarlos.
Si aceptamos que hay falsas emociones,
aceptamos que las hay verdaderas, y no es el problema saber si una sensación es
una emoción falsa o verdadera, sino porqué las culturas han transformado las
sensaciones internas en emociones, dotadas de un contenido específico.
No son las ideas las que hacen peligrosa
una cultura, sino la manera específica de procesar la sensación interna ligada
a unos determinados contenidos. Es la víscera la que articula sensación y esta
ni es falsa ni es verdadera: Es sensación
interna. Son las culturas las que han llenado de auténtico terrorismo
emocional, lo más inteligente que tiene el ser humano.
De la sensación interna a la emoción,
hay mucho camino; el camino que ha recorrido una cultura para consolidarse con
sus valores, sus categorías y sus logros. Lo real es la sensación interna, lo
cultural es la emoción y esta debe ser aprendida e interpretada.
Cuando un ser humano
toma distancia de sus propias emociones e intenta centrarse en su sensación
interna, está dentro de la
respuesta visceral. Aquí la emoción circunstancial y propiciada por el ámbito,
ya no influye en el fenómeno de respuesta. Ya no existe ese doble camino a la
conciencia para que el impulso de respuesta se desplace a un área, sino que la
sensación primaria es procesada con sus datos y se dirige el impulso de
respuesta directamente al área que corresponde, para dar respuesta.
Conseguir en vida desasirse del proceso
cultural con el que uno ha sido manipulado desde el nacimiento, sería un logro
de tal magnitud que es impensable el conseguirlo. Sería algo así, como no tener
sensaciones internas procesadas como: Miedo, emoción, angustia y ansiedad.
Seis atenciones: Cuatro divisiones atencionales.
Cuando la atención es capaz de
informarnos de lo interno y de lo externo pudiendo direccionar la posible
respuesta a lo que nos rodea en cada momento, sin tener en cuenta la propia
sensación o el propio pensamiento, surge la respuesta objetiva.
La respuesta objetiva tiene las cuatro
divisiones atencionales consolidadas. Aquí se amplía el campo no solo al
control de lo que uno siente, sino también a lo que uno piensa, que sea lo que
sea carece de la más mínima importancia. La aprehensión de la realidad exige de
un posicionamiento en lo neutro y aquí ya está trascendido lo que uno es, y lo
que uno cree. Ambas cosas dentro de esta respuesta, serían puras anécdotas.
Dentro de las posibilidades del ser
humano está la objetividad, pero esta no puede ser aislada del método. Cuando
hablamos del método hacemos referencia a las metodologías del pensamiento, a la
existencia de máquinas que posibilitan mediante disciplina, la organización del
proceso del pensamiento.
Ya sé que todo el mundo piensa, pero
para el común de los mortales pensar es pedir datos de memoria y asociarlos en
un encadenamiento aparentemente aleatorio. Aquí estamos hablando de la
organización de esos datos en función del método, y de toma de decisión en
función de esos resultados.
La cosa sería fácil si supiéramos que
variables intervienen en un problema, pero sucede que la ausencia de método es
la que propicia que se trabaje con unas variables que se modifican según las
circunstancias, y así nos va.
Para tener una metodología del pensamiento
es necesario conocer previamente, la estructura compositiva de las cosas y de
las personas. Es necesario por tanto, tener un modelo de realidad que abarque
los tres reinos: Mineral, vegetal y animal que defina la realidad como forma,
materia, energía e idea, a la vez que pueda extrapolarse el conocimiento de los
modelos físico, psíquico, mental y kármico.
Respuesta
estructurada
Seis atenciones: Cinco divisiones atencionales.
Cuando estamos en
posesión de un método capaz de analizar lo que nos rodea, y gestionar a través
de la conciencia, de lo físico, lo psíquico y lo mental, podemos optar a la respuesta
estructurada que apoyándose en el método, puede dar respuestas ajenas a nuestra
propia operativa. Es imposible alcanzar este nivel de respuesta sin un modelo
de realidad cósmico, psíquico y físico, y sin un método que estudie y
relacione: Objetos y personas.
La respuesta estructurada va un poco más
allá de la objetividad, ya que en esta, solo se tiene en cuenta la propia
vivencia. Si somos capaces de dar una respuesta estructurada, solo podremos
hacerlo mediante un método de pensamiento que nos estructure la posibilidad
hacia el otro. Aquí uno está trascendido y ejecutaría actos que tienen su
interés puesto en el otro; esto sería tan difícil como escalar el Everest con
una hemiplejia. Si el propio interés es trascendido y se consigue ejecutar un
acto en el que el primer beneficiado no sea uno mismo, es que no estamos en
este mundo sino en uno que yo no conozco. Esta respuesta sería la trascendencia
en vida, incompatible con el proceso de vida tal como lo conocemos.
La respuesta cósmica
Estructurar una
respuesta es pensar en los datos que componen el problema, y someterlos a leyes
de ámbito universal.
Dentro de las posibles respuestas
estructuradas estaría la respuesta cósmica como aquella respuesta que tiene en
cuenta, una cosmogénesis o un conocimiento de las inercias cósmicas y que en
función de este conocimiento, se condicione la posible operativa en un campo
donde el espacio y los tiempos de conciencia, están trascendidos.
El tiempo no existe, es más, solo existe
lo que nosotros condicionamos para que exista. Solo existe lo que es percibido,
por lo tanto es nuestra definición de intereses la que determina lo que existe.
En este tipo de respuesta lo que existe está determinado previamente, y se
condiciona lo que se responde a lo que previamente se ha determinado que existe.
CAPITULO V
Relación entre sentidos y tipos de memoria
La memoria primaria es recuerdo de
sensaciones, y la memoria secundaria lo es de pensamientos. Ambas memorias
tienen sus códigos mentales y sus almacenamientos geométricos. Son estas geometrías las que participando
estructuralmente del cuerpo físico, se organizan como imágenes en la conciencia:
El lenguaje hablado o escrito que hace posible su trasmisión, no es más que el
juego de las vías asociativas y abstractas sobre este código geométrico. El
mejor organizador de la energía es sin duda el lenguaje y este, es el único
valor que aquí se le reconoce.
La sensación interna es memoria
primaria. Solo hay una sensación interna que da lugar a las más variadas
traducciones, según el lugar donde se ubique la sensación de hambre o de miedo.
La única diferencia que tienes es el contenido formal con el que se procesa
dicha sensación en el tiempo. Si tenemos hambre y nos dan un gran susto, el
hambre se convierte en miedo. Los resultados de traducción de la sensación interna,
son circunstanciales y dependerán del ámbito en el que estemos y del momento.
Esta noción de centro
de gravedad no puede ser entendida sin aceptar de antemano, que todos los seres
humanos recibimos al nacer seis trozos
de tarta, cada trozo de una tarta diferente. Ocurre que el volumen total que
recibimos es el mismo para todos, pero los tamaños de cada trozo son diferentes
según un determinismo cósmico. De tal manera, que si el
mayor trozo de la tarta corresponde en un individuo al sexo, toda la traducción
interna de sensación será deseo sexual y se trasformará en ganas de comer, si
el centro de gravedad es vegetativo.
La sensación de respuesta es memoria
primaria. El primer impulso de respuesta procedente del centro de elaboración y
por tanto de la conciencia, también lo es. El segundo impulso de respuesta es
memoria secundaria y es el que se dirige al área. En este caso ya no hay
sensación interna a procesar, pues una vez dada la respuesta la sensación se ha
transformado en emoción, y será emocional por tanto, la decisión de respuesta
que tomemos en ese momento. Es muy gracioso que toda respuesta tenga un código
emocional que está en función, de la misma respuesta y no en base a la
sensación interna. Será este segundo impulso de respuesta el que nos permitirá
integrar en la decisión final que tomemos, las matizaciones culturales y por lo
tanto distorsione en la respuesta la autentica sensación interna, por la
supravaloración de los contenidos emocionales y de pensamiento de cada una de
las culturas en las que estamos inmersos.
La memoria primaria -ya lo hemos dicho-
es memoria de sensaciones e integra los
sentidos internos: Cenestesia y
kinestesia. La memoria secundaria es memoria de pensamientos e integra los
sentidos externos: Vista, oido, olfato,
gusto y tacto (ver figura 14)
CAPITULO VI
Relación entre niveles de
conciencia y estímulos.
El estímulo
intrauterino se corresponde con los niveles de sueño y semisueño. El estímulo
de la vida ordinaria corresponde a la vigilia y a la conciencia de sí. El
estímulo cósmico será la conciencia objetiva y la conciencia cósmica (ver fig.
15).
No es fácil la consolidación de un
estado de conciencia.
Relación entre
atención y niveles de conciencia
La atención dirigida al cuerpo físico
corresponde al nivel de sueño. La brutalidad y enajenación que se produce
cuando un individuo es su cuerpo y nada más, solo es comparable a las bestias.
La atención dirigida a la mente, es
atención con nivel de vigilia ordinario y por lo tanto, se está pendiente de lo
que ocurre a nuestro alrededor. Este sería el caso del ser social que pendiente
de los ritos y ceremonias parece que ni siente ni padece. Todo lo que le ocurre,
es perfectamente asimilado como si de un recogedor de todo tipo de sustancias
se tratara.
Si uno en vida es capaz de hacer un
primer desdoblamiento atencional, surgirá la atención dirigida al cuerpo físico
y también a la conciencia. Esto que es el principio del despertar, es una
situación que por su rareza es digna de tenerse en cuenta; alguien atento a su
cuerpo y a lo que su conciencia elabora. Las matizaciones sucesivas de lo que
uno elabora incluido lo que uno siente, llevará a la conciencia de sí, es
decir; a la sumatoria del yo y la conciencia. Este sería un ser de índole
extraordinaria y muy difícil de encontrar en el mundo… ¡Alguien dotado de
decisión propia que se ha tomado nada menos, que el permiso para pensar! Este
individuo es peligroso para el orden social y, generalmente es perseguido y
fusilado en casi todas las culturas.
Si se puede establecer
una triple división atencional y se consigue atender a la conciencia, al cuerpo
físico y a la mente, estaremos en el tipo de hombre que ya puede manejar sus contenidos y dar
una respuesta al mundo que tenga como base, lo que ocurre a su alrededor más lo
que ha reflexionado sobre los datos que le llegan. Aquí empiezan las garantías
de una conciencia objetiva que puede en un momento dado, prescindir de lo
propio y optar por el método en la toma de decisiones.
Cuatro divisiones atencionales marcarían
el mínimo de una conciencia cósmica, en la que la estructura del absoluto ya no
es ajena, y donde las decisiones tienen como base el sentido específico con el
que se opera: La acomodación a las leyes cósmicas por encima de las leyes
humanas (ver fig. 16).
CAPITULO VII
Proceso de sensación y proceso de
pensamiento
Dentro de nosotros hay
sensaciones y pensamientos, se podría decir que la
historia de la humanidad consiste en adecuar los unos a los otros. Los procesos
de sensación se acaban traduciendo como emociones. Los procesos de pensamiento
como ideas.
Podemos dividir al ser humano en seis nociones fundamentales:
Instinto, sexo, vegetativo, motricidad, emoción e intelecto y así, podremos
trazar el camino de lo primero a lo segundo, es decir, de la sensación al
pensamiento.
La sensación:
Nace en el instinto, sigue por el centro vegetativo y acaba en el centro
emocional. Si hay dificultades aparece como sistema de alarma, la tan conocida
angustia.
El pensamiento:
Nace en el sexo, sigue por la
motricidad y acaba en el intelecto. Si hay dificultades se traduce como
ansiedad.
Tiene razón el que dice que la angustia
es una sensación y la ansiedad un pensamiento.
Ocurre en nuestra operativa que la
sensación y el pensamiento no pueden andar por separado y aparece una segunda
manera de manifestarse la energía. Así, a la sensación: Instinto, le acompaña el pensamiento: Motricidad. Al pensamiento: Sexo,
le acompaña la sensación: Emocional y
por último a la sensación: Vegetativa,
se le suma el pensamiento: Intelecto.
Entender estos dos caminos de
manifestación de la energía es entender mucho y, si se es capaz de llevarlo a
la práctica diaria, se convierte en una buena guía de la pauta de conducta.
Al final de la primera parte se incluye un
esquema -pequeño análisis-, del recorrido que hacen las
energías por el laberinto de nuestro
psiquismo en estática. Lo primero que se recibe en la estructura mental es el
estímulo cósmico: tatwas. Desde la mente el estímulo se desplaza al cuerpo físico y en este, se moviliza la
memoria primaria -memoria de sensaciones-
y al ser procesada esta memoria por la conciencia, se trasforma en impulso de
respuesta. Es este impulso el que moviliza la memoria secundaria o memoria de
pensamientos, que recoge nuevos datos de la estructura física y que devueltos a
la conciencia, darán origen al impulso secundario, que trasladado al área
correspondiente, dará la respuesta definitiva hacia el mundo.
El impulso de respuesta
es pensamiento. La sensación de respuesta es emoción. La sensación es más
rápida que el pensamiento, pero sin el campo de la sensación son imposibles los
pensamientos. Si somos capaces de pensar es por que somos capaces de mantener
una sensación dilatada en el tiempo, un clima que hace posible que se mantenga
la operativa. De aquí a
razonar que todo lo que pensamos tiene como base un proceso emocional, no hay
ninguna distancia.
También se podría decir, que se piensa
porque hay dificultades emocionales lo suficientemente intensas, como para
mantener un clima o una pasión.
CAPITULO VIII
Relación
entre sentidos y tipos de estímulo
En el estímulo intrauterino solo se
pueden activar los sentidos internos: Cenestésico y kinestésico.
Los estímulos de la
vida ordinaria son multisensoriales; llegan por todos los sentidos a la vez.
Los estímulos cósmicos
-tatwas- son unisensoriales y solo afectan a un sentido determinado con una
ciclicidad que tiene su origen, en un determinismo cósmico específico.
Existen veinticuatro
tipos de días distintos, cada uno de ellos con un ciclo sensitivo diferente. La
máxima complejidad corresponde a uno de estos veinticuatro días, con treinta y seis ciclos de cambios sensitivos y
la mínima, a un día de diez ciclos de cambios sensitivos.
El tatwa del olfato activa el centro
instintivo -energía potencial-. El
tatwa auditivo activa el centro emocional -energía magnética-. El gusto
activa el centro vegetativo --energía química. El tacto activa el área
motriz -energía mecánica-. La vista
activa el centro intelectual -energía
eléctrica-. Por último hay un tatwa específico para el centro sexual, que
se nutre de la sensación interna: Cenestesia
y kinestesia -energía térmica-.
No podemos sino repetir
la importancia de este concepto: Es en los sentidos donde se organiza la vida y
todo lo que impida el recorrido natural energético por estos, será trabajo equivocado de uno
hacia su propia máquina y, pronto o tarde, se manifestará en el cuerpo físico
como enfermedad o sufrimiento .
De esta noción simple de respeto a la
propia condición humana, se puede comprender lo que significa el fenómeno de la productividad, auténtico terrorismo contra la
especie, dentro del quehacer humano.
Si se deja libre de contenidos y por lo tanto, de estructuras de obligación a la
conciencia, esta no se pierde en un abismo insondable, sino que organiza su
quehacer alrededor de la linealidad del absoluto. Nada más apartado de la
esencia del quehacer humano que las organizaciones actuales, basadas en
criterios productivos que en nada ayudan al individuo (ver figura 17).
CAPITULO IX
Relación entre niveles y estados
de conciencia.
Los niveles de conciencia son:
Sueño, semisueño,
vigilia, conciencia de sí, conciencia
objetiva y conciencia cósmica.
Los estados de conciencia son:
Negación, duda, búsqueda, creencia,
experiencia y certeza.
No confundir niveles y estados de conciencia.
El sueño da
un estado de negación.
Aquí no hay
posibilidad. Si encontramos un ser humano que carece de dudas, es que está en
el estado de sueño. Cualquier político sabe lo que hay que hacer y si no lo
hace, es porque no le dejan. Esta gente está en un sueño profundo y permanente.
El sueño y la negación están en el área
y el centro instintivo. La sensación y el impulso están en el centro. La
respuesta está en el área.
El semisueño y la duda van unidos
Es el principio del despertarse: La
duda. Aquí el centro y área sexual lo son todo, y si anteriormente las
mecánicas pasionales eran la evidencia, aquí son los
deseos y su estructura formal: Pensar continuamente en lo que no se tiene, y no
aprovechar aquello que se nos ha dado. Dentro del deseo, la seducción y el ser
querido, serían las pautas a desarrollar y el auténtico viacrucis de millones
de personas.
Conviene aclarar aquí la diferencia
entre solución y compensación. Solución será aquello que depende de uno mismo;
compensación lo que depende de los demás. Decimos esto porque son legión las personas
que buscan solución en el ser querido y esto, no depende de uno. Por lo tanto,
será como mucho y si se consigue, compensación, pero nunca solución.
No deberíamos optar más que a aquello
que depende de nosotros mismos, pero sucedería entonces que tendríamos un largo
camino de renuncias en el medio social; además la renuncia se convierte en
impotencia, y esta es más difícil de tolerar que la misma renuncia. Si
siguiéramos este camino quizás tendríamos que optar, por estar sentados la
mayor parte del tiempo y esto sería incompatible con el hecho social de ser
importante. Se es importante cuando no se tiene tiempo libre. Si se opta por
auténticas soluciones es poco lo que podemos hacer. Pero… ¿Dónde está escrito
que tengamos que hacer algo? Lo que más le asusta a un gobierno de cualquier
país, es que sus ciudadanos no hagan nada.
En nuestras culturas europeas el deseo
individual lo es todo, hasta el punto de
que no sabemos diferenciar entre deseo y necesidad. Los deseos individuales han
pasado a ser necesidades… ¡Y así nos va!
Vigilia y búsqueda
La vigilia ordinaria son ya un estado excepcional. Poca es la gente que
busca, y poca la gente que se mantiene despierta el tiempo suficiente para
estar alerta. En nuestras culturas, al menos en la española, solo están
despiertos los delincuentes y los marginados. Por ejemplo: Los homosexuales, la
alerta permanente que mantienen en un medio hostil, les mantiene en búsqueda.
El resto, ya encontró en la comodidad y la complacencia su medio de vida.
En el estado de vigilia se altera la
percepción, pero no en el orden de percibir algo nuevo, sino en que uno puede
mantener la atención dirigida a un sentido. Aquí comienza la apercepción y algo
que parece fácil, transforma el universo de lo percibido: Todo se ve de otra
manera.
La búsqueda permanente es un estado de
alteración continuado. Es muy difícil mantener este estado, porque el resto de
los que te rodean optó por la comodidad de los contenidos culturales. Todo el
mundo parece tener su sitio, menos uno, que lo anda buscando. Sucede que el
proceso de apariencias consolidó en los que te rodean el trabajo de aparentar
lo que no se posee: Una situación de creencia previamente sometida a
experiencia.
El estado de vigilia y la búsqueda se
asocian al centro y área vegetativa. En el fondo la identificación de
sustancias tanto internas como externas es lo que nos hará sabios, o nos
llevará a la enajenación permanente.
El problema de la
identificación de sustancias es serio, ya que estas se identifican por sensación
interna que es previa a la posible alteración física que generan, y se necesita
de una gran limpieza
psíquica para poder decir simplemente lo que uno puede o no puede comer. Las
ideas como los alimentos, tienen una realidad física. Depende de lo que pensamos
el que podamos seguir adelante o no. Al mismo tiempo un ser humano piensa según
lo que come, y esta realidad tan absoluta, es totalmente ajena a nuestra
cultura.
La conciencia de sí, liga con la
creencia.
Creer en algo es una estructura complejísima que se mantiene en pie solo
por la voluntad, que es irracional. Una creencia no se puede discutir: Es algo
que computa nuestra pauta de conducta y que hace posible que los planes se
lleven a cabo. Solo cuando estos fracasan, se hace lectura de falsa creencia.
Una idea en la que se cree se puede variar, mientras no genere dinero. Es como
una forma determinada de ser: Se puede cambiar mientras no genere dinero, si lo
da, ya es inamovible.
La conciencia de sí y la creencia,
tienen su correspondiente lectura en el centro y área motriz. Sin duda son las
creencias las que dotan al individuo de movilidad. Es imposible moverse por
algo en lo que uno no cree, y no importa el nivel de racionalización de una creencia;
simplemente movilizan y esta solo se somete a razonamiento de nuevo, en caso de
fracaso.
El sí mismo se asocia a la experiencia y
ambos, al área y centro emocional.
Realmente lo que hace
que un ser humano pueda manejarse, es el
control específico que pueda ejercer sobre sus estados emocionales. Se debe
pensar que esto no tiene nada de sencillo
puesto que generalmente nos manejamos por climas y pasiones.
El clima sometido a un plan es lo
fundamental a entender, y lo que nadie puede desenredar. Quedarse sin pasiones
es como quedarse sin nada que hacer en este mundo, y es un estado al que no se
llega por propia voluntad, sino por una multiplicidad de factores que no
dependen de uno. Si esto se consigue se pasa a la interpretación de estados
climáticos y al entendimiento de situaciones que tienen como base, pequeños
proyectos vitales que de ninguna manera se dilatan en el tiempo, como los
procesos pasionales.
Se debe entender que si uno se maneja
pasionalmente, el futuro es lo que interesa y los planes a futuro lo son todo.
Evidentemente solo el fracaso absoluto de todo lo que uno es y hace, nos podrá
sacar de este estado de huída permanente hacia delante.
Entendemos que nadie es capaz de
planificar sus propios fracasos y que solo es posible esto, desde la confusión
llevada al límite de lo irracional. Sin embargo, puedo asegurar que esto sucede
y que además, es posible retomarse desde esta situación de fracaso total. Si
esto surge, en algún momento aparecerá el posible fenómeno de aclaración del
pasado a través de situaciones climáticas ya comentadas, estas son el arrastre
de emociones que uno maneja mal. Poco después deberemos entrar en el presente y
en la vivencia de las situaciones emocionales que constantemente, nos propicia
el simple hecho de estar vivos.
Se desprende de este
pequeño análisis que nadie vive emocionalmente, sino que se funciona
pasionalmente con climas fijos, que posibilitan la acción de futuro. Entrar en
el campo de las
emociones, es desprenderse en un larguísimo camino del pasado y del
futuro, y esto es tan difícil como que
un camello pase por el ojo de una aguja.
Aquí, como en apartados anteriores, nada
se saca de la discusión con los dormidos que continuamente utilizan las
emociones del momento, para afianzarse en sus convicciones pasionales. Si uno
se molesta en preguntar, todo el mundo sabe y maneja bien sus emociones; nadie
está descolocado en este mundo. Solo cuando la acumulación de errores hace que
un ser humano de las familias de los dormidos se desborde o se descontrole,
pasará a cuestionarse su manejo. Pero tranquilos, que durara lo que dure su
catarsis emocional y saldrá más afianzado que nunca de sus propias convicciones
y errores. Solo si el desajuste es lo suficientemente intenso, se producirá una
crisis permanente que también la tienen resuelta: Al manicomio y nada más.
Conciencia objetiva.
El sí mismo sería la entrada firme a la
conciencia objetiva y el principio de una posible utilización del centro
intelectual. Piénsese que todos los centros tienen parte intelectual y, por lo
tanto, todo el mundo piensa. El instintivo, el sexual o el motriz, piensan.
Ocurre que sólo piensan dentro de su centro y así, todo lo que se produce es
producto rastreable dentro de ese centro.
Conciencia cósmica.
La conciencia objetiva y la cósmica, solo pueden ser entendidas a partir
de la aclaración del centro emocional, y esto solo puede estar conectado con
estados de certeza donde la creencia por experiencia, ya no puede ser sometida
al proceso de duda. Aquí ya no se discute, ni se afirma, ni se niega. La
paradoja está trascendida y el proceso de contradicciones también. No hay
sufrimiento, pero tampoco hay proceso de vida, entendida esta como preocupación
por lo que ocurre alrededor de uno.
Los procesos de sufrimiento tienen como
base, la indestructible creencia en los procesos de placer. Y sabemos que por
nada del mundo alguien cuestionaría la existencia del placer, por mucho que
diga que piensa y cree, que el sufrimiento no existe (ver figura 18).
CAPITULO X
La noción de espacio
Al eje físico le pertenece un espacio
físico: Es el que ocupa nuestro volumen en el espacio. Ocurre que nuestro
volumen es una representación al igual que nuestro esquema corporal. Hemos
tomado noción de ello a través de un sinfín de sensaciones y hemos concluido
que en base a esas sensaciones, nuestro cuerpo físico existe.
No podemos dudar del fenómeno de
percepción, pero ocurre que esta se estructura como el neutro fabricado por la
conciencia después del análisis de dos movimientos, de dos energías rastreables
desde el punto estricto de la geometría euclidiana. Dos energías que se mueven
constantemente y que delimitan, en su percepción, un objeto o persona
representada bajo estrictos parámetros culturales. Ocurre dentro de esta
fenomenología que representamos la existencia de un hecho corporal como
representamos todo lo demás; es decir, el espacio físico existe en la medida en
que existe el fenómeno de conciencia pura representación dentro de un campo que
nos es conocido y que a su vez, mantiene unos límites que se han fijado dentro
de los parámetros biológicos. Se puede concluir que el espacio físico es un
espacio imaginario dentro de una biología alucinatoria.
El eje psíquico añade
un nuevo parámetro a la percepción estructurada del espacio y es el asumir que
lo percibido es una estructura de los tiempos de conciencia. Así, pasado, presente y
futuro, condicionan otro eje inexistente que es la pobre concepción que tenemos
del fenómeno tiempo. Cada vez que representamos algo nos reímos del tiempo real
y lo paramos en el presente. Así nos quedamos complacidos de nuestra propia
originalidad. Esta consiste en la fijación de una imagen mediante el fenómeno
de la contemplación y, como podemos fijarla por tiempo indefinido en función de
nuestras necesidades, el convencimiento de lo representado es de carácter
absoluto. El espacio psíquico es tiempo psíquico y no puede ser separado el uno
de lo otro. El espacio psíquico es así un espacio virtual, que se acomoda a
nuestra representación cultural.
El eje mental es el espacio real puesto
que es nuestra estructura en contacto con lo que existe. Y lo que existe es el
espíritu: Millones de formas en continuo movimiento que son la explicación
causal de todo lo que existe. Estas formas pertenecen a un espacio que es la
negación del mismo, puesto que no puede ser fijado por los tiempos de conciencia y son el sostén de todo lo que
existe, puesto que nosotros mismos las consumimos para poder seguir vivos. En
este espacio la realidad es lo contrario al hecho de la representación, puesto
que se ha trascendido el sentido de la vista y se ve con el ojo del espíritu.
Localizarlo es muy sencillo; simplemente hay que percibir de la misma manera
con los ojos abiertos que con los ojos cerrados.
El espacio es un compuesto de tres
condiciones: Por un lado lo que representamos; por otro, los tiempos de
conciencia y, en tercer lugar la traducción del hecho mental como espacio
espiritual.
Será el espacio
mental el que preste su adimensionalidad teórica al fenómeno del desplazamiento
por campos que en principio, pueden no ser de nuestra propia estructura.
Será el campo mental el espacio real
donde podemos llevar a cabo un hecho de vida del que no podemos estar seguros,
ni siquiera en su dimensión física.
Puede ser todo una escenografía, donde
los primeros representados seamos nosotros mismos y donde la comedia de la
vida, alcance su broma más gloriosa: La no-existencia de nada.
ESPACIO:
Supraestructura de la
conciencia. Lectura que los sentidos hacen de la materia.
ESPACIO FISICO:
Espacio imaginario
construido en base a la biología. Cuando la conciencia hace la lectura
biológica del eje físico, construye un espacio imaginario en base al esquema
corporal.
ESPACIO PSÍQUICO:
Espacio virtual
deformable según el tipo de operación. Cuando la conciencia realiza operaciones
y concreta objetos, los representa dentro de un espacio virtual que se adapta
al tipo de escenografía representada, tan imaginario cómo el anterior se
diferencia en base a la no concreción de limites, como ocurría con el espacio
corporal.
ESPACIO MENTAL:
Negación del espacio
en base a la lectura de la otra realidad, la espiritual. La conciencia no puede
fijar operativa dentro del movimiento perpetuo, pues las cosas aparecen en el
orden en que se las necesita. El espacio no escapa a esta ley, y la noción de
espacio mental es la negación del mismo, porque el vacío existente fuerza a una
lectura continuada de la forma, sin poder concretar si se hace desde dentro o
desde fuera de esta. Somos contenido y continente y ambas cosas se manifiestan
a la vez.
Nuestra cultura necesita de los tiempos
de conciencia más que de los números, porque sin estos tiempos y sobre todo sin
la existencia de un pasado sufriente o placentero, el futuro no existe. Este
parámetro cultural es insalvable desde la estructura del acto tal como lo
conocemos y, sobre todo desde el proceso de pensamiento y de las secuencias
lógicas, tal como la cultura nos las ha estructurado.
Parece como si el proceso de pensamiento
tuviera que encadenar sus organizaciones a fin de conseguir algo, cuando la
realidad es que la conciencia lo que necesita es ver el camino recorrido desde
que se empieza algo hasta que se acaba. Pero después prescinde del resultado
porqué éste ya no le interesa. En otras palabras, la conciencia necesita en
ciertos momentos hacer, pero sin orden alguno y sin la consecución teórica de
un fin. Todo el hecho de los tiempos de conciencia aparece, cuando al individuo
se le fuerza para llevar a cabo tareas que no tienen ningún sentido.
Que pasado, presente y futuro sean uno y
la misma cosa... ¡Casi nada! Es decir, que el presente, el acto que se ejecuta
en el presente carezca de esta estructura y tenga sentido en sí mismo.
Tiempos de
conciencia:
Supraestructura de la
conciencia. La pulsión es la mínima unidad de carga para organizar la
supervivencia, es esta organización la que hace posible la aparición en base a
la operativa de los tiempos de pasado presente y futuro. El pasado es
acumulación de datos en base a memoria, el presente es recepción de estímulos y
el futuro, es la adecuación de estas dos cuestiones anteriores para poder
sobrevivir.
PASADO:
Acumulación de datos en base a memoria de las experiencias. En la
ejecución de actos, existe una organización de las imágenes internas para poder
llegar a realizar algo. Esta organización es operativa en cuanto al logro
externo y se lleva a cabo en base a los
datos de experiencia. Cuando la memoria tiene que realizar algo conocido,
aparece el tiempo de pasado.
PRESENTE:
Cuando la conciencia
está sin operativa de imágenes y sin proceso de motivación ni de interés,
aparece el presente, la atención dirigida a aquello que nos esta ocurriendo.
Este tiempo deja de existir en cuanto intentamos alguna realización de cara a
objeto o de cara a persona. Si la atención no esta dirigida a nada en concreto
y la conciencia esta en reposo operativo, aparece el presente.
FUTURO:
Si organizamos las
imágenes internas de cara al logro, lo hacemos basándonos en los datos de pasado
y por lo tanto, planificamos secuencias de movimientos que tienen como fin la organización
de la supervivencia. En la medida que
nos podamos adecuar a esta realidad de las imágenes, estaremos en el futuro. La
existencia de futuro tiene como base la operativa interna de la conciencia,
pues si no hay operativa de conciencia no hay futuro, ni tiempo, ni espacio. La
incertidumbre de un manejo sin tiempo y sin espacio, genera la aparición del
futuro como estrategia hacia el miedo básico de no saber lo que nos va a ocurrir,
en el fondo, el miedo de los miedos: El miedo a la muerte.
CAPITULO XI
Espacios y tiempos de conciencia
La posible respuesta de presente está en
el espacio físico y no puede ser de otra manera. Son las necesidades las que
nos ubican en el presente y las que mediatizan los tiempos de conciencia.
El espacio virtual que se fabrica en la
conciencia es el tiempo de pasado. La conciencia funciona mientras lo hace el
pasado. Cuando este está aclarado lo está el fenómeno de conciencia. Así es
fácil saber si alguien ha trabajado adecuadamente su pasado: Si le funciona el
fenómeno de conciencia, no lo ha hecho bien. Sucede que si los tiempos están
trascendidos también lo está el fenómeno de conciencia.
Si se transciende el fenómeno de
conciencia se ha trascendido la operativa que lleva las secuencias hacia un
fin, y por lo tanto se entra en otra ejecución de acto (ver fig. 19)
CAPITULO XII
Imágenes, espacio y tiempo
Todas las claves del psiquismo humano
están escondidas en las imágenes que nuestra conciencia fabrica y que nuestra
mente dibuja.
Todo lo que un ser humano necesita saber
de sí mismo, de los demás y del medio que le rodea, está en estas imágenes que
son las que dirigen nuestra pauta de conducta, el origen y fin de todas las
vivencias emocionales y el rastreo de todas las sustancias.
Todos los espacios que conocemos y todas
las relaciones que hacemos entre espacios y tiempos de conciencia, están ahí.
Los espacios que nuestra conciencia analiza son los espacios del intracuerpo.
Lo que dentro de esta escenografía se mueve, son nuestras propias dificultades
y las sustancias que en ese momento, se están procesando.
El psiquismo es hormona y sistema
nervioso vegetativo. Una dificultad psíquica es el procesamiento de un tejido
dentro de parámetros de falta del mismo.
La alegoría lo es todo. Lo otro, la
posibilidad de describir las cosas con un lenguaje que se aproxime a lo que es,
está por inventarse.
Cuando hablamos de
anclaje visceral geométrico, estamos haciendo referencia a un concepto complejo
que engloba por una parte, nociones de memoria; por otra, espacios físicos que
están en función de las vísceras huecas y macizas, y en último lugar a la
geometría estricta con que la memoria recaba y almacena datos que llamados
desde lo físico, pertenecen en realidad al campo mental.
Que las vísceras huecas prestan sus
espacios para que las vísceras macizas estructuren sus contenidos, es para mí otra realidad desprendida de la
interpretación de las imágenes internas.
Una imagen interna está estructurada
entre vísceras y son sus contenidos de una terrible dinámica. Quizás el oficio
interno de una persona pueda testearse de esta manera tan sencilla. Cuesta
trabajo parar una imagen, puesto que esto equivale a parar el mundo. Cuesta
trabajo y tiene sus riesgos físicos. Se debe pensar que el cuerpo es más sabio
que uno, y por lo tanto, este actúa correctamente. Si no se sabe nada puede
surgir el accidente si se intentan maniobras de las que no se tenga absoluta
certeza.
Estas imágenes son las que dirigen la
respuesta y hacemos hincapié en un tipo específico de imágenes internas: Son
las imágenes de la felicidad. Estas imágenes son auténticas síntesis de cada
centro que planifican toda el área de conducta, y todos tenemos miles de
imágenes insertadas de como conseguir la felicidad. En nuestra cultura cuando
un individuo está mal, todo lo que hay como recurso y solución, empeora su
situación. De tal forma esto es así, que los nuevos problemas creados por la
supuesta solución son tan abrumadores, que hacen que se nos olvide el problema
inicial.
Son estas imágenes de
la felicidad las que engendran un desajuste enorme entre lo que deseamos y lo
que conseguimos y es este desajuste el que consigue que la espacios físicos que
están en función de las vísceras huecas y macizas, y en último lugar a la
geometría estricta con que la memoria recaba y almacena datos que llamados
desde lo físico, pertenecen en realidad al campo mental.
Que las vísceras huecas prestan sus
espacios para que las vísceras macizas estructuren sus contenidos, es para mí otra realidad desprendida de la
interpretación de las imágenes internas.
Una imagen interna está estructurada
entre vísceras y son sus contenidos de una terrible dinámica. Quizás el oficio
interno de una persona pueda testearse de esta manera tan sencilla. Cuesta
trabajo parar una imagen, puesto que esto equivale a parar el mundo. Cuesta
trabajo y tiene sus riesgos físicos. Se debe pensar que el cuerpo es más sabio
que uno, y por lo tanto, este actúa correctamente. Si no se sabe nada puede
surgir el accidente si se intentan maniobras de las que no se tenga absoluta
certeza.
Estas imágenes son las que dirigen la
respuesta y hacemos hincapié en un tipo específico de imágenes internas: Son
las imágenes de la felicidad. Estas imágenes son auténticas síntesis de cada
centro que planifican toda el área de conducta, y todos tenemos miles de
imágenes insertadas de como conseguir la felicidad. En nuestra cultura cuando
un individuo está mal, todo lo que hay como recurso y solución, empeora su
situación. De tal forma esto es así, que los nuevos problemas creados por la
supuesta solución son tan abrumadores, que hacen que se nos olvide el problema
inicial.
Son
estas imágenes de la felicidad las que engendran un desajuste enorme entre lo
que deseamos y lo que conseguimos y es este desajuste el que consigue que la propia lectura
siempre sea en pérdida, siendo por tanto la resultante: La ira.
Necesidad y deseo: Aquí está la
cuestión. Aquí está la gran fábrica de la frustración. Es tal el nivel de
confusión entre estas dos grandes palabras, que nada puede hacerse para
aclararlo. Y no puede hacerse nada porque las auténticas necesidades de un ser
humano ya no son: Comer, vestir, respirar y vivir en algún techo. Las
auténticas necesidades de un ser humano se desprenden del funcionamiento de su
conciencia, de la ciclicidad y respeto a sus sentidos, y esto está en flagrante
contradicción con los procesos productivos.
Solo nos queda la técnica como
esperanza. La técnica y la neutralidad de las máquinas para que algún día el
ser humano esté más cercano a esas inercias del absoluto, que a nadie esperan.
Simplemente las cosas en esta sociedad son así, y así seguirán siendo.
CAPITULO XIII
Camino del estímulo de origen
cósmico.
El espacio es la lectura que los
sentidos hacen de la materia. Es la mejor definición que se puede dar y
añadimos que todo estímulo, es la incidencia de materia en el aparato mental.
El estímulo cósmico entra como materia por
el cuerpo mental, que activa a la vez la parte correspondiente del cuerpo
físico, con la que está conectada. Desde esta parte del cuerpo físico, la
información circula vía sistema nervioso vegetativo hasta la cabeza se envían
los datos a la conciencia y esta envía los datos traducidos de nuevo a la
mente, donde se procesarán los mismos en imágenes que se construyen en base a
la memoria liberada por ese estímulo.
La información es llevada a través del sistema nervioso vegetativo a la cabeza
donde es procesada. Es sensación interna y por lo tanto memoria primaria -memoria de sensaciones-.
Esta sensación interna primaria es la
que hace posible el análisis de las imágenes internas procedentes de la memoria
primaria –sensaciones-. La conciencia de este modo fabrica un impulso de
respuesta que va a dirigirse a un centro de elaboración, movilizando memoria
secundaria y otras imágenes procedentes de una multiplicidad de puntos
repartidos por toda la estructura física, que son los que constituyen el
centro.
La memoria secundaria
utilizará de nuevo el sistema nervioso vegetativo para una segunda información
de la memoria secundaria o
memoria de pensamientos, que son los que hacen posible la síntesis y el impulso
de respuesta secundario dirigido esta vez, al área de respuesta donde se dará
la posible respuesta externa o el reciclamiento nuevamente, hacia la memoria de
sensaciones para comenzar de nuevo el proceso de búsqueda, esta vez de una
mejor síntesis y por lo tanto una respuesta más adecuada al medio que nos
rodea.
Lógicamente en los centros de respuesta
intervienen los niveles y los estados de conciencia de una manera decisiva,
puesto que estos niveles de conciencia determinan nada menos que el centro de
gravedad del individuo o lo que es lo
mismo, el centro específico hacia donde es dirigido el impulso de respuesta.
Ya conocemos las conexiones específicas
entre niveles y estados de conciencia. Sucederá que el estado de conciencia
actuará sobre el área y sobre la posible síntesis a la que se ha llegado.
Se debe entender que esto es un
ejercicio didáctico del aparato psíquico en estática, que es lo único que aquí
analizamos, lo que es compositivo en lo físico de nuestro aparato psíquico, y
que para nada entramos, en la dinámica de conciencia, es decir, en las
posibilidades que tiene la conciencia de manejar la energía, ni en la
operativa, que sería el como funcionan estas dos partes con la inserción
cultural del medio en el que hemos sido construidos.
Recalcar simplemente que aquí por
primera vez se ha distinguido entre la sensación interna primaria, el impulso primario
de la sensación interna y el impulso
secundario.
El estímulo intrauterino siendo el
camino más sencillo, es el más difícil de rastrear, simplemente se puede intentar
razonarlo. El estímulo intrauterino proviene obviamente de la madre, pues es
esta la que nos transmite lo que le llega con sus propias deformaciones. Si
estas son lo suficientemente intensas, surgirá la malformación o incluso la
muerte.
El hecho del desarrollo intrauterino es
un hecho planificado por la madre y llevado a buen puerto o no, según se
desarrollen las circunstancias.
Se puede creer en un montón de cosas,
pero el hecho del embarazo y el hecho complejo del desarrollo embrionario,
están en función de la madre. Es esta la que permite que las cosas sean de una manera o de otra.
La planificación de este hecho es de
origen psíquico y repetimos, el posible fin también lo es. Este es el poder que
las inmortaliza.
El estímulo intrauterino proviene de la
madre y es procesado como sensación interna. Este estímulo es el que construye
la memoria primaria y la sensación de respuesta primaria. Se convierte así en
nuestro impulso primario que se dirige al área motriz y vegetativa, únicas
posibilidades de respuesta interna.
El estímulo de la vida
ordinaria es multisensorial; nos llega por todos los sentidos a la vez. No es
procesado como el estímulo cósmico en el
aparato mental, sino que se inserta en este ya activado por lo cósmico,
y lo hace seleccionando la parte prioritaria de estos estímulos. Por decirlo de
otra manera: El estímulo
cósmico delimita cual es el sentido predominante y es al que se dirige la
atención con más fuerza. Pero no por ello dejan de recibirse los otros
estímulos de la vida ordinaria por el resto de los sentidos; la segunda
atención trabajará con ellos.
Todos los estímulos de la vida ordinaria
son procesados por la conciencia aunque nosotros con nuestra primera atención,
solo seamos conscientes de unos pocos de ellos.
Sobre el estímulo intrauterino se
insertan los estímulos de la vida ordinaria que al no ser procesados en su
totalidad, hacen que la segunda atención sea más poderosa que la primera y que sea esta, la que realmente decida en
casi todas las cuestiones. La segunda atención que es la que se dirigiría al
fenómeno de conciencia está ocupada en su totalidad por los estímulos no
procesados de la vida ordinaria, y será esta segunda atención en base a datos
que son ajenos a la estructura de la conciencia, la que guíe nuestros pasos en
la vida. Simplemente terrorífico.
Lo hemos dicho: La memoria primaria es
memoria de sensaciones y por lo tanto, depende de la grabación materna del
período embrionario o de la estimulación intrauterina.
Esta memoria será la que funcione en la
elaboración de la sensación de respuesta y del impulso primario que se dirige
hacia el centro.
La elaboración del centro ya es memoria
secundaria y por lo tanto memoria de pensamientos, grabación de los procesos
abstractos que tienen como base la sígnica. Aquí se elabora la sensación de
respuesta secundaria y el impulso que se dirige hacia el área, o sea nuevamente
hacia el proceso mental donde se dará respuesta interna o externa.
Independiente de este
recorrido está la vía energética de la sensación y del pensamiento. La
sensación, cualquier sensación, moviliza los centros: Instintivo, vegetativo y
emocional, es decir, cualquier impulso que sea sensación y tanto si esta es
primaria como secundaria, sigue el camino de estos centros. Se caerá en cuenta
de que la comprensión y el
manejo de las
emociones serán trascendentes en este recorrido.
No hay pensamiento sin sensación que lo
haga posible. La sensación trasformada en emoción, será el campo donde el
pensamiento opere, de tal manera que si nos manejamos bien emocionalmente,
simplemente no pensamos…, no es necesario para nada. Es lo que le ocurre al
niño, que no piensa, tampoco lo necesita. La vía del pensamiento aparece en el
momento en que manejamos mal la emoción y aparecen los climas y las pasiones,
para darnos tiempo a reparar el desaguisado.
El pensamiento se mueve por los centros
sexual, motriz e intelectual de tal forma que cuanto más pensamos más energía utilizamos
del sexo. Es por esto que en lo único que pensamos, es en el sexo como
principio y fin.
Las sensaciones hacen su recorrido por
el sistema nervioso vegetativo, por el cual camina la información visceral. Es esta
información la gran clave de las imágenes internas, pues sin esta información
no existiría el fenómeno de conciencia. No existirían secuencias de imágenes y,
por lo tanto, el hecho de conciencia no sería un hecho biológico.
Todo lo que pensamos
tiene su raíz, al igual que todo lo que sentimos, en la más estricta de las
biologías: El pensamiento más profundo y la grosería más insospechada
es hija directa de la traducción de todo lo que el cuerpo es. Y esto es tan así, que da risa y produce vergüenza ajena el ver al personal encantado de las grandezas a las que han llegado, por vía del pensamiento.
Si esto nos parece poco, todo lo que es
fabricado por el hombre tiene la misma raíz que lo anterior pero ocurre, que proyectado al mundo de otra manera.
Para decir algo, tenemos que ordenar lo
biológico en una determinada dirección. Para fabricar algo, tenemos que ordenar
también lo biológico, pero sin fenómeno de entendimiento. Se puede, al igual
que se habla sin saber lo que se dice, fabricar algo sin conocer el orden ni
que sistema o tejido de nuestro cuerpo reproduce.
¿Debemos ordenar la sensación? o ¿Esta
está más ordenada de lo que nos podemos imaginar? ¿Debemos ordenar el
pensamiento? o ¿Este está más cerca de la realidad de lo que nosotros creemos?
Honestamente pienso que el estímulo, tanto en sensación interna como en
pensamiento, no es caótico, sino que lleva a un fin. Es el lenguaje adquirido
el que obliga a la energía en unas secuencias, que solo sirven al orden
establecido y no a nuestro proceso de
conciencia.
Es la adquisición del lenguaje la que
nos lleva a un discurso enajenante y, es el lenguaje el que mejor dirige los
contenidos de la conciencia en una determinada función. De esta manera tan
simple, los discursos adquiridos serán la mayor trampa interpretativa de la
cultura. Las palabras, dotadas de una carga determinada y por lo tanto de un
contenido emocional, planifican de por vida la secuencia energética de la
cultura en la que se está inmerso.
Todos los saltos de
comprensión que da la conciencia, son saltos en la comprensión del lenguaje y
son saltos dolorosos, porque la comprensión de lo que se dice nos introduce en
un mundo bárbaro de intenciones inconfesables, en un mundo que de ninguna
manera es viable, ni escuchable.
Cuando un individuo sabe lo que dice es
fácil que opte por no decir nada y, sobre todo optará por dejar el mayor de los
suplicios, que es escuchar a otro.
Es el lenguaje el que todo lo explica y
es el lenguaje la expresión más alejada de lo que ocurre. Todo lo que el
lenguaje manifiesta es verdad, pero es una verdad cósmica que traslada el
fenómeno de comprensión al signo y al código energético que este encierra. La
voluntad del lenguaje es una voluntad cósmica que sirve a su dios: El universo,
y que se aparta de lo que dice que es. Nada puede explicarse a través del
lenguaje; nada excepto la expresión de lo que no es. Lo que desde luego no es
el lenguaje, es explicación de las cosas.
Tampoco el lenguaje nos va acercar a la
realidad de la sensación interna o del proceso de pensamiento, pero no podemos
hacer otra cosa que a través de esta herramienta, intentar desvelar todo lo que
no es.
La conciencia es biología y esta se
manifiesta a través de las imágenes internas. El código energético profundo y
cósmico de esta realidad física, es un lenguaje universal que encierra la
comprensión de la gran magnitud y envergadura, de nuestro fenómeno de
conciencia.
Este esquema da fin al estudio del
psiquismo en estática, pues no podemos entender algo que está en continuo
movimiento si antes no intentamos pararlo. El psiquismo en estática es una
aprehensión difícil, la más difícil de todas. Sería algo así como diseccionar
un galgo en plena carrera. Solo el accidente puede parar el mundo, y el trabajo
continuado sobre la conciencia podrá dotarnos de la suficiente ralentízación de
las funciones, como para que estas sean entendidas.
El contenido de la conciencia hace tanto
ruido que es imposible no atenderlo. Hay necesariamente que bajar el ruido, que
disminuir las tensiones psíquicas a fin de que se manifiesten los encuadres de
dichas funciones.
Habrá que estar muy libre de contenidos
para que hartos de ver lo que el cuadro contiene, nos fijemos en el marco sin
el cual el cuadro no sería posible. La mayor de las obras de arte es posible
porque existe algo donde insertarla. No hay cuadro sin lienzo, ni contenidos
sin conciencia. No hay fenómeno energético, sin las grandes estructuras que le
dan soporte.
Tarea dura y difícil esta de ver las
partes del motor de un coche cuando está funcionando. Es un estudio que no
tiene ningún sentido... Acaso cuando el coche se pare, nos plantearemos el
problema de como funciona.
Evidentemente una vez que se nace ya no
hay estimulo de la madre, pero si persistencia de la grabación que funciona
permanentemente.
El impulso primario de respuesta procede
de la sensación interna y para diferenciarla del segundo análisis de la
conciencia la llamo sensación primaria, dando la denominación de secundaria a
la segunda elaboración de la conciencia en base a la memoria secundaria.
Un estímulo llega al aparato mental, de
la estructura mental pasa al cuerpo
físico y se moviliza una parte concreta del mismo, que llevada a la conciencia
por el sistema nervioso vegetativo, son los datos con los que esta dibuja en el
aparato mental, las traídas y llevadas imágenes internas.
Memoria moviliza en base a estas
imágenes todos los contenidos que responden a esta geometría y con ello, se
pone en marcha no solo lo abstracto que sería la sígnica, sino también lo
asociativo. Estas mecánicas secundarias tendrán como base de su operativa, el
lenguaje escrito y el lenguaje hablado.
No me canso de repetir que todo lo que
la conciencia hace, lo hace en base a estas imágenes que son el auténtico
conocimiento de uno mismo.
Todo el lenguaje hablado lo es, porque
existe una representación previa de lo que se habla. Ocurre que estas funciones
están tan automatizadas y tienen un nivel de complejidad tan alto, que nada se
puede hacer sin una lentificación previa de los aspectos dinámicos de estas
imágenes.
Una vez que la conciencia ha
identificado la imagen operando con la sensación primaria, lanzará un impulso
de respuesta primario a un centro que procesará todo lo relacionado con las
múltiples imágenes que se tienen de cualquier acontecimiento, hecho, objeto o
persona. Todo lo que guarde una relación asociativa, analogía, contraposición o
semejanza, y todo lo que se derive de la estructuralidad geométrica de la
imagen física, será procesado como asociativo y producirá una primera síntesis.
Se operará sobre estos contenidos con la
sensación secundaria de respuesta. Esta segunda sensación ineludíblemente es
climática, y se fabrica el segundo impulso de respuesta teniendo como base lo
abstracto, el código de lenguaje y todo lo cósmico que este encierra. Así este
impulso secundario se dirige al área de respuesta, donde se optará por empezar de nuevo o por dar
respuesta proyectada al mundo.
Se comprenderá con esta
complejidad que es la mayor matización de la especie; que si se habla de la
lluvia, el que le contesten a uno con el último fallecido en accidente es lo normal, porque nadie
o casi nadie puede elaborar esta segunda ida a la conciencia y pasar de lo
asociativo a lo abstracto... pasar del lenguaje catártico y transferencial al
lenguaje experiencial de conceptos y definiciones donde, trascendida la propia
anécdota se habla con universales, con mecánicas de síntesis donde lo propio
está evidentemente abandonado.
Se debe intentar entender que una imagen
construida con parámetros físicos moviliza toda una legión de imágenes y que
además, lo hacen por dos vías: Las asociativas y las abstractas. La posible
respuesta estará siempre en base a la posible capacidad de síntesis de cada
individuo, en el fondo y la forma, y en principio, a su estado de conciencia y
al nivel de la misma. Por supuesto la posible respuesta no tiene solo estos
parámetros, pero por ahora solo introducimos las imágenes junto a los conceptos de centro y área,
añadiendo los niveles y los estados de conciencia que además, ya dijimos cómo
iban entrelazados entre ellos.
Lo asociativo nos dará la amplitud de la
elaboración y lo abstracto, la posibilidad de síntesis. Una mecánica de
síntesis es la posibilidad de funcionar en base a temas prescindiendo de los
argumentos. Téngase en cuenta que un mismo tema se puede cursar con cientos de
argumentos, y que será la caída en cuenta, lo que nos lleve a perdernos
eternamente en los argumentos.
Es en lo anecdótico
donde esta cultura consigue que cada individuo se sienta único. Son millones
los argumentos insertados en cada individuo en los temas más candentes de la
cultura. Son millones las anécdotas que cada individuo puede contar de sí mismo
y, es por lo tanto y debido a la enorme cantidad de
contenidos de cada tema, el que no se pueda establecer la más mínima síntesis y
se opte continuamente en implementar dentro de la anécdota.
Ya se ha dicho lo necesario sobre estas
funciones, ya sabemos que lo que hace que un individuo se aperciba de las cosas
es el manejo que tenga de la atención,
función de la conciencia.
También hemos dicho que el camino de
memoria a conciencia es inverso para la evocación y la reminiscencia, y que
esta segunda función está en manos de un sentido al que en ese momento no se
dirige la atención, de una manera predominante.
Supongamos que estamos utilizando el
oído cuando deberíamos utilizar la vista. La máquina se sobrecarga por el mal
funcionamiento y es seguro que aparezca la reminiscencia, para corregir el
fenómeno alterado de conciencia; en el fondo, para poner los contenidos
liberados en el sitio que les corresponde.
Esta reminiscencia es
vivida por el individuo como semisueño activo. Estas mecánicas de ensoñación
son una verdadera salida para el individuo que, de esta manera, corrige sin
dormir del todo, lo que se hace mal. También son fuente inagotable de términos que no corresponden, como el de la
famosa imaginación o la fantasía.
Hemos hablado anteriormente de los
tiempos de conciencia, de los espacios y de como los unos y los otros estaban
relacionados. La voluntad es la gran función de la mente. Esta función solo se
visualiza cuando se pone en marcha el análisis de la pauta de conducta.
El desarrollo de la voluntad es
irracional. La voluntad no admite más criterio en su desarrollo que la
intencionalidad dentro de la ejecución de un acto. Será el proceso de intención
el que desarrolle la voluntad y no supuestos desarrollos de esta, en función de
razonamientos más o menos sutiles.
Cuando se ejecuta un acto se encadena
este dentro de una cadena atemporal que somos incapaces de delimitar. No
sabemos en que lugar se inserta un acto y tampoco sabemos una vez ejecutado,
donde se dirige. Actuamos así en cadenas de actos que nos enajenan y que nos
asombran en sus resultados.
Pensamos y creemos que la mayor de las
locuras establecidas es la de aquel ser humano que sabe lo que hay que hacer.
Estamos rodeados de auténticos aventureros, desaprensivos de oficio, que son capaces
con la mayor desfachatez de decirnos lo que tenemos que hacer.
Todo acto que se
ejecuta en el mundo tiene intencionalidad y motivación. No podemos pensar en la
ejecución de un acto privado de la intencionalidad general, aunque aceptamos el
análisis de lo que dicen: Que esta intencionalidad puede
no estar definida por el que lleva a cabo el acto. Es más fácil definir la
motivación, porque esta es hija del deseo y por lo tanto más fácil de rastrear.
No podemos aceptar la noción del
inconsciente, porque nos llevaría a un proceso de no-responsabilidad dentro de
lo que se ejecuta. Optamos mejor por el desdoblamiento atencional que es, en su
teoría y práctica, más coherente con el hecho humano.
El que un ser humano no reconozca la
intencionalidad de sus actos, no implica que esta no exista y todavía menos,
exime de la responsabilidad al ejecutarlo.
Es un flaco servicio la justificación
que ha llevado a cabo dentro de nuestra cultura
la noción del inconsciente, que equivaldría a la no conciencia, a la
ausencia de esta, cuando es imposible prescindir de la conciencia para llevar a
cabo la organización a veces complejísima, de la ejecución de un acto.
Noción muy distinta es aceptar que el
individuo no presta atención a aquello que hace y que no puede tomar su
conciencia por objeto de estudio, porque esto le apartaría de los intereses del
eje físico, único existente en nuestra cultura. De aquí a aceptar la noción del
inconsciente, media el abismo instituido y los intereses de la moral dominante.
Decir es una forma de hacer, y decir y
hacer en la misma dirección sería la ausencia de contradicción. Si sentimos,
hacemos y decimos en al misma dirección, nuestro proceso individual está
consumado.
Esto además es independiente de lo que
uno haga. Es igual lo que uno haga y del logro con el que se lleve a cabo el
proceso de adecuación de lo que sentimos, pensamos y hacemos.
TIEMPO: Al igual que
existen tres tipos de espacio, existen tres tipos de tiempo. El tiempo cósmico,
el psíquico y el físico. También podemos llamarlos relojes biológicos. Al
registro por la conciencia de los cambios biológicos físicos inducidos en
cualquiera de los tres ejes, es a lo que llamamos tiempo. El tiempo mental
podría definirse como los cambios que se registran en un orden determinado en
la recepción de los tatwas. El tiempo psíquico, es el registro por la
conciencia de la velocidad con la que se realizan los procesos internos
relacionados con las imágenes, estas
completamente dependientes de una característica de la parte motriz del centro
vegetativo, que es el que determina la velocidad del proceso interno. El tiempo
físico, es el cerebelo y su alternancia de funciones en los tiempos de
conciencia. Es esta estructura -el cerebelo- el verdadero reloj biológico de la
especie, por entenderlo de alguna manera, seria el reloj que marca las
operaciones a realizar y el orden de estas.
INTENCIONALIDAD
GENERAL: Al concepto de supervivencia llevado a la ejecución de acto, es a lo
que llamamos intencionalidad. Todo acto que se ejecuta en el mundo tiene como
base la gestión de supervivencia y esta a su vez, es individual o colectiva. La
gestión de supervivencia colectiva es reproducción biológica o ideológica.
MOTIVACIÓN: Al proceso
de gestión de deseos lo llamamos motivación.
Cuando se ejecutan actos en el mundo no podemos acabar de creernos que la
intención y la motivación sean tan pobres, pero vivimos un periodo obsesivo
respecto a la supervivencia y a la reproducción, y no podemos salir de estas
dos gestiones tan sencillas. Excepcionalmente se ejecutan secuencias de actos
en el mundo, que no tienen como base esta relación de motivación e
intencionalidad general.
HACER: A la
estructura formal de lo que sucede y ocurre, lo llamamos hacer. La estructura de lo que acontece es una secuencia atemporal
de la que no podemos fijar sus variables. Sobre la estructura de lo que se
inserta, lo que ocurre y lo que sucede, solo caemos en cuenta de lo que
acontece cuando somos frenados en nuestra motivación e intención por accidente,
tomando esto como lo imprevisto, sin que necesariamente tenga que ser trágico.
A la proyección continuada de lo alegórico al medio que nos rodea, también lo
llamamos hacer.
DECIR: Hacemos
referencia al lenguaje como máxima estructura del decir. Cuando hacemos
utilización del lenguaje tanto hablado como escrito, utilizamos las siguientes
posibilidades: El lenguaje catártico, el transferencial, el direccionado, y el
de definiciones y conceptos.






















No hay comentarios:
Publicar un comentario